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Una empresa que se reinventa y le da la mano al planeta

Arrocera La Esmeralda, propietaria de la tradicional marca Arroz Blanquita y una de las pioneras de ese sector agroindustrial, es fruto de la visión y el esfuerzo de don Manuel Suso. Lecciones de un patriarca.

15 de julio de 2013 Por: Redacción de El País

Arrocera La Esmeralda, propietaria de la tradicional marca Arroz Blanquita y una de las pioneras de ese sector agroindustrial, es fruto de la visión y el esfuerzo de don Manuel Suso. Lecciones de un patriarca.

El molino que empezó labores en 1950 en la Arrocera La Esmeralda, en Jamundí, aún está en las instalaciones. Atestigua la otrora vocación arrocera del Valle del Cauca (había cinco molineras en la época) y, a la vez, la alta dosis de innovación que el fundador de la empresa, Manuel Suso, le ha sabido impregnar desde entonces.Innovación que empezó desde el momento en que los cinco socios desistieron por distintos motivos y él se quedó solo. El abogado que habla con la propiedad de un agrónomo recuerda que lo primero que hizo en semejantes circunstancias fue irse para el Centro de Investigación de Agricultura Tropical, Ciat, buscando tecnificar el trabajo. “Allí hay unos científicos maravillosos y en el Valle no los conocíamos”. Entonces unos norteamericanos le enseñaron estrategias tan valiosas que no solo le sirvieron para continuar adelante con la empresa, sino que hoy son de gran utilidad para muchos agricultores de Colombia.Antes había aplicado una norma tan sencilla como sabia: “máximo precio al agricultor, mínimo al consumidor. Eso me obligó a ser eficiente, a pagar bien al agricultor y a vender lo más barato posible al consumidor”, explica el empresario, nacido en Barranquilla de padre español y madre vallecaucana.Volviendo al tema de la innovación, don Manuel empezó a buscar la forma para que los agricultores tecnificaran, cosecharan más cantidad de arroz y ganaran más dinero. No fue fácil persuadirlos de cambiar una costumbre de toda la vida, pero lo cierto es que hoy el Valle está produciendo el mejor arroz de Colombia y el más barato de todos, asegura.Las buenas noticias no paran ahí, pues una de las técnicas que se aplican en los cultivos hizo acreedora a la compañía al Gran Premio Nacional de Ecología Planeta Azul en la categoría empresarial.Hace poco la Arrocera fue destacada por el “uso y manejo sustentable del agua en el cultivo de arroz, una opción para la vida”, indicó el jurado.Manuel Suso lo explica de forma didáctica: “La técnica consiste en represar el agua durante todo el cultivo hasta el momento de cosecharlo, no llevando agua en forma continua y nivelando primero el terreno. Eso permitió bajar el consumo a menos de la tercera parte”. La estrategia, además, sirve para controlar las malezas.Don Manuel Suso, a quien no le puede faltar el arroz en su menú diario, también convenció a las directivas del Ingenio Río Paila de que rotando caña con arroz se puede producir más. “Ya tienen bastantes hectáreas alternando la siembra y han aumentado las toneladas de producción de caña”, complementó . Reconocida por su aporte en la agricultura colombiana, esta empresa pionera en el departamento tendrá, a futuro, mucho trabajo, dado que en el Valle y en Nariño se está incrementando el cultivo del cereal. Así las cosas, los molinos tendrán que procesar muchísimos más granos de Arroz Blanquita, la marca emblemática de la compañía.

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