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Coqueteos casuales | Foto: El País

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Las otras infidelidades que van más allá de lo sexual

La infidelidad no se basa únicamente en el sexo, hay otras formas de practicarla o llevarla a cabo aún sin que haya intimidad con un tercero. ¿Está usted traicionando a su pareja?

7 de octubre de 2018 Por: Redacción de El País 

Aunque se suele creer que las infidelidades son sexuales, también hay otro tipo de traiciones a la lealtad en pareja que no involucran la intimidad. En tiempos de redes sociales y de smartphones, psicólogos y sexólogos consideran que, incluso, intercambiar charlas y fotos con contenido romántico o sexual por WhatsApp o otro tipo de plataformas, es considerado desleal.

Hay parejas que han concluido su relación por la dedicación de alguno de los integrantes por cine para adultos, o porque llegan a enterarse de algún flirteo casual de su pareja con alguien de la oficina, o hasta por omitir un dato tan importante como el sueldo o alguna transacción comercial que puede afectarlos a ambos.

Hay algunas señales de advertencia para saber si se está cayendo en una infidelidad emocional (no sexual), de acuerdo con un artículo publicado en la página www.milenio.com en su sección de Ciencia y Salud, y son: soñar frecuentemente con otra persona que no es su pareja, desear mantener relaciones con ese otro y enviar mensajes de texto con contenido emocional.

Recientemente el portal de noticias CNN publicó una encuesta en su página de Facebook en la que preguntaba a los lectores ¿Cuándo comienza la infidelidad? Obtuvieron 2000 respuestas. 47 % de los que respondieron a la misma, opinaron que la infidelidad empieza cuando una persona envía correos electrónicos y mensajes de texto a otro sin el conocimiento de su pareja y sólo un 20 % dijo que ser infiel es tener relaciones sexuales con alguien distinto a quien amas. El 13% dijo que es besarse con alguien ajeno a la pareja y el 11 % admitió que el engaño inicia con el coqueteo.

Bastante significativo es que el 80% de los juicios de divorcio que llegan a tribunales se inician con pruebas informáticas, como mensajes de texto, correos electrónicos, chats o redes sociales. Para algunos : “¿Si tú tienes una pareja qué necesidad tienes de coquetear con otro?”. ¿Usted qué opina?

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En... redados

Intercambiar conversaciones y fotos con contenido sexual o romántico por WhatsApp o redes sociales con personas que le gustan, pero tienen pareja, es considerado una infidelidad no sexual. Y es que la infidelidad se inicia mucho antes del contacto físico, solamente con el inicio de la posibilidad de un tercero ya se puede advertir que está por darse. Cuando una tercera persona se convierte en el objeto de deseo sexual de uno de los miembros de la pareja, es inminente que se está rompiendo ese concepto de relación que supone un contrato de exclusividad tanto afectiva como sexual.

Coqueteos casuales

Algunas personas consideran que la infidelidad no necesariamente incluye sexo, sino que el solo hecho de sentir algo por otra persona fuera de la pareja es una traición.

La infidelidad afectiva es aquella en la que la persona que tiene pareja “siente algo” por alguien distinto a esta. También recibe el nombre de infidelidad romántica, y puede haber o no sexo. Es más propia de las mujeres que de los hombres.

Según el sexólogo Ezequiel López Peralta, “el tema de la infidelidad no lo podemos definir los profesionales, lo define la gente, son códigos que cada pareja establece, pueden ser explícitos o implícitos, hablados o no.

Y ellos mismos los van modificando a lo largo de la relación por situaciones específicas. Es así como hay parejas que no aceptan o toleran que se tenga un contacto de alguna manera con personas externas a ellos”. Mientras que para algunos el coqueteo con otro distinto a la pareja puede ser inicio de una infidelidad, para expertos en el tema esto podría antes ayudar a mejorar la relación con su amado ya que, en medio de la rutina, se olvida la sana práctica del romanticismo, de cosas que alimentan la intimidad. Incluso se cree que el flirtear con otros —si se sabe manejar y no pasa a otro plano— puede servir como un entrenamiento para seguir enamorando a su pareja.

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Omisiones financieras

¿Sabe usted cuánto gana su pareja realmente, cuánto adeuda y a quién o cuánto gasta a sus espaldas? Estudios realizados en Estados Unidos señalan que seis de cada diez personas engañan a su esposo o esposa en temas financieros.

Según CNN en Expansión, los hombres son quienes más gastan en secreto. Para la psicóloga Liliana Jara, consultada por semana.com “cada vez que algún miembro de la pareja miente o oculta información, comete infidelidad. Eso acaba con cualquier matrimonio”. Esta infidelidad es castigada por la ley, según Forbes quien esconde dineros puede ser acusado de ocultar activos y durante el divorcio deberá hacer una declaración financiera juramentada, que lo llevará a pérdidas.

Pasión por el porno

La actriz de contenido para adultos Esperanza Gómez podría ser acusada por entrometerse en las sábanas de cualquier pareja o de causar problemas en la relación, sin siquiera haber estado nunca en la cama del “infiel” en cuestión.

El exceso de pornografía es perjudicial para la salud sexual de la pareja, porque aunque algunos expertos lo recomiendan como parte de la estimulación, en algunas ocasiones se convierte en una obsesión que puede generar falsas expectativas y desilusión en uno y falta de autoestima en el otro.

Ese fue el caso de Margarita, quien tuvo que lidiar con una tercera persona “virtual” por la que su esposo solía desplazarla con frecuencia, al punto de sentirse comparada e incluso anulada porque él prefería tener relaciones sexuales con la actriz porno que con ella.

La forma de prevenir este tipo de situaciones es mantener un diálogo constante con la pareja, ver hasta qué punto se puede lograr la fantasía que ambos buscan, y conciliar qué tan saludable es para ambos el mirar algunas escenas eróticas, preferiblemente en compañía del otro o abstenerse de hacerlo si esto causa malestar en alguno.

Habla experto

Códigos de pareja
Según el sexólogo Ezequiel López Peralta, ”hay parejas que son más liberales y aceptan que el otro tenga un intercambio sexual con alguien mientras que eso no involucre sentimientos o lleve a una relación afectiva”.

“Otros, un poco más avanzados, están de acuerdo con el poliamor, de lo que se habla mucho últimamente, y que se trata de una relación afectiva con alguien que no es su pareja y que está aceptado por todas las partes, esto hace que lo fundamental sea el acuerdo y los códigos que las parejas establezcan”, agrega.

Lealtad

Pero López advierte que también “hay infidelidades no sexuales como esconder determinadas realidades a la pareja. No estoy diciendo que sea sexual, me refiero a un contacto personal. Hay que diferenciar entre fidelidad y lealtad. Uno puede no ser fiel pero sí leal. O por el contrario, uno puede ser fiel de forma sexual pero ser totalmente desleal por este tipo de cosas como secretos”.

Según diversos sondeos las mujeres son quienes más revisan el celular, los mensajes de correo y redes sociales de su pareja, en busca de mensajes sospechosos.

El diálogo es la clave

Lo ideal en todo caso es resolver este tipo de intervenciones de terceros conversando, identificando si vale la pena perder la paz por una pareja que no quiere el compromiso.

Cabe aclarar que el tercero nunca llega solo. Nadie destruye la felicidad de otro sin que le hayan dado permiso.

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