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Se enciende la polémica por las telenovelas inspiradas en la vida real

La telenovela ‘Laura, la Santa Colombiana’, han generado la inconformidad de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena.

9 de agosto de 2015 Por: Claudia Bedoya e Isabel Peláez, reporteras de El País

La telenovela ‘Laura, la Santa Colombiana’, han generado la inconformidad de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena.

Los anuncios promocionales en televisión que durante junio y julio transmitió el Canal Caracol  sobre la telenovela ‘Laura, la Santa Colombiana’, han generado la inconformidad de las  Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina  de Sena. El disgusto va hasta el punto  que la congregación, creada por la madre Laura Montoya Upegui en 1914,   ha iniciado  una acción popular, encaminada a denunciar los hechos que, respecto de su fundadora, amenazan con violar los derechos e intereses colectivos protegidos en el literal “f” del artículo 4º de la Ley 472 de 1998, relacionados con el patrimonio cultural de la Nación. Lo que más ha motivado el desacuerdo  de la directiva de la comunidad religiosa con la producción de TV son  las escenas románticas de la protagonista (Madre Laura) con un galán de novela, que, aseguran ellas, jamás existieron. “Hay diálogos no probados, de mal gusto, entre hombres que critican en presencia de la misionera su aspecto físico o comentan sus dotes de futura esposa”.  “Están  utilizando formulas y clichés comunes y repetidos, que por su falta de veracidad terminan por distorsionar la realidad del personaje y conducen al televidente a creer que una mujer de los quilates de Laura Montoya consagró su vida a misiones religiosas dentro de un mundo de infortunios amorosos”, agregan las hermanas. Eso queda evidenciado, dicen ellas,  en la publicidad de la novela,  a través de promociones  como “Renunciando al amor de su vida”, “Laura, la mujer que le entregó su amor a Dios y no a un hombre”, y “En la vida de la santa colombiana hubo un hombre incondicional que luchó por el amor de ella hasta el final”. Todo ello, según la directiva general de la Congregación, da lugar  a que “televidentes o espectadores, seguidores de la serie, consideren como ciertos y reales los hechos que allí se describen”. Y pese a la palabra “ficción” en que se escuda la bionovela, para las madres lauritas, “en la promoción queda claro en frases como ‘La extraordinaria vida de Laura, la Santa colombiana’ o ‘La historia de Laura Montoya, su vida, sus misiones y sacrificios’, que  el proyecto está estructurado de manera inconfundible sobre la base de los hechos biográficos que rodean la vida de la Madre Laura”. Según un comunicado suministrado por Consuelo Benjumea, abogada de la congregación, “a pesar del acercamiento realizado por la Congregación con Caracol Televisión S.A. para que le permitiera conocer el guión de la serie, a fin de evitar escenas de ficción que llevaran a los televidentes a tomar como ciertos hechos, expresiones y manifestaciones que no se presentaron, la programadora no aceptó el diálogo impidiendo el conocimiento del guión”. Por su parte, Linda Lucía Callejas, actriz que interpreta a la madre Laura en su etapa final, le dijo a El País respecto a la polémica que ha generado  la novela, que esta tiene  “la  primera imagen que salió al aire fue la explicación de  que hay varias partes que pertenecen a la realidad y otras,  a la ficción, tienen que ver la serie para que vean que se trata de un homenaje, con todo el respeto, para  la única santa colombiana, para que a Laura Montoya la conozcan en cada rincón de nuestro país.   Resalta el valor de una mujer inmejorable, que si estuviera viva sería una líder comunitaria muy valiosa. Caracol no solamente muestra su vida desde la religión, sino  desde la mujer de bien que hizo política, que le ayudó a las etnias de este país,  aún podemos ver su legado comunitario”.  