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Conozca más sobre la miopatía, un mal que debilita los músculos

La miopatía es una inflamación de los músculos que tiene diversas causas. El cáncer o el estrés severo pueden dispararla. Conozca las terapias para tratarla.

12 de diciembre de 2018 Por: Redacción de El País 

Hace tres años y luego de una cirugía, María Olga Grajales empezó a manifestar desaliento en todo el cuerpo, que después se transformó en incapacidad para realizar actividades tan simples como vestirse sola o sostener un vaso. El diagnóstico, luego de realizados los exámenes y la consulta médica, fue que esta paciente de 56 años padecía una enfermedad conocida como miopatía, que se produce cuando el sistema inmunólogico no logra controlar la inflamación de los músculos.

Las terapias le devolvieron las fuerzas, pero de manera temporal, pues al cabo de un año el problema regresó. No podía levantarse sola de la cama y tenía dificultad para caminar. A esto se sumó “un fuerte dolor en las articulaciones que me hacía llorar”, relata el ama de casa, quien hace poco fue dada de alta de la Fundación Clínica Valle del Lili en Cali, tras un mes de tratamiento.

La debilidad muscular que ella describe es el síntoma principal de esta enfermedad. Además, las personas “sienten como si estuvieran descargadas, con la batería baja”, explica Andrés Alberto Hormaza, jefe del Servicio de Reumatología de la Institución.

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El profesional agrega que las causas de la miopatía son diversas y que “en un paciente mayor de 50 años que presente debilidad muscular, la primera opción es descartar un cáncer”.

En efecto, tras su hospitalización, a María Olga le descubrieron un tumor maligno en la tiroides, que la llevó al quirófano. Hoy se recupera en casa con terapias físicas, pues los medicamentos antiinflamatorios que le recetan no surten efecto.

Otro de los orígenes de esta patología puede estar asociado a enfermedades metabólicas, como diabetes, problemas de la glándula tiroides o incluso, la exposición a ciertos virus como el de la Influenza, el Zika o el Chicungunya, que ocasionan inflamación. “Asimismo, se sabe que episodios de estrés severo pueden llevar a que el sistema inmunológico se exacerbe, es decir, se vuelva más intenso, y si el paciente tiene una predisposición, puede conllevar a la enfermedad del músculo”, indica el internista.

Hormaza, quien realiza estudios del músculo en Barcelona, España, menciona que “desafortunadamente, no hay manera de prevenir las miopatías, pero que en todo caso, “entre más temprano las detectemos, más efectivo será el tratamiento a largo plazo”.

Las terapias son vitalesCon respecto a la posibilidad de que una persona que ha perdido su movilidad por este mal pueda volver a caminar, Hormaza precisa que todo depende de qué tanto daño haya en el músculo, del control de la enfermedad de base y de la realización de terapias físicas de manera continua.

Y es que según su colega Orlando Quintero, jefe del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación de la Fundación Clínica Valle del Lili, “el problema grande de estos casos es la limitación funcional producida por el dolor y la debilidad muscular, que se convierte en una discapacidad para realizar ciertas actividades”.

Por eso, con el fin de modificar el sedentarismo que impone esta atrofia, se realizan rutinas de rehabilitación para mantener la funcionalidad del cuerpo y la independencia del paciente en tareas como vestirse, comer o levantarse.

“Y cuando hablamos de rehabilitación integral no es solo física, sino también psicológica y emocional, pues se requiere soporte para mejorar la depresión que se puede generar”, enfatiza Quintero, quien es fisiatra.

El profesional señala que incluso en estados avanzados de la enfermedad, además de terapia física y psicológica, probablemente se va a requerir terapia respiratoria, cuando hay debilidad de los músculos asociados a este sistema, como también atención en fonoaudiología para el manejo de la deglución (ingesta de alimentos) o del habla, porque en un momento dado esas funciones también se comprometen.

Pero si bien hay mejoría con estos tratamientos, el músculo no se recupera completamente, por lo que los pacientes deben recurrir al uso de caminador o silla de ruedas, los cuales ayudan a mejorar la funcionalidad del cuerpo.

Hay pocos expertos

Si bien no existen muchos especialistas entrenados para el manejo de la enfermedad muscular, lo cierto es que en los últimos dos años se vienen haciendo charlas y entrenamientos dirigidos a reumatólogos, médicos generales y familias con relación a esta patología. Específicamente, en la Fundación Clínica Valle del Lili se está proyectando crear un centro de referencia o clínica de miopatía donde se prestarán servicios de de neurología, fisiatría, terapia ocupacional y genética, porque algunos casos tienen este origen.

Además de crear conciencia sobre la enfermedad, la idea, según Hormaza, es que si los pacientes llegan a consulta, sean diagnosticados tempranamente.

A su vez, el fisiatra Orlando Quintero augura que, a futuro, tal como está evolucionando la medicina en relación con la genética, la biología molecular y las tecnologías modernas, se podrá intervenir mucho mejor este tipo de enfermedades.

Enfermedad huérfana 

- En el mundo son pocas las personas que padecen miopatía, por ello se le considera una enfermedad rara o huérfana. Su prevalencia se calcula en 8 de cada 100.000 habitantes.

- En la Fundación Clínica Valle del Lili se presenta una miopatía por cada cien mil personas. Entre 2011 y 2018 esta fundación atendió a 68 pacientes con diagnóstico de miopatía inflamatoria, el cual afecta más a los adultos.

Es importante consultar al especialista a tiempo, pues en ocasiones la miopatía puede permanecer oculta, produciendo síntomas muy poco evidentes, que se pueden atribuir a debilidad por exceso de trabajo, entre otros motivos.

La miopatía puede afectar cualquier parte del cuerpo, incluso el músculo del corazón (miocardio), los pulmones o los ojos.

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