Cultura
La Alameda le cantó a Basilia, así se vivió la emotiva despedida a la matrona de la gastronomía vallecaucana
Con flores y cánticos, cientos de personas despidieron a la matrona de la gastronomía, Basilia Murillo, la mujer que conquistó los paladares colombianos con su sazón.
Por redacción de El País.
Ayer, 15 de mayo, amigos, familiares y compañeros se despidieron de la matrona de la gastronomía, Basilia Murillo, quien conquistó el paladar de propios y visitantes en su restaurante ‘Basilia Comida Típica Valle Pacífico’, ubicado en la famosa galería de la Alameda durante más de 40 años.
Se fue dejando un gran vacío en la cultura caleña y entre quienes la conocieron, siempre sonriente, trabajando en la Plaza de Mercado de Alameda, la que fue su segunda casa desde que llegó a Cali.
Fue justo ahí, en la entrada de esa tradicional plaza, donde una multitud de personas le rindió un sentido homenaje. Por casi media hora, el cuerpo de Basilia Murillo reposó en aquél lugar, tal como habría querido que fuera su despedida.
Con rosas blancas, y a ritmo de marimba y cánticos del Pacífico, y con canciones como ‘Amigo’ de Roberto Carlos, ‘Yo te extrañaré’ del Tercer Cielo y sus tradicionales alabaos, los asistentes unieron sus voces para darle las gracias a una de las mujeres más importantes de la gastronomía colombiana, un reconocimiento no solo a su inigualable sazón, sino a su actitud amable y resiliente.
“Ella fue siempre amable, con una gran sonrisa, dispuesta a atender a todo el mundo. Podía estar muy atareada, pero si una persona se le acercaba para pedir o preguntarle algo, ella paraba y lo atendía de la mejor manera. Creo que esa es la gran enseñanza que nos deja”, dijo Martha Jaramillo, propietaria del Restaurate Ringlete, y quien fue amiga por más de 20 años de Basilia.
Como Martha, muchos recordaron a la chocoana como una mujer entrañable, siempre dispuesta a compartir sus conocimientos, a tener las puertas de su restaurante abiertas para todo aquel que deseara deleitarse con la comida tradicional del Valle del Cauca, y por supuesto del Pacífico colombiano.
“Deja una historia plasmada en la gastronomía del Pacífico. Ella fue una maestra para nosotras, las cocineras de la Alameda”, contó Mercedes López, cocinera de la plaza de mercado. Y como ella, otras muchas se sumaron al dolor de perder a la matrona. “Desde ya se puede sentir la soledad de no tenerla”, mencionó María Magdalena Cardona, quien desde hace treinta años tiene un puesto de comidas al lado de Basilia.
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