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Frances 'Poppy' Northcutt, primera mujer en hacer parte de una Misión de Control del Apolo. | Foto: Especial para El País

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Hablamos con Frances 'Poppy' Norhtcutt, la mujer gracias a la cual el hombre llegó a la luna

Frances ‘Poppy’ Northcutt fue la primera mujer en hacer parte de una Misión de Control de la Nasa. Ahora es una activista por los Derechos de las Mujeres en todo el mundo.

21 de julio de 2019 Por: Yefferson Ospina, / Periodista de Gaceta

Un pequeño paso para un hombre, pero un gran paso para la humanidad, dijo Armstrong luego de convertirse en el primer hombre en caminar sobre la extraña y fascinante superficie lunar.

Un pequeño paso, una huella de líneas paralelas que, sin embargo, había de erigirse como símbolo eterno o, al menos, que habrá de durar tanto como dure la raza humana: el hombre se había probado a sí mismo que podría llegar hasta esos cuerpos lejanos y misteriosos que flotaban en lo remoto, más allá de todo lo conocido.

Sin embargo, en el mismo momento en que Armstrong alteraba con su minúscula huella la superficie de la Luna, aquí, a miles de kilómetros de él y a cientos de kilómetros de quienes lo veían todo en la televisión, otra revolución que aún no termina empezaba y era una mujer su hacedora.
Se llama Frances Northcutt, le dicen ‘Poppy’ y en julio de 1969, cuando tenía 25 años, ya era la primera mujer en la historia de la ciencia en hacer parte de la Misión de Control del programa espacial Apolo, que llevó los primeros hombres fuera de la órbita lunar y a los primeros hombres a la Luna.

En 1965, luego de graduarse como matemática de la Universidad de Texas fue contratada por la Nasa para ejercer como “computadora”, una entre tantas otras mujeres - muchas de ellas negras - que realizaban los cálculos, pedidos por los hombres, claro, para poner en funcionamiento todo el engranaje necesario del programa espacial.

Lo muestra perfectamente la película ‘Talentos ocultos’ de 2016, que cuenta la historia de las mujeres que hacían los cálculos matemáticos pedidos por los hombres, pero que permanecieron siempre en la sombra.
Las llamaban las ‘Computress’ algo así como las ‘Computrices’. “Un título realmente muy extraño. No solo nos asumían como unas computadoras, sino como unas computadoras sexualizadas”, dijo ‘Poppy’ en una entrevista publicada por la revista Time.

‘Poppy’ junto a su equipo se encargó de diseñar la trayectoria de retorno a la tierra del Apolo 8, la primera misión tripulada en sobrepasar la órbita terrestre.

Hizo parte esencial de la Misión de Control del Apolo 13 y ayudó a desarrollar el programa computacional para traer sanos y salvos a los astronautas de esa misión luego de que uno de los tanques de oxígeno de la nava explotara. Luego formó parte de la Misión de Control del Apolo 11.

Hizo demasiadas cosas en unos años en los cuales la propaganda comercial saturaba las pancartas callejeras y los avisos de las revistas con imágenes de mujeres lavando platos en la cocina. Un cráter de la Luna lleva su nombre, le fue entregada la Medalla Presidencial por la Libertad y se convirtió también en una de las activistas más importantes por los derechos de las mujeres en Estados Unidos.

Ahora que se cumplen 50 años del alunizaje y que el mundo observa hacia atrás la hazaña que modificó para siempre nuestro modo de mirar hacia las estrellas, hablamos con ‘Poppy’ a propósito de su épica personal que aún no termina, y del documental ‘Apolo 11’, que se puede ver hoy en cines, y que que recrea con imágenes y audios inéditos la epopeya que impregnó la huella mínima y frágil de un pequeño hombre sobre la faz de la blanca luna.

¿Cómo fue el proceso que la llevó a usted a ser la primera mujer en la historia en hacer parte del mando de control de una misión de la Nasa?
Fue una experiencia maravillosa, realmente muy desafiante desde el punto de vista técnica, pero también desde el punto de vista de llegar a un lugar en el que la gente es tan diferente a ti. Fue desafiante en diversos niveles.

¿Y qué fue lo más difícil para usted de entrar a hacer parte de este equipo de personas que eran todos hombres?
En realidad, la parte más difícil de todo esto no fue el hecho de trabajar con hombres en la Misión de Control. Fue mucho más difícil tener que lidiar con los medios de comunicación de ese tiempo, porque eran realmente muy sexistas y excluyentes con las mujeres. Siempre me sentía muy incómoda con la gente que llegaba a ver el trabajo en la Nasa y de algún modo se sentía en shock al percatarse de que una mujer estaba en la Misión de Control. Y toda esta incomodidad se convertía en una situación muy difícil para el trabajo. Pero tuve que acostumbrarme a ser la única mujer en el salón, trabajando en un campo técnico, pues lo hice durante muchos años, y en realidad hacer parte de la Misión de Control aunque era para mí un nuevo ambiente, no era del todo desconocido y sabía muy bien en qué condiciones debía trabajar en medio de los hombres.

