Huecos en calles de Cali: trampas que a veces son mortales

A veces, la parca está a la vista de todos. Bajo los pies, doblando la esquina, a la mitad del camino. En Cali, en ocasiones la muerte se viste de gris, tiene profundidad, sabe amargo, a pavimento.

Hay quienes cuentan con suerte y la burlan, como ocurrió esta semana cuando el conductor de una buseta de la empresa La Ermita por hacerle el quite a un hueco en la Calle 34 con Avenida 2BN terminó cayendo al canal de aguas lluvias. La maniobra dejó cuatro ocupantes de la buseta heridos. No era el día.

Ellos tuvieron buena fortuna. Johan Sebastián, no. Esta vez la historia tuvo lugar en la Calle 48, en el barrio El Poblado. Allí, justo frente a un montallantas de la Carrera 29 un cráter provocó que Johan Sebastián perdiera el control de su motocicleta y cayera de frente contra el pavimento. Murió instantaneamente. Ocurrió el 28 de julio del año pasado. Tenía 21 años.

Pero, como la peor de las paradojas, el cráter por el que murió Johan Sebastián dejó de existir al día siguiente de su accidente, cuando unos cuantos metros cúbicos de asfalto y gravilla terminaron cubriendo el desnivel sobre la vía. ¿Por qué alguien tiene que morir para que también lo hagan los huecos?

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El pasado domingo un ciclista se encontró con un hueco en la Calle 29 con Avenida Sexta. Su caída, al igual que los pedalazos de vida, los paró el sardinel.

Mariluz también fue víctima de uno de los huecos que pululan en las vías de Cali. En mayo del 2017, cuando viajaba en su moto rumbo a la iglesia, se topó con un hueco cerca a la Carrera 1, en el Norte. La caída le generó un trauma craneoencefálico y muerte cerebral. Tenía 39 años, dejó atrás a su esposo y sus dos hijos.

Cuenta Paola Sánchez, presidenta de la Asociación de Clubes de Moteros de Cali, que debido al caso de Mariluz se reactivó la campaña para delinear los huecos de la ciudad, medida desesperada para alertar dónde están los huecos. Una señal para salvar vidas.

Aunque en Cali en el 2019 se registraron 12.934 accidentes de tránsito que dejaron un saldo de 311 muertos y 6960 lesionados, desde la Secretaría de Movilidad se indicó que no se tiene registro para establecer cuántas de esas colisiones, fallecidos y heridos se dieron por causa de un foramen.

No obstante, según la Agencia Nacional para la Seguridad Vial en Colombia se reportaron 1646 accidentes por causa de huecos en todo Colombia durante los últimos tres años, eventos en los que fallecieron 33 personas y otras 1058 quedaron heridas. De hecho, solo en el 2019 se produjeron 560 choques por este motivo, los cuales dejaron un saldo de nueve personas muertas.

Entre tanto, el Valle es la segunda entidad territorial del país que más reportó accidentes de tránsito propiciados por fallas en la malla vial en los últimos tres años. Mientras en esta región se registraron 282 choques entre 2017 y 2019, en Bogotá se dieron 584 colisiones por esta causa y en Antioquia fueron 269 los siniestros conocidos por las autoridades.

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De las 4351 demandas que afronta actualmente el Municipio en su contra y que tienen pretensiones de $2 billones, 431 procesos obedecen a reclamos judiciales relacionados con fallas en la malla vial; es decir, son procesos por accidentes ocasionados por huecos, falta de señalización en la vía, ausencia de una tapa de alcantarilla o condiciones precarias de los corredores.

En total, si se suman todos los 431 procesos, las aspiraciones de los demandantes ascienden a $170.000 millones; esto representa el 9,9 % de las 4351 demandas que actualmente tiene en su contra el Municipio.

María del Pilar Cano, directora Jurídica de la Alcaldía de Cali, asegura que la demanda es el último recurso que se agota en este tipo de casos, pues antes de llegar a este punto se aborda una conciliación extrajudicial en la que se aportan las pruebas del accidente y se recurre a un procurador que dirima el conflicto; un mecanismo para evitar que las pretensiones, con los años, terminen siendo millonarias.

