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La compañía Spataro Nápoli, especializada en la producción de camisas, ahora está produciendo trajes de bioseguridad para el personal médico de todo el país. La planta de esta compañía cuenta con alrededor de 500 personas. | Foto: Foto: Raúl Palacios - El País

CORONAVIRUS

Pujanza: la historia de un negocio que nació en 30 días por cuenta del Covid-19

Desknza, Spataro Nápoli y Mainco Health Care, compañías del departamento, se unieron para producir trajes y otros elementos de bioseguridad para el sector de la salud. Gracias a esto pudieron mantener sus plantas en funcionamiento y, adicionalmente, cubrir la actual demanda de estos iimplementos en el país..

25 de abril de 2020 Por: Francy Elena Chagüendo - Reportera de El País

Hace un mes Julio Spataro, gerente de la compañía Spataro Nápoli; Janeth Moreno, gerente de Mainco Health Care, y Juan Nicolás Henriquez, gerente de Desknza, no se conocían.

Los tres son empresarios del Valle del Cauca, con muchos años de experiencia cada uno en sus negocios. Spataro es productor y exportador de camisas, también comercializa otras prendas; Mainco hace dispositivos médicos en tela no tejida y Desknza produce cojines, almohadas y otros productos para el bienestar y la salud.

Hoy ellos todavía no se conocen personalmente, pero desde que arrancó la emergencia por el Covid-19 han hablado cientos de veces por teléfono, acordaron una alianza y ahora son proveedores de kits de protección médica (pantalones, batas, gorras, polainas) para compañías como la ARL Sura y están a la expectativa de cerrar otros negocios. Todo esto sucedió en menos de 30 días.

¿Cómo fue posible?

Pujanza es una palabra que se define como fuerza grande o robustez para impulsar o ejecutar una acción. Esto es precisamente lo que ha caracterizado a esta alianza de empresarios.

La Cámara de Comercio de Cali emprendió el proyecto ‘Clusters en Acción’ y convocó a compañías a vincularse para mirar alternativas de apoyo a la emergencia. Allí empezó todo.

“Se dieron varias coincidencias, empecé a hablar con Julio Spataro y le comenté que tenía diseños de trajes de bioseguridad porque 30 días antes un laboratorio me había solicitado desarrollar un modelo. Luego nos dimos cuenta de que quienes necesitaban proveerse de estos productos eran las ARL (administradoras de riesgos laborales) y tocamos sus puertas”, cuenta Juan Nicolás Henriquez.

Después, todo se fue dando.

Ni Spataro ni Desknza tenían la experiencia en la producción de trajes para el sector salud, por ello se le pidió asesoría técnica a la compañía Mainco Health Care, que sí está en este campo. “Ellos no tenían los protocolos ni los permisos del Invima y nos invitaron a trabajar en equipo, confiaron en mi empresa para poder hacerlo y eso llevó a la consolidación de la alianza”, aseguró Janeth Moreno, gerente de Mainco.

“Si no fuera por la situación del Covid-19, tal vez no nos hubiéramos juntado nunca, porque siempre he dicho que los colombianos somos talentosos, emprendedores, pero asociarnos o unirnos es muy difícil, siempre hay temores”, agregó.

Esto mismo piensa Julio Spataro: “Llevo 35 años visitando plantas de confecciones en el mundo y le he abierto las puertas a muchos, pero eso no lo hace mucha gente porque creen que el secreto está en cómo pegar un cuello. Al contrario, creo que todos aprendemos de todos y Janeth ha sido abierta a decirnos cómo hacer las cosas, nos hemos ganado segundos en las operaciones y sin la colaboración de todos no habría sido posible”.

La rápida acción de estos empresarios los llevó a cerrar un importante negocio con la ARL Sura para el suministro de trajes para el sector salud. Ya se hicieron varias entregas de productos, que se distribuyeron en diferentes ciudades y tienen el compromiso de hacer dos entregas semanales hasta finales de junio.

“La gente supo de esta alianza y nos han llamado de muchas partes, lo que significa más oportunidades”, recalcó el empresario.

Con esto, la planta de Spataro Nápoli, que cuenta con 500 personas en planta y 200 en la parte administrativa y logística, ha podido funcionar. También se ha mantenido el empleo en Mainco, que genera 140 puestos,, y en Desknza, que cuenta con 23 personas
.
“Por necesidad nos teníamos que reinventar o nos moríamos, no podría pagar la nómina de 700 personas dos o tres meses sin operar y rápidamente logramos este contrato, gracias a la asesoría de Mainco, que nos ha dado la mano en todo el tema operativo y que contaba con las materias primas para la producción. Lo que hicimos fue juntar su disponibilidad de telas, su experiencia en implementos médicos y Spataro aportó la mano de obra para la producción”, añadió Julio Spataro.

Además, Mainco también los apoyó con los protocolos establecidos para prevenir el riesgo del virus en la planta. “Lo que hicimos fue compartir estos protocolos con Spataro. Tenemos dos turnos para que pueda mantenerse la distancia, contamos con elementos de desinfección cuando llegan los empleados, hacemos aspersiones y todos se cambian la ropa, además del constante lavado de manos, toma de temperatura, uso de tapabocas y la hidratación permanente”, explicó Janeth Moreno

Lo que viene

“Sino hay confianza, esto no funciona y si no nos arriesgamos, solos no habíamos podido”.

Esto dicen ahora los tres empresarios vallecaucanos que vislumbran que la alianza no será temporal, que el mundo está cambiando y que con él deben hacerlo las organizaciones.

“De esta crisis, en el caso de Spataro, ha nacido una oportunidad, yo nunca habría pensado meterme en este negocio de la salud. Tenía en el radar incursionar en la producción de pantalones y ahora prefiero esto”, aseguró Julio.

“Por mi lado quiero traer a esta alianza el diseño del traje de protección en tela lavable, la idea es que podamos certificarlo porque como no hay tela no tejida suficiente a nivel local, tenemos que certificar otras materias primas. Por eso este proyecto, en mi opinión, es relevante”, afirmó Juan Nicolás Henriquez.

Esta alianza ha logrado tener materia prima porque en el Valle está la compañía norteamericana que produce este tipo de insumos y se logró comprometerla para garantizar su abastecimiento en la región, sin embargo, en el mundo hay escasez de tela no tejida y de otros productos.

“Para mí ha sido una fortuna conocer a Julio y a Nicolás, la gente de CI Denim con la que también estamos trabajando. Hoy atendemos la crisis, pero yo me estoy proyectando al mercado internacional, siempre hemos tenido demanda de productos, pero como somos una empresa pequeña muchas veces tuvimos que decir que no. Creo que pasada la crisis vienen grandes oportunidades, en la medida en que podamos fortalecer la alianza”, comentó Janeth Moreno.

Agregó Juan Nicolás Henríquez que “esto es una oportunidad para Colombia porque el cluster de confecciones no ha sido explotado con todo el potencial de manufactura industrializada. Creo que podemos volvernos líderes en la producción de confecciones para la salud en Latinoamérica”.

Spataro, Mainco y Desknza proyectan que pueden hacer grandes negocios, en el corto y mediano plazo, y eso que al día de hoy aún no se conocen personalmente. Se vieron, por primera vez, durante la entrevista en video que dieron esta semana para El País.