Usted es una activista por los Derechos de las Mujeres en Estados Unidos, pero antes de preguntarle por su trabajo como activista, me gustaría que me cuente cómo han cambiado las cosas para las mujeres en Estados Unidos desde los años 60...
Muchas cosas han mejorado mucho, pero otras están completamente igual, y sin duda otras son peores. Creo que muy probablemente es algo que pasa a nivel global, no solo en los Estados Unidos. Nosotros tenemos en el Programa Espacial una gran representación de mujeres desde hace más de 50 años, y aunque no es muy común ver que se conviertan en controladoras de vuelos o directoras de vuelos, tenemos mujeres que han sido integradas en el grupo de astronautas, así que ha habido un gran progreso en ese sentido. Por otro lado, hablo de un tema que es muy importante ahora gracias al equipo de fúbtol ganador del Mundial Femenino, el desequilibrio de los salarios. Las jugadoras de fútbol tienen salarios muy inferiores a los que reciben los jugadores hombres, cuando el equipo de mujeres es muchísimo mejor que el masculino. Así que los bajos salarios son una realidad que afecta más a las mujeres en este país y creo que en todo el mundo. Y creo que hay un asunto con las redes sociales que realmente está llevando las cosas de mal a peor, y es el mecanismo con el cual operan. Las mujeres sufren mucho acoso sexual desde muchos lugares a través de las redes sociales. Y eso supera todo lo que las mujeres experimentaron en los años 60 y 70, porque cuando vivías en esos años, si tú eras acosada, al menos sabías quién te estaba acosando, sabías quién te estaba siguiendo. Hoy, no necesariamente tienes esa información.

¿Cómo es ser una activista por los Derechos de las Mujeres bajo la administración de Donald Trump?
Es realmente muy desafiante, pero no solo para las mujeres, sino también para los migrantes y para la gente de color.

¿Cómo recuerda la experiencia de ser parte de las misiones del Apolo en la Nasa?
Fue una aventura genial, por un lado, y por otra parte fue demasiado trabajo. Recuerdo muy bien que todo el tiempo nos estábamos preguntando si estaba bien hacer esto, si estaba bien lo otro, si esto que hicimos estaba bien o no. Mi mayor recuerdo de esos días es estar trabajando, trabajando, mucho, hora tras hora, y no creo que eso fuera inusual. Nosotros aceleramos la planeación del Apolo 8, que fue el primero que llevó un hombre fuera de la órbita de la tierra, y las otras misiones llegaron muy rápidamente después de esa. El Apolo 8 se hizo en diciembre 21 de 1968, y luego tuvimos el Apolo 9, 10 y 11 antes del verano de 1969, lo cual fue realmente muy acelerado. Creo que cualquiera que hubiera estado cerca al equipo que trabajó en las misiones no hizo nada más que trabajar y trabajar durante esos días, y en muchos casos decidíamos descansar en el lugar de trabajo para evitar desconcentrarnos.

Usted ha dicho en varias ocasiones que lamenta que Estados Unidos no tenga una colonia en la Luna y dependa de Rusia para transportar equipo a la Estación Internacional. ¿Cuál cree que debe ser el próximo paso en el programa espacial?
Yo creo que sin duda una de las cosas que necesitamos es más cooperación internacional, y que como un asunto internacional necesitamos volver a la luna y luego llegar a Marte. Necesitamos plantear soluciones internacionales. Ahora, que podamos tener cooperación internacional alrededor de este tema es una cosa completamente diferente. El gran desafío si deseamos llegar a Marte es mejorar nuestra capacidad tecnológica para hacerlo.

Los medios de comunicación la han llamado a usted un ícono del feminismo. ¿Usted se considera así misma de esa manera?
Realmente no sé si soy un ícono feminista, pero he trabajado por los Derechos de las Mujeres por 50 años y supongo que eso haría que fuera algo parecido a una luchadora icónica.

Hablemos de la película ‘Apolo 11’, ¿en su concepto, qué es lo más impactante que este documental tiene?
Pues mira, si puedes preguntarle a alguien que recuerde muy bien el lanzamiento del Apolo 11 y todo lo que se mostró en la televisión, trata de ir con él a ver la película. Porque eso sin duda va a volar su mente. Claro, va volar también tu mente. Es increíble el trabajo que han hecho con todas esas imágenes que no han sido vistas nunca antes, con los audios que fueron descubiertos para la realización del filme. El productor y el realizador del documental mejoraron las imágenes a unos niveles que no eran posibles hace 50 años, sin contar con que todos los equipos con que se pueden ver las películas ahora han mejorado muchísimo, como las pantallas, el sonido, etcétera. Ver este documental es realmente una experiencia maravillosa de lo que sucedió hace 50 años. Cuando vayas a la película, vas a sentir como si estuvieras al lado del lugar del lanzamiento.

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