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El billete de $100.000, a pesar de que lleva más de un año circulando en el torrente monetario, muchos colombianos aún no lo conocen. Las personas consideran que es poco manejable en las transacciones de bajo monto. | Foto: Bernardo Peña / El País

BANCO DE LA REPÚBLICA

¿Qué pasó con el billete de $100.000?

Dicha especie monetaria se lanzó en 2016, pero tiene baja circulación. Aún muchos no lo conocen.

29 de octubre de 2017 Por: Redacción de El País

Alonso Peña, un pequeño comerciante de artículos tecnológicos del centro de Cali, afirma que desde el año pasado por sus manos han pasado escasamente tres billetes de $100.000.
“Muchos de mis amigos comerciantes le tienen desconfianza a ese billete y temen que los estafen con alguno falso porque no lo conocen mucho”, señala.

Por su parte, Fabio Pérez, dueño de un local de lociones dice que “cada mes me caen dos, y a lo sumo tres”. Asegura que sí conoce las características del “billete Lleras” y por eso los recibe.
Pero recalca que “no me hace falta que me paguen con ese billete”. Y enfatiza: “Los de $20.000 y $50.000, viejos o nuevos, son los más bienvenidos”.

Y hasta los taxistas le temen. Jaime Atehortúa, un veterano conductor dice “conozco el billete, pero como portamos tan poca plata, cómo haría para darle las vueltas a un pasajero luego de una carrera mínima. Eso es un cheque, un verdadero encarte”, señala.

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Esa es la percepción de algunos caleños frente a dicha especie monetaria que lanzó el Banco de la República el 31 de marzo de 2016, y que muchos no conocen todavía por su baja circulación.

Ni siquiera en los cajeros automáticos, el “billete Lleras” tiene presencia suficiente todavía cuando los tarjetahabientes hacen retiros de dinero.
Por eso no es muy popular entre los ciudadanos, aunque bancos y empresas realizan grandes transacciones con esa especie monetaria.

“Aquí llegan cuatro o cinco a la semana”, afirma, por su parte, Marina, cajera de un conocido almacén de cadena. Eso sí, dice, “hay que mirarlo con ojo de águila porque nos puede llegar uno falso, y yo tengo que responder”.

El Banco de la República emitió el billete de $100.000 al argumentar que se trata de una forma de reducir el número de billetes en las transacciones financieras, lo cual genera menores costos para la economía.

¿Por qué no circula tanto?

El propio Banco de la República a través de su gerente, Juan José Echavarría, admite que el billete circula poco.

Y explica: “La experiencia muestra que cuando se pone en circulación un billete de la más alta denominación, el uso generalizado del mismo toma más tiempo que el de los billetes que están en circulación”.

Anota que “como un hubo un cambio de toda la familia de billetes, los bancos, que son los principales proveedores de efectivo, han centrado sus esfuerzos en la distribución de la nueva familia en las denominaciones más usadas. Por eso no es extraño que los nuevos billetes de $100.000 tengan a la fecha una circulación baja”.

Pone de presente que aunque algunos bancos comerciales han ajustado sus cajeros automáticos otros se han rezagado.

A ello, la Asociación Bancaria, que preside Santiago Castro, responde “que el tema no es de problemas técnicos sino de que cada red de cajeros automáticos hace un análisis de la demanda de las diferentes denominaciones para decidir cuáles son las que se ponen a disposición del público”.

El Banco de la República ha dicho que el billete no es para pagar carreras de taxi o cosas de bajo monto, sino para mayores transacciones financieras o bancarias.

Sin embargo, como el tamaño del billete de $100.000 es levemente mayor al resto de los nuevos y viejos (153 milímetros por 66 milímetros), los cajeros deben ser reprogramados en sus gavetas y ranuras, así como en el software que permite su lectura e identificación.

Hoy, los billetes de otras denominaciones como los de $50.000, $20.000 y $10.000, entre otros, tienen unas dimensiones promedio de 148 milímetros por 66 milímetros.

Estos últimos son los de mayor uso por parte del público, en especial entre quienes manejan bajos montos.

En Colombia, dice ese gremio, operan hoy unos 15.300 cajeros automáticos que dispensan dinero.

Pros y contras

Y aunque el billete es casi ‘un fantasma’ para muchos, al cierre de 2016, el Emisor reportó que en su producción anual se imprimieron 44,2 millones de estas piezas, pero en la actualidad, solo hay en las calles 5,2 millones, es decir un 11 %.

Las ciudades en las que hay un mayor número de billetes de $100.000 en circulación son Barranquilla, Bogotá, Cali y Medellín. En las poblaciones más pequeñas poco se sabe de su existencia, a pesar de las campañas televisivas y a través de volantes que hace el Banco de la República.

Quienes lo han tenido en sus manos afirman haberlo recibido de bancos como Davivienda, BBVA, Agrario y Popular, pero en las oficinas.

La propia Asobancaria no ha sido, sin embargo, muy amiga del billete de $100.000. Por ello, recalca que “esta pieza monetaria es inconveniente porque terminará promoviendo el uso del efectivo, y frena la bancarización”, y en especial el uso de los medios electrónicos en las transacciones. El Emisor dice que eso no es cierto.

Pese a los contradictores de esta especie monetaria, José, un vendedor de repuestos de la Carrera Primera en Cali, dice que “para negocios de altos montos es muy útil porque no ocupa mucho espacio y es fácil de portar, pues no levanta sospechas, y ahora más con la inseguridad que existe”.

Al respecto, el gerente regional del Banco de la República, Juan Esteban Carranza, confía en que el billete aumentará su circulación en pocos meses, mientras los propios bancos comerciales la fomenten, aunque están obligados a hacerlo”.

“La gente se irá acostumbrando al billete de $100.000, pues facilita muchas transacciones”, dice.

Lo cierto es que esta especie monetaria todavía no llega a muchas manos, pues entre los colombianos sigue arraigada la costumbre de manejar billetes de menor denominación.

Uno de los más seguros

El billete de $100.000 es considerado uno de los más seguros del mundo por sus avanzados detalles litográficos, al igual que por la complejidad de su diseño.

Este billete— el de mayor denominación en la historia monetaria colombiana—, se elaboró con tintas e hilos de seguridad de colores intensos con efectos de cambio de color y movimiento.
Posee una marca de agua avanzada y una imagen coincidente en el anverso y reverso.

Presenta, además, elementos táctiles (impresión en alto relieve)
y diferenciación de tamaños por denominación, con lo cual se aten derá con mayor efectividad las necesidades de reconocimiento de billetes de personas en situación de discapacidad visual.

De paso registra elementos de seguridad que favorecen su autenticación en cajeros automáticos.

El de $100.000 fue uno de los últimos que lanzó el Emisor dentro de la llamada nueva familia de billetes. En la calle ya están los nuevos billetes de $50.000, $20.000, $10.000, $5000 y $2000.

La institución dice que los bancos centrales actualizan cada 12 o 15 años sus billetes. Los de Colombia tienen en promedio 18 años de circulación.

En honor a Lleras

El billete rinde homenaje al expresidente Carlos Lleras Restrepo según la Ley 1167 de 2007. Incluye una imagen del rostro y otra de cuerpo entero de la cual se proyectan dos sombras que contienen los seudónimos que él utilizaba como periodista: El bachiller Cleofás Pérez
y Hefestos.

En el reverso tiene una imagen del Valle de Cocora en Quindío y la Palma de Cera, árbol nacional de Colombia.

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