Economía
Gastos hormiga: así afectan las finanzas de los hogares colombianos
Los pequeños consumos, a veces imperceptibles, pueden estar drenando los bolsillos personales y de la familia. Analistas explican cómo reconocerlos y qué hacer para controlarlos.
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7 de oct de 2025, 02:19 a. m.
Actualizado el 7 de oct de 2025, 02:23 a. m.
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Pasa en muchos hogares. Llega el fin de mes, el dinero escasea y muchos se preguntan en qué se gastaron la plata. Incluso, algunas personas ni siquiera recuerdan qué pasó con los $ 100.000 o $200.000 que tenían al inicio de semana.
Esto le puede estar pasando a su familia porque no está controlando los llamados gastos hormiga o fantasma.
Wilson Triana, consultor en temas financieros, los define como la plata de bolsillo que tienen las personas sin un destino específico, que los lleva a hacer compras por impulso.
“Son diferentes a los gastos fijos que tienen los hogares, como alimentación, servicios, salud y educación. Los gastos hormiga son aquellos que no están presupuestados” y que, en muchos casos, son innecesarios.
Por ejemplo, el café, las salidas a comer, el cine, el mecato, las compras impulsivas en plataformas, las suscripciones digitales, la fiesta del fin de semana.
“Muchas de las compras que se hacen por impulso se vuelven gastos hormiga. El problema es que se pueden convertir en más deudas para poder atender los gastos fijos del hogar”, comenta Tovar, quien considera que estos rubros son el enemigo número uno del ahorro.
Agrega que en cualquier momento una persona puede tener tres tarjetas de crédito y con las tres hacer compras y pagar el cine, el restaurante y un viaje y, “como es tan fácil pasar el plástico, pues el endeudamiento sube como espuma. Y, al final, esos antojos le están impactando el presupuesto mensual y el pago de los compromisos”.
Advierte el analista que, si las personas no se cuidan de esto, se pueden quebrar y “como dice el dicho, todo lo que ganan se vuelve plata de bolsillo”.
En eso coinciden economistas del Bancolombia, quienes señalan que, al ser imperceptibles y recurrentes, los gastos hormiga pueden llegar a drenar el dinero de la familia, pues generalmente no se tienen en cuenta dentro de las finanzas del hogar porque no tiene un objetivo claro en el presupuesto personal.
Las cuentas son sencillas: un café de $5000 diario representa $ 25.000 a la semana, $ 100.000 al mes y $ 1.200.000 al año, casi un salario mínimo.
Asimismo, una salida de $ 50.000 el fin de semana son otros $ 200.000 al mes y un total de $ 2.400.000 al año.
Si a esto se le suman cigarrillos, propinas, suscripciones digitales olvidadas, domicilios y taxis, la cuenta puede ser mucho más significativa y podría sorprender a los hogares el dinero que se va sin un propósito fijo.
¿Cómo identificarlos?
La recomendación de Bancolombia es que los hogares tengan el panorama completo de cómo están manejando la plata para decidir, según sus metas, cuánto quieren gastar por cada categoría; si quieren hacer cambios, ahorrar más o buscar otras alternativas.
“Tener un presupuesto claro es una guía clave para priorizar y usar la plata con mayor consciencia. Todo es válido, pero nunca olvide gastar menos de lo que gana. En cuanto a alternativas, es posible sustituir algunos hábitos y optar por opciones que ayuden a evitar gastos innecesarios. Por ejemplo, llevar una merienda desde casa para no comprar en la máquina expendedora del trabajo, usar un termo con café preparado en casa en lugar de comprarlo a diario, o planificar las comidas y llevar lonchera”, destacan.
Para empezar, recomienda Ana María Sierra, gerente de Inversión Social y Educación Financiera del BBVA, se debe hacer un listado de todos los gastos. Para ello se puede utilizar un cuaderno -a la antigua- o las aplicaciones que ya existen para eso, con el fin de identificarlos en un periodo de tiempo, puede ser una semana o un mes.
“Muchas veces los gastos hormiga surgen del desconocimiento de pensar que son pequeños y que no están llevándose una parte importante del presupuesto, pero, al hacer este ejercicio de detallar todo lo que se consume, podríamos identificar que ese monto de dinero es más de lo que se piensa y que realmente podríamos estar destinando esa plata a otros intereses, como la inversión, el ahorro u otras metas”, plantea.
