Hospitalidad: los cabildos universitarios, aliados de la educación en Cali

La presencia de los cabildos indígenas universitarios en ciudades como Cali, la Universidad del Valle y la Universidad Santiago de Cali es fundamental para los procesos de adaptación de jóvenes que dejan su territorio ancestral para ampliar su conocimiento, comenta Adriana Anacona, docente universitaria y doctora en Historia y Arte de la Universidad de Granada.

“Un cabildo normativamente hablando es una Jurisdicción Especial Indígena, es la autoridad tradicional al interior de una universidad. Su origen y existencia responde a las necesidades del territorio y facilita la adaptación a las prácticas universitarias de estudiantes que, incluso en algunos casos, llegan con su idioma propio y el español más o menos desarrollado”, explica Anacona.

Carely Londoño, proveniente del lejano Vaupés y actual gobernadora del Cabildo Indígena de la Universidad del Valle, manifiesta que estos espacios son importantes porque sirven de intermediarios para que la asesoría académica y los beneficios de Bienestar Universitario, útiles en los procesos de adaptación, llegue no solo a la comunidad indígena sino también a los estudiantes afrodescendientes y mestizos.

Asimismo, destaca que entre los principales logros obtenidos por el cabildo indígena al que pertenece, para ayudar a los estudiantes a adaptarse a la ciudad, ha sido contar con una casa de paso desde el 2005, en la que conviven estudiantes de siete pueblos indígenas del país.

Katherine Dicue, indígena Nasa del departamento del Cauca y quien cumple actualmente la función de coordinadora en la casa de paso de la Universidad del Valle, ubicada en el barrio Meléndez, cuenta que “el proceso de adaptación no es fácil, principalmente por los usos y costumbres que tenemos en nuestros territorios y que en las ciudades se desconocen”.

Y agrega que “sin embargo, contar con la hospitalidad de los cabildos indígenas en las universidades es algo motivante, no solo porque se convierte en un lugar familiar y cultural, sino porque en panoramas como el actual son de gran ayuda en nuestro proceso de formación profesional, considerando que muchos de nosotros no contamos en el territorio con energía, internet y otros recursos tecnológicos que faciliten nuestro estudio virtual”.

25 estudiantes de pueblos indígenas de Colombia conviven en la casa hogar de la Universidad del Valle.

Otro aspecto relevante para los estudiantes de sectores rurales que migran a la ciudad con el fin de estudiar y en el que la hospitalidad de los cabildos indígenas es importante es el respaldo prestado ante el choque cultural que esta situación representa.

De acuerdo con Fernanda Quitiaquez, miembro del Pueblo Pastos, de Nariño, “el cabildo indígena universitario ha sido muy importante porque la mayoría de los estudiantes que llegamos a Cali de lugares lejanos hemos crecido y nos hemos formado en contextos que son muy diferentes a los de las grandes urbes. Por eso, encontrarse con gente que logra entender el pensamiento indígena hace que uno se sienta más acogido”.

Igualmente, la atención brindada a estas comunidades es valiosa para que se reduzcan los niveles de deserción escolar, destaca Yeison Nastar, miembro del Resguardo Indígena de San Juan, Nariño, y quien se desempeña como vicegobernador del Cabildo Indígena de la Universidad Santiago de Cali, (USC).

“El acompañamiento de los cabildos indígenas universitarios en el proceso de adaptación de los estudiantes se hace como una invitación para que no olviden su cultura. Esto se lleva a cabo a través de espacios como las mingas de pensamiento, las danzas y los encuentros de palabreo en el que se comparten las tradiciones”, comenta.

Luis Ussa, estudiante Misak de la Universidad del Valle, afirma que los cabildos indígenas universitarios son lugares de encuentro familiar, en los que a través de los saberes culturales se fomentan espacios para que el proceso de estadía en la ciudad no afecte los saberes y costumbres ancestrales.

Y concluye: “Cuando retornemos a nuestro territorio recordaremos que la hospitalidad de los cabildos indígenas en las universidades ayudó a que estudiantes como yo lograran formarse integralmente sin perder sus raíces”.