El pais
SUSCRÍBETE

La Unión Europea recorre hoy un ‘camino de espinas’

Las crisis en Grecia, Irlanda y Portugal hacen tambalear el segundo bloque económico del mundo. España podría ser el próximo candidato a salvamento.

17 de abril de 2011 Por: Patricia Lee - Corresponsal de El País - Buenos Aires

Las crisis en Grecia, Irlanda y Portugal hacen tambalear el segundo bloque económico del mundo. España podría ser el próximo candidato a salvamento.

La crisis de la Eurozona continúa avanzando. Esta semana hubo nuevas señales de alarma de que Grecia se encamina hacia un ‘default’ a partir de 2013, es decir, a la imposibilidad de pagar sus deudas, mientras que Portugal se convirtió en el tercer país en pedir salvamento, y España ahora se coloca en la mira de los ‘tiburones’ financieros. El ministro de finanzas alemán Wolfgang Schaeuble ya alertó que Grecia puede llegar a reestructurar su deuda, ya que el país mediterráneo está pagando más del 13% anual en intereses para conseguir dinero, todo un récord en la eurozona. En el otro extremo de Europa, Portugal tuvo que hincar la rodilla y pedir ayuda a la Unión Europea y el FMI, siguiendo a Grecia, que recibió un rescate de 110.000 millones de euros hace un año, e Irlanda, que fue socorrida con 85.000 millones en noviembre. Se calcula que el rescate portugués será de 80.000 millones de euros, y que se aprobará el 16 de mayo, para que pueda recibir fondos frescos antes del 15 de junio. A cambio, los prestamistas exigen un estricto programa de austeridad. “No es una exageración llamarlo terapia de choque”, dijo Felipe Silva, del Banco Carregosa de Portugal. Esto implicará una profunda reforma del mercado laboral, aumentos de impuestos y congelamiento de salarios para los trabajadores públicos, privatizaciones, recortes presupuestarios en salud, educación e infraestructura y la liberalización del mercado de la energía. El plan tiene como meta reducir el déficit este año de 8,6% a 4,6%.El rescate portugués es definitivo para los bancos alemanes, que son los mayores acreedores, con un total de 465.000 millones de euros prestados a Grecia, Irlanda, Portugal y España, y 91.000 millones de euros a la banca de esos países. España a la vistaLos ojos están ahora puestos sobre España, cuyos bancos tienen un tercio de las deudas de los bancos extranjeros en Portugal. El interés de los bonos españoles a diez años subió a más de 5,2%, aunque todavía está por debajo de 7%, la marca considerada crítica. El problema es que el salvamento financiero a España sería enorme, comparado con los otros rescates. Walter Munchau, del periódico inglés Financial Times, cree que “la mezcla de endeudamiento externo, la fragilidad del sector financiero y más caída en el precio de las propiedades, aumentan la posibilidad de una crisis de financiamiento, y esto significa que España sería el próximo país en buscar asistencia financiera de la UE y del FMI.“En cuanto a todas las declaraciones de que España está segura, creo que son las mismas rimas de complacencia que han caracterizado a la crisis europea desde su comienzo”, anota.Esperanzas y temoresLos analistas trazan distintas perspectivas para la Unión Europea. Los optimistas creen que todo lo que no mata, fortalece. Para ellos, la actual crisis servirá para el crecimiento y el fortalecimiento de la UE. El analista Jacob Funk Kirkegaard, que escribe en la revista alemana Spiegel, cree que “los dirigentes de la UE deberían ser felicitados por no haber desaprovechado esta crisis. Han establecido un Mecanismo Europeo de Estabilización para dar asistencia financiera, atada a duras condiciones, a los países de la eurozona que lo necesiten. Esta innovación institucional, combinada con las medidas pragmáticas adoptadas por el Banco Central Europeo, representan herramientas duraderas con las cuales Europa será capaz de combatir la inestabilidad financiera”. Kirkegaard agrega que Grecia, Irlanda y Portugal apenas representan el 4,6% de la economía de la UE (algo así como la Florida en Estados Unidos). ¿Cuenta regresiva?Pero otros economistas no comparten tal optimismo. La decisión del Banco Central Europeo, la semana pasada, de aumentar 25% la tasa de interés - de 1% a 1.25%-, significará una nueva carga para los países más endeudados. David Beckworth, del centro de análisis presidido por Nouriel Roubini, considera que esta medida podría ser el inicio de una “cuenta regresiva para la eurozona”. Michael T. Darda, del periódico Wall Street Journal, cree que “si el BCE endurece su política, eso podría ser como cortar la luz a los países periféricos, y una amenaza potencial para la eurozona”. La economía de la eurozona se achicó 10%, y para hacer frente a las enormes deudas estatales y de los bancos, así como al desempleo, se debe impulsar el crecimiento, para lo cual son claves las bajas tasas de interés y de estímulo monetario. Todo esto se agrava por el sometimiento de los países al patrón de una moneda única, y a la imposibilidad de manejar la tasa de cambio, o la emisión de moneda. Bajo esta coyuntura, cuando las autoridades suben la tasa de interés, contribuyen a hundir más las economías periféricas, aumentando el peso de sus deudas y la imposibilidad de pagarlas.Esto es lo que se advierte en Grecia, el primer país en sucumbir a la crisis de 2008, preanunciando de esta manera la tormenta que luego se extendería por Irlanda y Portugal. Ese país fue también el conejillo de Indias del FMI. Por ahora, la conclusión es que el rescate no funcionó y que la austeridad aplicada y la depresión consiguientes, parecen no salvar a Grecia de la cesación de pagos. Si esto sucede, y se repite en otros países, puede llevar a la salida de alguno de ellos de la zona euro, o a la división de la UE, en dos regiones que viajan a distintas velocidades: una próspera, alrededor de Alemania, y otra empobrecida, en el sur mediterráneo.

AHORA EN Economía