Panamericanos Júnior en Cali: América se suma a la apuesta por el deporte joven

La concesión este miércoles a Cali como sede de la primera edición de los Juegos Panamericanos Júnior, que se disputarán en 2021, suma al continente americano a la apuesta por los deportistas jóvenes, esos que corren el riesgo de perderse en el paso al profesionalismo si no cuentan con los apoyos necesarios.

América es el cuarto continente que crea, con denominaciones que varían en cada caso, una suerte de Juegos de la Juventud destinados a atletas de hasta 18, 20 o 22 años, según el caso, edades a las que en deportes como la natación o la gimnasia puede ya haber competidores de talla mundial.

El presidente de Panam Sports, el chileno Neven Ilic, promotor de la idea de los Panamericanos Júnior, explicó que hay en los países de América "una generación que queda un poco abandonada por falta de recursos", porque estos se destinan generalmente a las grandes competiciones. Los Juegos Júnior obligarán a instituciones públicas y deportivas a diversificar las prioridades.

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El propio Comité Olímpico Internacional (COI) vio esa necesidad cuando creó en 2010 los Juegos Olímpicos de la Juventud, cuya última edición, en 2018 en Buenos Aires, supuso una revitalización y un cambio de carácter, con más deporte en la calle y menos en los estadios, que la cita estaba pidiendo a gritos.

América ya tenía una versión regional con los Juegos Suramericanos de la Juventud, para chicos y chicas de 14 a 17 años. Lima 2013 y Santiago 2017 fueron las primeras sedes, Rosario (Argentina) lo será en 2021.

Europa no dispone de unos Juegos de la Juventud así denominados. De hecho, es el último continente que se dotó de unos Juegos continentales de categoría absoluta. Los Juegos Europeos se bautizaron en Bakú en 2016 y este año, en junio, pasarán su reválida en Minsk.

El equivalente a unos Juegos de la Juventud que hay en Europa es el Festival Olímpico de la Juventud Europea, con versión de verano, desde 1991, y de invierno, desde 1993. Tiene carácter bienal.

Su última convocatoria estival, en Györ (Hungría) en 2017, contó con un programa de diez deportes y una participación de 3.600 atletas.

Presume de haber contado entre sus participantes con futuros campeones olímpicos como Pieter van den Hoogenband o Carolina Kluft.

Los Juegos Asiáticos de la Juventud comenzaron a disputarse en el año 2009 con Singapur como sede. Su siguiente edición, en 2013, se fue a Nankín (China). Curiosamente, esas dos ciudades fueron en 2010 y 2014 las respectivas sedes de los I y II Juegos Olímpicos de la Juventud, cuyos organizadores hicieron en ensayo general un año antes con la versión continental, más reducida.

Pero la cita juvenil asiática sufrió una interrupción inesperada en 2017 cuando la ciudad elegida, Hambantota (Sri Lanka), fue despojada de sus derechos por injerencias políticas en su autonomía deportiva.

El Consejo Olímpico de Asia pensó entonces en Indonesia, para que probase las instalaciones que iba a emplear en 2018 en los Juegos Asiáticos absolutos, con sede en Yakarta y Palembang. Pero no se llegó a un acuerdo y se optó por cancelar la edición de 2017 y preparar con más tino la de 2021. China volverá a dar cabida a los jóvenes deportistas asiáticos, en esta ocasión en Shantou.

El continente africano, que dispone de Juegos de categoría absoluta desde 1965 -el próximo agosto celebrará en Marruecos su duodécima edición-, se sumó en 2010 a la versión juvenil. Rabat (2010), Gaborone (2014) y Argel (2018) han sido hasta ahora las ciudades anfitrionas y Maseru, la capital de Lesoto, lo será en 2022.

En ese mismo año África vivirá su momento olímpico de gloria cuando organice en Dakar los Juegos Olímpicos de la Juventud, primera competición de carácter olímpico universal concedida al continente.

No hay Juegos de la Juventud en Oceanía, aunque hay planes más o menos avanzados para organizar juegos juveniles en la zona Asia-Pacífico.

El principal país por peso deportivo del continente, Australia, organizó entre 2001 y 2013 un Festival Olímpico de la Juventud para mantener viva la llama de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.