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El fenómeno de 'El Niño' tiene en riesgo 50.000 hectáreas de cultivos en el Valle

El Niño está afectando con particular inclemencia la agricultura de 21 municipios ubicados sobre las estribaciones de la Cordillera Occidental.

13 de septiembre de 2015 Por: Redacción de El País.

El Niño está afectando con particular inclemencia la agricultura de 21 municipios ubicados sobre las estribaciones de la Cordillera Occidental.

El fuerte verano le arruinó un cultivo de fríjol a Wilson González, un pequeño agricultor del municipio de Toro. Todas las noches le reza al Milagroso de Buga  para que el día despunte con lluvias y  sus siembras de maíz no se pierdan por la prolongada sequía que afecta a esa región del norte del Valle.  “Temo lo peor, ya que el agua para riego sigue escasa, pues hasta el aljibe  de la finca se secó. Tengo muchas deudas y si pierdo esta cosecha no podré pagarle al banco”, se queja Wilson. Como él, centenares de productores del campo están angustiados, ya que las altas temperaturas causadas por el fenómeno de El Niño, que aunque está en fase moderada, viene   ‘quemando’ extensas zonas agrícolas.  De acuerdo con Fernando Montealegre, ingeniero ambiental de la Universidad Nacional de Palmira, en  la actual temporada seca se han registrado temperaturas de 34 y 35 grados a la sombra, llegando incluso a 38 grados a cielo abierto. Ese comportamiento climático tiene en riesgo las siembras de ciclo corto o recolección semestral como también a cultivos más resistentes a la radiación solar como la caña de azúcar, al provocar un marchitamiento de los tallos. “Lo que está por venir es peor, ya que los pronósticos apuntan a que habrá otro 30% de menos lluvias hacia finales del 2015. El Niño es una realidad”, sostiene.  Por eso, Víctor Vinasco, un agricultor del municipio de La Unión, también sufre. El verano está  'pasmando' la fruta, es decir, que afecta su maduración, lo que finalmente se traduce en una menor calidad, señala. En esa condición  están las siembras de papaya,  melón y sandía, entre otras. “Por el calor  la producción será más baja”, afirma Víctor.  En La Unión,  municipio frutícola del Valle, existen unas 3000 hectáreas de frutales, mientras la vecina localidad de Bolívar dispone de 1500. Hacia el norte en Sevilla, hay dispersas 3500 hectáreas, en especial de cítricos (limón y naranja), que se mezclan con   café y plátano. Todos esos cultivos continúan resistiendo la ola de calor. Tal es el panorama, que el propio Secretario de Agricultura del Valle, John William Alba León, estima que la escasez de lluvias tiene en alto riesgo unas 50.000 hectáreas de cultivos permanentes y de ciclo corto, lo que afectará sin duda la producción agrícola del departamento este año. Al secarse quebradas, aljibes y otras fuentes hídricas, los agricultores han optado por extraer agua del río Cauca para regar. Sin embargo, en algunas zonas del centro y norte del Valle los caudales son tan bajos, que las autoridades ya han ordenado racionamientos del líquido y prohibido su uso para fines agrícolas. Cordillera calienteEl Niño está afectando con particular inclemencia la agricultura de 21 municipios ubicados sobre las estribaciones de la Cordillera Occidental. “Agosto tuvo un 60% de menos lluvias en las laderas frente a los registros históricos, al punto de que muchos de los reservorios de agua se secaron”, dice el funcionario. Entre las localidades que están enfrentando un clima semidesértico, figuran Yumbo, Trujillo, Riofrío, Bolívar, Roldanillo, La Unión, Toro y Ansermanuevo. Plantaciones de frutales, hortalizas, verduras y pastizales en  zonas planas y de ladera están bajo amenaza. Lo peor es que la represa del Brut, que pertenece al Distrito de Riego de la zona está al 25% de su capacidad, y el agua se ha dispuesto  solo para el consumo humano. El río Pescador y la quebrada Platanales que surten del líquido el embalse tienen ahora caudales muy pobres por la escasez de lluvias. De allí que haya dificultades en las cosechas de cultivos de pan coger, tales como maíz, fríjol,  yuca, banano, tomate, hortalizas, plátano, arveja, arracacha y habichuela, cuya menor oferta se ha reflejado en alzas en los mercados. Hasta Caicedonia y Sevilla, tradicionales regiones cafeteras, el Niño ha llegado. Aunque todavía no hay estimativos oficiales, el Secretario de Agricultura anticipa que “habrá problemas en la próxima cosecha por el atraso en la  florescencia,   debido a la falta de agua suficiente y a las altas temperaturas”.  