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Colombia ya está inundada de dólares, tiene la enfermedad holandesa

El exministro de Hacienda y Agricultura, José Antonio Ocampo, dice que el Emisor debe ser más agresivo para frenar la apreciación del peso.

5 de febrero de 2013 Por: Elpais.com.co | Colprensa y La República

El exministro de Hacienda y Agricultura, José Antonio Ocampo, dice que el Emisor debe ser más agresivo para frenar la apreciación del peso.

Para José Antonio Ocampo, uno de los economistas más prestigiosos del país, la enfermedad holandesa no está a la vuelta de la esquina. Colombia ya está enferma y la fiebre es de 40 grados. El auge de la locomotora minero-energética, además de impulsar el crecimiento de la economía, ha sido uno de los principales causantes de la revaluación del peso, fenómeno que ha provocado el debilitamiento de la industria y la agricultura.Ocampo, quien actualmente es profesor del School of International and Public Affairs de la Universidad de Columbia, afirmó que la medida de aumentar la compra de dólares (intervención cambiaria), que tomó recientemente el Banco de la República, es un ‘pañito de agua tibia’. El también exministro de Hacienda y de Agricultura y excandidato para dirigir el Banco Mundial recomendó medidas más radicales para revertir la tendencia de la moneda más apreciada de la región.¿Hay quienes opinan que el país ya afronta la llamada enfermedad holandesa, usted qué cree?En términos de esa enfermedad tenemos como 40 grados centígrados, la fiebre es altísima.La reforma tributaria va a tener un efecto positivo sobre los sectores que son más intensivos en mano de obra, ya que les reduce los costos laborales. Creo que fue una medida positiva, pero hay que emprender una acción mucho más agresiva en materia de desarrollo y de política industrial.Es tiempo de pensar que hay que dividir de nuevo el Ministerio de Comercio Exterior. Uno no puede tener la política industrial totalmente subordinada a la política de comercio, eso es un grave error.¿Pero piensa que las medidas que tomó el Emisor y anunció el Gobierno van en buena dirección?Veo con satisfacción que este tema, que ha venido martillando por varios años, por fin está más en el centro de atención de las autoridades económicas, pero yo creo que la reversión de la tendencia requiere de otra cosa. Las medidas anunciadas me parecen positivas, pero dados los problemas que se han venido acumulando, hay que ser un poco más agresivos. Primero, los mercados no van a cambiar de tendencia porque el Banco aumente sus intervenciones. Toda la experiencia internacional muestra que el Emisor tiene que dar unas señales absolutamente claras de que quiere superar la apreciación; en otras palabras, que está dispuesto a radicalizar las medidas. Y eso no está sobre el tapete.¿Cuáles serían esas medidas?Sigo considerando que es positivo que las entidades públicas y Ecopetrol no utilicen el financiamiento externo en la magnitud que lo han venido haciendo, pero también hay que darle la misma señal al sector privado y por eso he sido defensor de una regulación a las entradas de capital, los encajes fuertes y hoy en día tienen que estar acompañados de medidas que definan claramente qué es Inversión Extranjera Directa para propósitos de eximirla de un encaje al financiamiento externo.También he propuesto que se establezca un impuesto a las exportaciones en el sector de minería o reinventarnos la retención cafetera, que una parte de los ingresos de los exportadores mineros tienen que conservarse en unos títulos a largo plazo que emite el Banco.Se podría pensar en poner un piso a la tasa de cambio; de hecho, eso fue lo que hizo Suiza con éxito. Colombia tiene la tasa de cambio más sobrevaluada de América Latina sin duda alguna, y por lo tanto es esencial corregir el problema.¿Las medidas del Emisor pueden ayudar a bajar esa fiebre?Por ahora parecen ‘pañitos de agua tibia’ porque la temperatura es inversamente proporcional a la tasa de cambio.El Ministro de Hacienda ha hablado de una tasa de equilibrio de $1.950.¿Cuál cree que es esa tasa?Es más como de $2.100, incluso $2.200. Me parece positivo que haya mencionado una cifra, pero se quedó corto.¿Si no se toman medidas más radicales no se alcanzaría esa tasa de equilibrio en el corto plazo?Yo quisiera que se alcanzara y lo más pronto posible. A mí lo que me preocupa enormemente es lo que está detrás de la revaluación. Es el patrón de crecimiento que vimos el año pasado: un crecimiento basado en minería, en construcción, en servicios financieros, con un rezago notable en el agro e industria y una estructura exportadora que está basada en minerales. Para mí el éxito de la política económica estará dado en la medida en que se quiebre ese patrón y volvamos a fortalecer la industria y la agricultura.Dentro de ese paquete de medidas ¿hay espacio para bajar más las tasas de interés?Sí, hay espacio porque el ambiente internacional sigue siendo muy débil y con grandes incertidumbres. Hay unas certidumbres: la de que Europa se va a contraer nuevamente. La mayor incertidumbre es China y los acuerdos políticos en Estados Unidos.¿Cómo pinta entonces el panorama para los exportadores?Los precios de productos mineros siguen muy altos, por ahí no hay absolutamente ningún problema. Pero en el caso de los productores agrícolas y manufacturas hay dos fenómenos que son críticos: la tasa de cambio y lo que pase con el comercio regional, particularmente con Venezuela.¿Qué piensa de las medidas proteccionistas que se han dado?Me parece que esas ayudas pueden ser positivas, pero hay que hacerlo lo menos discriminatorio posible, porque no todos los sectores están afectados igualmente por la revaluación.¿Cuál es su pronóstico de crecimiento del PIB para este año?Con suerte, pienso que este año la economía podrá crecer entre 4 % y 4,5 %.¿Cuáles son los principales riesgos de la economía en 2013?Una y otra vez, tasa de cambio, tasa de cambio y tasa de cambio.

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