Y confiesa que hizo un trabajo “de silencio, con toda devoción, para lograr la conexión con una mujer de muchos contrastes, con una formación en fe y confianza muy fuertes, con una capacidad de dar, de sacrificarse, muy terca para una época tan machista, donde los hombres eran los únicos que podían escuchar a Dios e interpretar sus señales y ella se va en contra de todo esto”. El País intentó comunicarse con directivas del Canal  para que hablaran sobre el tema, pero este emitió como respuesta que  “no se va a pronunciar sobre este caso, debido a que hay una acción judicial que la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena instauraron, por tal razón Caracol Televisión se reserva en este caso cualquier pronunciación al respecto”. Dejando de lado la polémica, Lizandro Penagos Cortés, docente del Departamento de Ciencias de la Comunicación y jefe del área de Periodismo, dice que “se trata de una serie de época con varios aciertos, como el hecho de haber sido  grabada con óptica de cine, lo que  le brinda una textura distinta y una calidad   fortalecida con un balance preciso entre la luz natural y la iluminación artificial, una imagen sublime, casi divina”.  Otro plus, dice Penagos, “es la fotografía, los planos, los encuadres, los movimientos de la cámara, están pensados para que los escenarios naturales en los que fue grabada (Santafé de Antioquia, La Ceja, El Retiro y Medellín), se conviertan en hermosos  cuadros costumbristas, llenos de información y de  historia”.  Mención particular merecen el vestuario y la ambientación, “que con una tramoya excepcional que se vale de acertados movimientos del dolly y una perspectiva de la grúa que magnifica el escenario, alcanzan un grado de exquisitez que enaltece la puesta en escena. La pretensión estética es evidente. En el carriel y en los peinados, en el vestido y en la alpargata, en el moño y el pilón, en la recua de mulas y en el bigote de los hombres, en las antiparras y el faldón de las mujeres, en la vajilla y en la manta tejida, en las velas y los crucifijos, y en las prácticas sociales de las épocas que reconstruye. Sea un parto, un bautizo, un velorio, una cena, una clase en el colegio o un asesinato en medio de las disputas entre radicales y liberales moderados, entre otras”. Collar de PerlasOtra bionovela  que regresó al horario de las tardes en el Canal RCN es ‘Amor sincero’. Basada en la vida de Mauren Belky Ramírez, cantante nacida en Buenaventura y conocida como  Marbelle, que ganó reconocimiento por su disco ‘Collar de perlas’, y luego por su matrimonio y separación con Royne Chávez (quien fue jefe de seguridad del ex presidente Andrés Pastrana).   Contada, según ella, con un 95 % de veracidad y  un 5 % de ficción, para recrear su historia,  su hija Rafaela, de 8 años la interpretó en la etapa de su niñez. “Solo quiero que vean que siempre he sido una guerrera capaz de levantarse de todos las caídas que he tenido”, dijo en su momento sobre la serie.  Marbelle confesó que lloró un millón de veces contando su historia,  grabándola y viéndola al aire. Lo más difícil fue grabar con Marcela Benjumea, quien hizo de su mamá, las partes más difíciles de su vida. “Si hay quienes se sientan ofendidos o no, es problema de ellos. Estoy contando mi vida desde mi punto de vista”, afirmó  enfática. “El que me odia me odia y el que me quiere me quiere y peor para el que no me quiere porque me tiene que ver todos los días en su pantalla. Esto no es un proyecto para beneficiarme ni quedar como la heroína del paseo. No me importa lo que la gente piense de mí. Si quieren seguir pensando que soy una guisa asquerosa que lo sigan pensando”, agregó respecto a posibles críticas. “Muestran a mi papá como un monstruo”El Canal Caracol ha anunciado la repetición de la exitosa producción ‘La Ronca de Oro’, de CMO Producciones, el mes de agosto, en el horario de las 11:00 p.m. Así esperan recuperar este horario sin tener que llenarlo con enlatados de otros países, que resultan un fracaso. Sin embargo, el regreso de la serie que se terminó de emitir en abril del año pasado,   no tiene muy contenta a Ana Milena Ibarra, la hija de Isaías Hernán Ibarra,  quien en la serie se nombra como Germán Hincapié, y fue el primer esposo de la inolvidable cantante vallecaucana. La  hija de Hernán Ibarra, a quien llaman Cecilia, en la serie, argumenta: “La indignación que tengo por la repetición de esa porquería es grande, sino fuera porque la demanda me costaría mucho dinero, los demando. Las infamias que se dijeron en esa novela de mi papá son muchas. Él fue un  abogado que defendió a muchas personas con éxito. A él, que fue  un caballero, galante, enamorado de la belleza femenina y las buenas maneras, amante de la poesía, lo muestran como el monstruo más degradante, capaz de dejar a Helenita el día de su boda para irse a un burdel.  