Cabe recordar, que el 60% de  las 65.000 siembras de café están ubicadas en el centro y el norte del departamento. Panorama críticoAunque en algunos municipios se han declarado racionamientos de agua, la seguridad alimentaria se podría complicar eventualmente por la pérdida de  cultivos de los cuales viven las comunidades. Así lo plantea Alberto Ramos, coordinador del Consejo Departamental parta la   Gestión del Riesgo, al poner como ejemplo, la situación que enfrenta el municipio de  Vijes, donde las quebradas que surtían el acueducto se secaron desde hace varios meses. Y lo más crítico, dice, es que las aguas subterráneas en Vijes se   contaminaron, mientras en Zarzal, Obando y Roldanillo, al no contar con una mayor diversidad agrícola y perder   siembras en las zonas de ladera, habrá dificultades. Ramos llamó la atención de los cañicultores, los que dijo siguen utilizando grandes volúmenes de agua para sistemas de riego, “aunque hay una calamidad pública”.  La CVC, afirma, “debería llamarles la atención”. A todo lo anterior, se suman los incendios forestales Según registros de los cuerpos bomberiles, un total de 6039 hectáreas han resultado afectadas, de ellas 985 estaban dedicadas a cultivos comerciales. (Ver mapa).  En cuanto a la caña, Javier Carbonell, director del programa de Agronomía de Cenicaña, advierte que la sequía podría reducir hasta en 20% la productividad de las siembras. Es decir, anota, que se podría pasar de un rendimiento de 120 toneladas por hectárea a 100 toneladas o menos, lo que se traducirá en una menor producción de biomasa y azúcar. Por ahora, 34 estaciones de Cenicaña siguen monitoreando el clima por todo el valle geográfico del río Cauca para conocer los próximos estragos de El Niño. Alerta entre ganaderosA pesar de que el Valle del Cauca no es una región ganadera por excelencia,  esa actividad también presenta dificultades. El  verano también ha arruinado grandes extensiones de pastizales y gramíneas, especialmente del centro y norte del Valle, los cuales  sirven para la alimentación del ganado y la fabricación de forrajes. Según Andrés Sandoval, gerente de la Cooperativa de Ganaderos del Centro y Norte del Valle, Cogancevalle, la temporada seca ha ocasionado una reducción hasta del 40 % en la producción de carne y leche. El  departamento  cuenta al menos con unas 500.000 cabezas de ganado, distribuidas en  10.000 fincas y predios especialmente en Jamundí, Cartago, Bolívar, Tuluá y Bugalagrande. Debido a la poca oferta de agua y pastos, muchos ganaderos han optado por movilizar  sus reses a las zonas de ladera de los corregimientos de Barragán y Santa Lucía, en la cordillera Central.  Otro de los efectos de El Niño es que los ciclos de reproducción se vienen atrasando, ya que el bajo peso de los animales reduce dicha posibilidad. Acerca de la mortalidad en campo se informó que  sido cero a pesar de las actuales circunstancias climáticas. Precisamente para evitar que en el futuro se vuelven a presentar este tipo de riesgos, los ganaderos pidieron al Gobierno establecer un régimen especial de subsidios y otras ayudas para financiar la producción de forrajes y heno. “Una de las alternativas es que se intensifique la ganadería ecológica mediante árboles forrajeros como  matarratón, la leucadena y el botón de oro, que se pueden usar como cercos vivos para que los animales se alimenten de esas especies”, dijo   Andrés Sinisterra, profesional de proyectos de Cogancevalle.

 

Alza en alimentosPor culpa  de la sequía en la última semana  las alzas en 20 productos están afectando el bolsillo de los hogares.Según Oliver  Medina, jefe de precios de  Cavasa, han subido los cotizaciones mayoristas del limón común (88%), el mango tommy (200%), mandarina (50%), arveja verde (120%) y fríjol verde (220%).La habichuela  valluna presenta alza del 150%, mientras la zanahoria se ha elevado un 120%.Debido a la  menor oferta desde las zonas productivas, el ulluco registra un juste del 138%, la  yuca el 100% y un 35%  el maíz amarillo.Por fortuna,  dice Medina, hay por ahora oferta suficiente  de lulo, plátano, banano, piña, tomate chonto, papaya y coco, pero nada está garantizado.

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