Otra recomendación es que se aprovechen las aplicaciones que tienen los bancos o que hay en el mercado digital para hacer seguimiento al consumo.
“Con ello, vamos a poder tener un mayor control de esos egresos. Incluso, hay algunas aplicaciones de los bancos que ya brindan toda la información de los gastos por categorías. Es decir, te hacen la tarea de especificar en qué se te está yendo la plata”, añade.
Luego de identificarlos, dice Ana María Sierra, el segundo paso es gestionarlos, para empezar a hacer cambios. Es decir, definir a qué se puede renunciar.
Destaca que es importante esto, porque la gente tiene muchas metas y aspiraciones y, si se decide a cortar algunos gastos innecesarios, puede avanzar a esos otros propósitos. “De pronto decide ‘hoy no me tomo el café de la mañana y tomo transporte público en lugar de taxi, porque tengo una meta que requiere ese dinero’; a veces tenemos suscripciones, como la ampliación del espacio de correo electrónico, que ni siquiera aprovechamos, o pagamos Disney y no vemos las películas”.
No todo se puede cortar
Muchos de los gastos hormiga tienen que ver con el ocio y la recreación de la familia.
Según el economista Andrés Collazos, a veces las personas intentan cortar de tajo esos gastos, lo que, considera, tampoco es lo más adecuado.
“Lo que recomiendo es que, una vez identificados estos gastos, no se corten de inmediato, porque es un consumo que también permite tener un espacio de entretenimiento, descanso, compartir, salir con amigos. Por eso, la sugerencia es eliminar los más innecesarios, sin que las personas se aíslen. Hay controlarlos, más no cortarlos del todo”, insiste.
Pero, sobre todo, afirma que el hogar o las personas deben pensar qué hacer con ese dinero que se va a ahorrar.
Recuerda el economista que los multimillonarios cuentan en sus biografías cómo hicieron un control estricto de los gastos hormiga. Por ejemplo, se dice que Donald Trump, en el pasado, prefería hablar desde teléfonos públicos, y que Warren Buffett prefería conducir un vehículo poco lujoso, en lugar de derrochar.
“Muchos tienen la disculpa de que no invierten porque no tienen plata, pero, si se recortan esos gastos hormiga, no hay excusa para no invertir”, anota.
Para este analista, el primer paso para mejorar las finanzas de una persona es bajar estos gastos. “La idea no es cuánto ganas, sino cómo gastas. Hay personas que ganan mucho, pero también gastan mucho. El enfoque es gastar menos, para que sobre dinero y se pueda invertir”.
Esto también lo ratifican algunos estudios universitarios que indican que el 80 % de los colombianos no logra ahorrar de forma constante cada mes, argumentando que no les alcanza.
Pero en realidad, según los analistas, sí les alcanza, lo que pasa es que se lo gastan sin darse cuenta en qué.
¿Cómo distribuir un presupuesto?
Los expertos en finanzas personales recomiendan que la mejor manera de gestionar el presupuesto es dividirlo en tres tipos de gastos: el 50 % de los ingresos o un poco más deben irse en cubrir las necesidades básicas de la persona o el hogar. Por ejemplo, pago de arriendo, hipoteca, comida, transporte, servicios públicos, educación, créditos y salud.
Otro 20 % se debería destinar al ahorro. “Es importante que las personas empiecen a generar ese hábito de ahorro e inversión, y que ojalá las familias no ahorren lo que les sobra, sino que ese dinero ya esté destinado a ese objetivo”.
El 30 % de los ingresos, si es el caso, son los gastos prescindibles, donde estarían los gastos hormiga, o sea, todas esas actividades de ocio, como ir al cine, salir a cenar o viajar de vacaciones.
“La clave no es restringir todos los gastos, sino poder identificarlos y definir cuáles se pueden cortar para poder apalancar el resto del presupuesto, porque, si uno hace la lista exhaustiva de esos gastos prescindibles, se da cuenta que se llevan muchísimo más del 30 % del presupuesto”, indicaron los especialistas

Comunicadora Social de la Universidad del Valle con más de 30 años de experiencia en prensa, en especial en periodismo económico aplicado en varios medios de comunicación nacional.
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