Él fue parrandero como  muchos en esa época, pero  el más decente del mundo. Y a mí me ponen como si  hubiera abortado  un hijo concebido con un hermano de Helenita. Una nieta  le dijo a mi hija: ‘Yo no sabía que mi abuelita había tenido abortos’. En la calle me paraba la gente a preguntarme: ‘¿Verdad que tuviste un aborto con Alberto?’. Con los hermanos de Helenita no tuve mucho  contacto, solo con Eliécer, pero con quien me pusieron a abortar, no”. Tampoco fue  enemiga de la artista: “Helenita no fue madrastra mía sino una hermana para mí, me ayudó en mi vida de dolor por la separación de mi marido y una hija que tuve que sufrió una malformación de venas y arterias. Fui amiga de ella desde que se casó con mi papá y luego con Gonzalo Zafra y llegaba siempre a la casa de ella en Santa Mónica. Su mamá me quería mucho. A la mamá también la pintaron  como una mujer muy mala, que no era cariñosa, ni querida, pero fue muy querida conmigo”.  Ella no comprende cómo Pilar Ibarra, que, para ella, no debería apellidarse Ibarra sino Cantillo, admitió que se “escribieran de su padre esas  atrocidades”. Por su parte Caracol Televisión advierte que ‘La Ronca de Oro’ está basada en algunos hechos reales de la vida de Helenita, entremezclados con otros de ficción”. “Hay que asumir todo lo que se venga”Lady Tabares, la mujer de la vida real, cuenta que cada noche está descubriendo la historia de su vida que se proyecta en TV. “Tuve la oportunidad de ver los primeros capítulos pero  ahora donde va, todo es  nuevo para mí porque no tenía conocimiento de la transición. Cada noche sigo más pegadita, lo que están mostrando para mí es nuevo. Y no sé hasta que punto irá la historia”, expresó a El País. Tomar la decisión de contar su vida  no fue sencillo. “En el momento en  que uno da el ‘Sí’ debe tener muy claras las consecuencias. Uno no puede pretender que el público lo reciba para bien, sino que también habrá otras que lo verán de mal forma. Durante el año que tomé la decisión pensé mis cosas, personalmente yo no quería.  Lo hice por la situación económica porque  quería organizar mi casa y pensé en las tantas acusaciones, que dije: ‘En un momento a la luz saldrá la verdad’. Y creí que este era el momento y me lancé”.   Pensó la propuesta durante  un año y luego de eso, por otro año más,  hizo parte de la investigación emprendida por el equipo de producción. “Fue  un proceso  de  entrevistas  y seguimiento del día a día. Algunos de los actores vinieron a mi casa y compartieron con nosotros varios días para conocer más. La producción también acudió a  personas que me conocieran”.  ¿Todo  lo que se ha mostrado es real? ¿Pasó en la vida real?No, todo no. Hay que tener en cuenta que de todas maneras es un producto de TV y tiene ficción. Aunque es la vida basada en Lady Tabares hay cosas que yo veo y digo ‘Tan charro, eso no pasó”.  De lo que hemos visto, por ejemplo, ha sido ficción que el papá tenía una floristería o  la crucifixión de Lady, de pronto  Lady fue golpeada. Tampoco es cierto que Lady es sacada de la cárcel a hacer la película, tampoco es verdad porque yo estaba en un internado y estaba  muy pequeña. Lady la de ahorita está como muy grandecita.  ¿Qué siente cuando ve esas escenas que son ficción?No todos los días cuentan la vida de uno. Hay muchas sensaciones, pero también es importante porque hay personas que me han señalado y que me han insultado sin tener conocimiento de las cosas. Consideran que Lady fue una niña que vivió toda su vida en la calle, que es una gamina y que la sacaron de allí a esto. Al menos que vean la realidad de las cosas, cómo de una u otra manera fue mi vida y que ella no se basó en las calles. En ese sentido, me gusta porque chévere que conozcan también la persona como tal, la mujer, el ser humano. Y que  eso ayude a resolver algunas dudas.   ¿Qué pasa con su familia cercana cuando se ven retratados?Al principio fue complejo porque decían ‘¿Y por qué a mi no me pagan?’