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Eléider Álvarez, boxeador colombiano y seguidor del América. | Foto: Fotos: Top Rank Boxing

BOXEO

Eléider Álvarez regresa este sábado al ring buscando una nueva chance por el cetro mundial

El estadounidense Joe Smith será el rival del pugilista colombiano en el combate que será en Las Vegas.

22 de agosto de 2020 Por: Colprensa - El Colombiano

Han pasado 212 días desde la última vez que Eléider Álvarez subió a un ring a combatir. Pareciera tanto tiempo y una inactividad injustificada para un peleador como el excampeón mundial semipesado que bien podría decirse que es hasta arriesgado pensar en un retorno ahora en plena pandemia teniendo en frente la posibilidad de otra pelea de campeonato.

Pero él es todo optimismo. Ni se queja porque, ante el cierre de gimnasios y la prohibición para realizar entrenamientos con contacto directo (cuerpo a cuerpo) con otros púgiles, en este caso sparrings (ayudantes), llegará a un combate eliminatorio de título con poco trabajo de campo, es decir asaltos de preparación. Igual, el rival también.

El Colombiano dialogó con “Storm” (Tormenta), como se le conoce en el mundo del boxeo a Eléider, quien reside en Montreal, Canadá, y realizó su última confrontación el 18 de enero de este año, superando a Michael Seals por nocaut en el séptimo round y ahora dice estar listo para el pleito que sostendrá este sábado 22 (10:00 p.m. de Colombia) ante el estadounidense Joe Smith Jr. (25 ganadas, 3 derrotas).

La riña que determinará cuál de los dos peleará, en la siguiente pelea, por la corona vacante de la Organización Mundial de Boxeo (WBO, por sus siglas en inglés), se cumplirá en uno de los templos del pugilismo mundial: el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, Nevada, EE. UU.

¿No es un riesgo, en especial porque usted tuvo recién una lesión de hombro y no ha tenido mucho contacto de guantes en los entrenamientos previos?

“Son cosas que suceden, la pandemia ha impedido muchas actividades, no solo para mí. Se han tenido dificultades en especial después de mayo, luego del problema que tuve que me sacó quince días, y en la recta final de la preparación la falta de autorización para hacer deporte que aquí se respeta mucho. Y, en efecto, tuve poco trabajo con sparrings, pero no me quejo, creo que llegaré bien al combate”.

Se podría decir que compensa ese punto tan vital con la experiencia, ¿o qué?

“Bueno, en efecto, después de mantenerme en forma en casa y luego en el gimnasio, cuando se autorizó su apertura en Montreal, se ha tenido una preparación importante. Creo que soy un peleador de 36 años y muchísimos rounds encima, incluyendo toda mi carrera aficionada. Entonces considero que tengo la veteranía suficiente para suplir esta situación que es realmente atípica en el trabajo para una pelea tan importante. Sé cómo manejar todo esto”.

Ya a estas alturas, a poco de la contienda lo que “fue, fue”, como dicen por ahí, no hay tiempo de llorar, ¿se siente pleno?

“Soy optimista de mi preparación. Fue intensa, buena. Igual si algo faltó, soy un boxeador que yo mismo me motivo en especial cuando siento que estoy bien. Y así estoy hoy, contento y a la espera de la pelea”.

Sin disculpa alguna, que faltó algo, que no se hizo esto...

“Usted me conoce, sabe de mi disciplina y entrega al trabajo. Si algo falla es porque el rival fue superior o me equivoqué en el ritmo de pelea; no voy a decir nunca que me falta algo y menos cuando un pleito está cerca. Si me faltó algo, ya no hay tiempo de arreglar nada, no habría nada que hacer”.

Y el tema más bravo en el previo: el peso (estar cerca del límite de la división: 175 libras), ¿qué tal?

“Estoy al cien por ciento, desde que me sienta bien ya sé que estoy cerca del peso. Gracias a Dios estoy contento, aprendí muchas cosas de mi última derrota (cuando perdió el título con Sergey Kovalev, por decisión, en febrero de 2019), lo vengo haciendo bien, no hay problema”.

Entonces, todo mejoró pese a las limitantes por la pandemia..

“Se superaron esos días difíciles en los que no se tenía al entrenador en persona, todo por internet; sin embargo, el tenerlo ya en la fase final brinda seguridad y todo se normaliza. Es una garantía tener a la persona que lo va guiando a uno, las cosas se hacen más fáciles, pues se tiene a la gente que presiona, anima y brinda indicaciones, porque uno puede ser del más alto rendimiento pero si no tenés a la mano tu equipo de trabajo no va a dar el mejor resultado final”. .

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