Por esto, la funcionaria señala que la mayor parte de las demandas obedece a accidentes que involucran lesiones que generan perjuicios morales a las víctimas o pérdidas por no haber percibido ingresos durante la incapacidad. Por mortalidad los reclamos no son tantos, asegura, pero sí son los más cuantiosos porque a la hora de reparar a los parientes se deben analizar variables como el entorno familiar de la víctima o cuánto tiempo de capacidad laboral tenía para producir.

Solo el año pasado, en resoluciones de pago para las demandas perdidas por el Municipio en hechos asociados al mal estado de la malla vial se desembolsaron $125 millones.

La funcionaria advierte que si bien es responsabilidad del Estado garantizar la movilidad segura de quienes transitan por la ciudad la labor “no es fácil”, debido al deterioro desbordante que tienen las vías.

“Desafortunadamente, los conductores son imprudentes. La conducción es una actividad peligrosa y las normas de tránsito advierten que se debe tener precaución; si bien es cierto que el hueco puede incidir en un accidente también lo hace la forma en la que conducimos, porque la velocidad también puede desencadenar choques. También hemos visto casos en los que las personas que se accidentaron iban en estado de embriaguez”, afirmó Cano, quien remarcó que son los motociclistas quienes más reclamos hacen al Municipio por estos accidentes.

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En total, en Cali hay 2361 kilómetros de malla vial, de los cuales 1795 kilómetros obedecen a corredores locales, es decir que dan acceso a los barrios y soportan tráfico de corta distancia; otros 211 kilómetros son de vías colectoras o que distribuyen el tránsito entre las viviendas y los sitios de trabajo; también hay 193 kilómetros de vías primarias, que están diseñadas para viajes largos; y 162 kilómetros de vías secundarias que conectan las comunas entre sí y las vías primarias.

No obstante, de esos 2361 kilómetros de vías, 1783 kilómetros se encuentran en regular y mal estado. Es decir, que solo el 25 % (560 kilómetros) de los corredores por los que a diario transitan los vehículos se encuentran en condiciones óptimas para los desplazamientos.

De acuerdo con el secretario de Infraestructura y Valorización Municipal, Juan Diego Flórez, en los últimos cuatro años se recuperaron 214.000 metros cuadrados de la malla vial a través del plan bacheo, lo equivale al 12 % de todo lo que se debería intervenir en la ciudad.

“Pero, ¿cuál ha sido el verdadero problema? Que la sobretasa a la gasolina, que son los recursos que deberían invertirse en el mantenimiento de las vías está pignorada casi en su totalidad para atender el sistema de transporte masivo. Por eso, con los pocos recursos de libre destinación que hay es que se logra la rehabilitación de vías primarias y secundarias”, señala Flórez.

El titular de Infraestructura asegura que a partir de este mes se reforzarán las labores de bacheo, una vez se surta la contratación de maquinaria y material, pues ya hay 112 operarios listos. Para estas labores se destinarán cerca de $14.000 millones.

Burlar a la muerte arreglando un metro cuadrado de vía, según los presupuestos de la Secretaría de Infraestructura, cuesta entre $160.000 y $230.000. ¿Cuánto vale una vida?

Vías en mal estado

Aunque el 75 % de la malla vial de Cali se encuentra en regular y mal estado, hay huecos específicos e, incluso, sectores completos que se han convertido en banderas de la falta de mantenimiento. Algunos sitios críticos son:

Calle 9 entre carreras 30 y 31.
Avenida 70 entre calles 5 y 7.
Carrera 37A entre Calle 5E y Av. Roosevelt.
Avenida Ciudad de Cali entre carreras 28D y 15.
Carrera 8 con Calle 23.
Calle 37AN entre avenidas 4 y 6.
Calle 15 entre carreras 53 y 56.
Carrera 46 con Calle 14.
Carrera 79B entre calles 10A y 12.
La Secretaría de Infraestructura, junto con Univalle, realizará una actualización del estado de las vías de Cali, así como de los puentes vehiculares y peatonales, además de un inventario de andenes.