. Me senté a hablar con ellos. Hoy están motivados, les gusta lo que ven. Mis hijos y mi hermano hacen muchas preguntas porque esto  es nuevo para ellos. Los recuerdos difíciles son para mi mamá, mi hermano y para mí porque vivimos esa época. Pero hay mucho entusiasmo. ¿Y su mamá no se ha ofendido al ser retratada como una alcohólica y ciega de amor?Sí, claro, mucho. Creo que más que ofendida, a veces hay tristeza. No es fácil. Expresa cosas como ‘Yo sé que yo fallé’. Y yo la consuelo diciéndole: ‘Má eso es ficción, no crea eso Má’. A veces llora pero ella es una berraca. ¿Qué dice su hermano al ser mostrado como un  Didier que juega fútbol y que  le dicen ‘atembado’’?Todo para él es muy nuevo, él se emociona  y dice ‘¿Cierto que con esto yo voy a poder ser un futbolista?’ y yo le digo, ‘Si claro, esta es su oportunidad’. Porque a él sí le gusta el fútbol y lo tengo en una escuela. Él visualiza  en su inocencia que el hecho de salir ahí le va a abrir las oportunidades que él espera y yo se las alimento porque quiero  estos quince minutos de fama, que otra vez me da el universo,  abarcarlos para beneficio propio, de mi familia, mis hijos y poderles dar un mejor futuro, una mejor vida.  ¿Pidió que no trataran algún aspecto de su vida?  Sí, claro. Hay momentos dolorosos de mi vida los cuales yo no quiero que salgan ahí, por ejemplo, mi violación. Ellos han sido muy respetuosos con eso. No quiero que eso pase porque no quiero revivir ese momento. No pedí más nada.  ¿Qué piensa de las producciones inspiradas en la vida real?Quienes decidimos y avalamos ese permiso para estas cosas debemos tener claros los pro y los contra. No podemos pretender que porque saquen la vida de alguien en televisión ya todo vaya a ser perfecto y lo vayan a idealizar. Hay que asumir todo lo que se venga. “Así no era mi padre”Rafael Santos es hijo de Diomedes Díaz y ha hecho una carrera como actor en la que ha interpretado a su padre y al jugador de fútbol Iván René Valenciano en ‘La selección’. Como actor, familiar y amigo de personas reales cuyas vidas son retratadas en la pantalla tiene sus percepciones respecto a las bionovelas y  en especial a la  inspirada en  su padre y que transmite  el Canal RCN. ¿Puede la ficción alterar la realidad de una historia como la de su padre?Así es, por eso no he estado muy de acuerdo con lo que se ha venido presentando en producciones. Como un actor que ha venido aprendiendo de este oficio, creo que hay que respetar la historia tal y como es. No creo que  la familia de una figura  reconocida esté  de acuerdo con que se altere una  realidad  bonita. No  me parece que  las cosas que sucedieron como problemas  de un artista  se puedan tapar con un dedo, pero hay   maneras de mostrarlo con sutileza. ¿Supo cómo fue el proceso de investigación que se realizó con su padre para la serie de Diomedes?Me enteré que visitaban a papá para tomarle algunos audios de lo que él quisiera expresar pero no estuve ahí por estar en mi trabajo. Papá me iba comentando como seguían las cosas.      ¿Qué opina de que en estas producciones se destaque más el lado oscuro de la persona?Lo malo no lo podemos tapar, en la vida hay altos y bajos y eso nos pasa a todos. Hay formas  de no echarle tanto picante a la sopa para que  la gente más bien deguste los sabores más agradables y no que se lleve un sinsabor. Hay formas de contar las cosas,  pido  sutileza porque  como fanáticos  nos  metemos a un artista en el corazón. No podemos permitir que de la noche a la mañana nos cambien las cosas, como  a unas personas les parece  y no como es en realidad.  ¿Qué pasa cuando ve en pantalla una realidad  de su padre que no fue? Duele mucho. En casa conocimos un Diomedes muy diferente al que se muestra. Un Diomedes que  fue un hombre común,  todos supimos de sus problemas y él en eso  fue siempre  prudente. Pero  no hay unas fotos o un solo video donde se le vea consumiendo sustancias o haciendo actos indebidos o en los cuales se constate aquello que ahora vemos en forma de amarillismo.   ¿Le molesta a usted o a la familia?Es un llamado familiar en el cual pedimos que, por favor con sutileza, que nos demos pasito porque si mi papá estuviera vivo a él no le hubiera gustado que estos detalles fueran mostrados. Como todos sabemos en casa cómo fue la historia de papá, no prestamos mucha atención a la producción porque cada vez que la vemos nos tocan el corazón y el alma y son cosas que duelen porque todavía estamos en un duelo, golpeados por el trance y esto nos pone el alma sensible, cuando podemos saber que la historia real es más linda de lo que muestra y que para mi fue un orgullo vivirla al lado de mi padre. 

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