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La agroindustria azucarera y de la caña es hoy un importante soporte de la economía vallecaucana a lo largo de la cuenca hidrográfica del río Cauca. | Foto: Especial para El País

VALLE

Caña, frutas y café, el motor que impulsa el crecimiento del Valle

El desarrollo de la agroindustria ha permitido que el departamento tenga nueve ciudades de más de 100.000 habitantes, las cuales cuentan con mejores indicadores de calidad de vida. El año pasado el sector agropecuario lideró el crecimiento de la economía regional.

12 de septiembre de 2021 Por: Redacción de El País

Solo con hacer un recorrido por los municipios del Valle del Cauca se puede calcular el impacto de la agroindustria para la población y para los territorios.

Hacia Candelaria, Florida y Pradera, el camino es decorado por los cultivos de caña; hacia Palmira, Cerrito, Buga, el panorama es similar; más hacia el norte el dominio lo tienen los cultivos de frutas, en poblaciones como Roldanillo o La Unión y ahora en Bolívar el crecimiento de sembrados de aguacate cambian el panorama en esta zona.

El Valle tiene más de 350.000 hectáreas sembradas para la producción agrícola; 240.000 de caña en toda la zona plana; 53.000 hectáreas de café; 36.000 de frutas y 28.000 de plátano, según datos de la Secretaría de Agricultura, esto sin incluir cultivos de hortalizas y otros no permanentes.

“La región se desarrolló urbanística y económicamente por el sector de la agroindustria; la caña fue y sigue siendo el cultivo más importante y gracias a eso se aceleró el crecimiento de muchos municipios. Palmira, creció por la cercanía de los ingenios Manuelita y Providencia; Tuluá con el ingenio San Carlos; La Paila, con Riopaila Castilla”, comentó Andrés Mejía, director de la Asociación de Agricultores del Occidente Colombiano, Adagro.

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Recordó que la caña ha generado mucha riqueza por su impacto en las cadenas productivas, no solo requiriendo mano de obra sino por la prestación de muchos servicios, por ejemplo, talleres mecánicos, demandando insumos, generando la apertura de colegios, lo que ha llevado a que los municipios en los que tiene presencia la caña haya una oferta comercial para satisfacer la demanda del sector y de la población. Alrededor de esto se desarrolló un departamento con un conjunto de ciudades con mejores condiciones de calidad de vida. El Valle cuenta con 9 municipios con más de 100.000 habitantes.

Pero esto no surgió de la noche a la mañana. La consolidación de la estructura productiva del Valle está ligada a la fortaleza del sector agroindustrial cuya historia data de hace más de 100 años cuando, gracias a las obras de infraestructura que se hicieron para evitar que los terrenos se inundaran, la zona plana del departamento se volvió apta para la siembra de cultivos a lo largo del el Valle geográfico del río Cauca.

En ese entonces los principales productos eran: arroz, caña, café, maíz, sorgo y granos que abastecían a los distintos municipios del departamento. Para 1960, explica Carlos Andrés Pérez, director Económico de la Cámara de Comercio de Cali, el país vivió una bonanza cafetera, de la cual el Valle sacó provecho, no solo aumentando siembras en el norte sino porque el 80% de las exportaciones del grano salían por Buenaventura.

Esto estuvo acompañado del desarrollo industrial y de la investigación con la creación de entidades como Cenicaña, que en el caso de este cultivo llevó a que el Valle y Colombia tuvieran la agroindustria más productiva del mundo y más eficiente en el uso del agua para riego. Asimismo, hoy este sector no solo elabora azúcar sino etanol, produce energía, está en la sucroquímica y en muchos otros negocios relacionados.

De acuerdo con datos de Asocaña, 280.000 personas en la región dependen de la agroindustria de la caña, hay 15 ingenios que cogeneran 1710 gigavatios de energía, usan al año 6,4 millones de toneladas de fibra destinado a la producción de papel y energía eléctrica, térmica y mecánica.

Además, según un estudio que hizo Fedesarrollo, los impuestos pagados por los ingenios en los municipios de su área de influencia, representan en algunos casos más del 50% de los ingresos tributarios de estos municipios. En Miranda, Cauca, por ejemplo, este indicador es de 72%.
Asimismo, según el Dane, la agroindustria de la caña de azúcar demanda insumos por un valor superior a los $5 billones promedio al año y paga salarios por un monto superior a $900.000 millones. Esto sin contar, que en los municipios donde esta industria tiene presencia hay mayor cobertura en educación y salud, mejor nivel salarial y mayor calidad de vida, de acuerdo con el estudio de Fedesarrollo.

De esta manera, hoy el Valle del Cauca, que cuenta con el 2% del territorio nacional, es el principal departamento en exportaciones agroindustriales del país con una participación del 21,4% del total de las ventas externas del sector, con datos del primer semestre de 2021.

“La agregación de valor y la sofisticación fueron permitiendo que la productividad alcanzara niveles importantes y destacados en caña. Ahora también los vemos en el cluster de proteína blanca, que ya cuenta con centro de investigación y hoy esta región, incluida el norte del Cauca, es el principal productor de huevo y pollo con una participación del 30% de la producción nacional”, recordó Pérez.

El futuro

El centro y norte del Valle del Cauca es un gran productor de frutas, con las que se abastece el mercado interno y otras zonas del país, especialmente de cítricos. En la región hay sembradas unas 6.600 hectáreas con este tipo de cultivo.

Pero desde hace unos años vienen ganando espacio otros cultivos de frutas orientadas hacia los mercados externos, gracias a la llegada de inversión extranjera, en especial de Perú, México y Chile.

Para Carlos Andrés Pérez, esto es muy importante porque los inversionistas vienen con experiencia, tecnología y conocimiento que trasladan a la región.

Por ejemplo, hay peruanos que están experimentando en el departamento con el cultivo de arándano, trayendo toda la experiencia de su país. “Ellos han aprendido mucho del tema y ven en el Valle del Cauca un potencial muy importante porque ya tenemos procesos agroindustriales con buenos desarrollos”, comentó María Eugenia Saavedra, directora de la Sociedad de Agricultura y Ganaderos del Valle.

Una de las frutas de más crecimiento en los últimos años es el aguacate. Hoy la región tiene casi 8000 hectáreas con este cultivo y siguen llegado inversionistas interesados en sembrar.

Este año el aguacate se convirtió en la principal fruta de exportación del Valle, entre enero y junio se vendieron al exterior US$8,1 millones, de los US$15 millones que en total se comercializaron en frutas para el mercado internacional en frutas, según datos de Procolombia.

Esto no solo genera divisas sino que cambia la vida de los habitantes de los municipios productores.

Por ejemplo, destacó el director de Adagro, Andrés Mejía, que en poblaciones como La Unión, el desempleo antes de la pandemia llegaba al 5%, una cifra muy baja debido a que la presencia del grupo Grajales y otras empresas procesadoras de frutas demandan una parte importante de la mano de obra de esa zona.

“Otro ejemplo, es lo que sucede en El Dovio, hace solo tres años llegó la compañía holandesa Floriuos y hoy en día es el mayor generador de empleo del este municipio. Empleo formal para madres cabeza de hogar que capacitan, además traen tecnología y conocimiento. Esto hace que la gente mejores sus condiciones, haya acceso a vivienda nueva y más oportunidades comerciales”, comentó.

Las flores se convierten en otra alternativa para la región.

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