¿Qué pasó con las obras de la Terminal Sur del MÍO?

Luego de ocho meses de suspensión de obras, el futuro de la Terminal Sur del MÍO sigue en el limbo por la espera de un estudio ambiental que debe realizar la Universidad del Valle. Mientras tanto, la comunidad tiene opiniones divididas sobre los impactos que ha generado el atraso del proyecto.

“Nos preocupa porque la obra se anunció con bombos y platillos, aunque ha habido oposición de algunos vecinos, y ahora eso se quedó como abandonado. Los que vivimos en el sector de acá, que cada vez crece y crece y hay unidades y unidades estamos viendo que la movilidad está tremendamente difícil, salir del Sur a las 7 de mañana es una odisea, entonces si considero que es necesaria la obra”, manifestó Jaime Navia, habitante de Senderos del Lili.

Según Rocío Ruiz, presidenta de la Junta de Acción Comuna, JAC, de la Urbanización Lili, la suspensión de la obra les ha traído problemas de inseguridad, “porque la polisombra que encierra el área de trabajo sirve para que los ladrones se escondan detrás de eso”. Sin embargo, la líder aseguró que ya hubo un acercamiento con la Alcaldía y se acordó mejorar aspectos como la iluminación, la poda de árboles y se revisarán tanto las cámaras como las alarmas comunitarias.

Asimismo, Ruiz destacó que aunque ya se van a completar dos años con el proyecto en curso y su lento avance, es pertinente esperar los estudios que determinarán el impacto ambiental que generaría la terminal en esa zona.

“Gracias a la acción popular que se colocó con más de 4000 firmas eso está parado esperando el estudio de impacto ambiental de Univalle, sabemos que el estudio está adelantado, lo que no sabemos es por qué no lo han entregado”, precisó Ruiz.

Por su parte, Edwin Mejía, presidente de la JAC Polígono Lili, lamentó que no se haya permitido el desarrollo normal del proyecto y expresó que hoy la zona presenta problemas de movilidad cada vez más difíciles.

“Un grupo de habitantes del sector de Valle del Lili siempre hemos apoyado la obra, no colindamos con esta directamente, pero sí nos gustaría que las cosas se retomaran, porque esta obra es motor de impulso y generaría impacto en la movilidad de toda la comuna”, expresó Mejía.

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La construcción de la Terminal Sur del MÍO, que se ha ejecutado en medio de varios tropiezos, está suspendida desde junio del año pasado, cuando el Consejo de Estado ordenó completar un estudio de impacto ambiental, a cargo de Univalle, antes de continuar la obra.

Uno de los temores de la comunidad es la afectación del bosque seco tropical y del humedal El Cortijo, que se encuentra en la zona donde se levantará la estructura de la terminal.

Hasta la fecha en que quedaron frenados los trabajos, el avance general de la obra alcanzaba solo un 9%. Se alcanzó a colocar la base asfáltica de la calzada oriental de la Calle 42, y en la Carrera 99 se estaba trabajando en la construcción de redes de alcantarillado. Asimismo, en la zona de expansión (donde la comunidad teme el mayor impacto ambiental), se realizaron actividades de aprovechamiento forestal.

“Metrocali ha hecho todo el esfuerzo y todo lo humanamente posible para poder finiquitar una obra que tiene tres objetivos: la terminal del Sur, que logra suplir la estación Universidades, que ya se nos quedó corta para una prestación óptima de servicio; dos, una estación de paso; y tres, la extensión vial de la Calle 42. Esta es la magnitud que tiene este proyecto para resolver temas de movilidad en el sur de Cali”, explicó Nicolás Orejuela, presidente de Metrocali.

El funcionario recordó que este fue un proyecto que recibió adjudicado y suspendido “y lo que hemos hecho desde que llegó la Administración es tratar de resolver cada uno de los inconvenientes que se ha dado”.

El presidente de Metrocali añadió que al igual que la comunidad espera que se resuelva el futuro de la obra, pues entre otras cosas, el contratista (Sainc S.A.) ya ha manifestado intenciones de demandar.

“No podemos dejar a la ciudad en este limbo, nosotros queremos y hemos cumplido todos los requisitos que nos ha exigido la ley, queremos que nos den vía libre para arrancar, pero está sujeto a una decisión de un juez y esperamos que los jueces tomen una decisión lo antes posible”, agregó.

Y sobre el estudio de Univalle, Orejuela manifestó que “entendemos que ellos han solicitado unas ampliaciones de los plazos y estamos pendientes”.

La última fecha que se pactó contractualmente para la entrega de la Terminal Sur fue abril de este año, pero debido a los enredos que se han presentado, hoy no hay claridad sobre el cronograma del proyecto que impactará a las comunas 17 y 22, directamente: “podríamos pensar que la extensión vial de la Calle 42 es una obra que alcanzaría a finiquitarse este año”, aseguró el presidente de Metrocali.

En repetidas ocasiones El País intentó obtener una respuesta de la Univalle sobre el tema, pero no hubo pronunciamiento.

Contrato

El 27 de diciembre del 2016 se suscribió el acta de inicio del contrato de obra de la Terminal Sur del MÍO entre Metrocali y Sainc S.A. , con un plazo total de ejecución de 24 meses. El costo del proyecto se pactó en 60.930 millones de pesos.

Suspensión
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Los líos jurídicos por la propiedad del terreno donde se construye la terminal tuvieron la obra suspendida desde enero hasta mayo del 2017. A partir del 9 de mayo del 2017 se reinició el contrato de obra y se pactó la fecha de terminación para el 24 de abril del 2019.

Icanh interviene
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A partir de agosto del 2017 empezaron a ejecutarse los primeros trabajos, en medio de oposición y protestas de la comunidad. En septiembre el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Icanh, suspendió las obras exigiendo un plan de manejo arqueológico.

Reactivación
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En noviembre del 2017 el Icanh levantó la suspensión temporal de la obra, mientras se adelantaba el plan de manejo arqueológico, y Metrocali reinició las labores con trabajos de cambio de redes sobre las conexiones troncales de la Calle 42 y la Carrera 99.

Otro lío
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En junio del 2018, el Consejo de Estado ordenó suspender por tres meses las obras, mientras se completaba un estudio de impacto ambiental, a cargo de Universidad del Valle. Hasta la fecha no se conoce nada oficial sobre el informe de la Universidad.

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