¿Cómo va la reactivación económica de Cali?, esto cuenta el secretario Argemiro Cortés

Ad portas de terminar un año crítico en términos de economía local, en el que el desempleo se ubicó en 19,6 % en octubre y ver un crecimiento raudo de la informalidad, el secretario de Desarrollo Económico del Municipio, Argemiro Cortés, procura ser optimista.

Dice que poco a poco los sectores económicos muestran un repunte y que Cali es la ciudad que evidencia una recuperación más rápida en el país. Sin embargo, no oculta su preocupación por el fortalecimiento de la informalidad y la falta de opciones de empleo.

El funcionario también advierte que seguirá defendiéndose ante la sanción proferida en su contra, en primera instancia, por la Personería por procesos de contratación. Asegura que su actuación al frente de su dependencia ha sido “totalmente transparente”.

La Personería falló en su contra, en primera instancia, y profirió una sanción de cuatro meses por “violar principios de contratación” en un contrato del Plan Jarillón . ¿Cómo tomó esta decisión?

Hay un tema técnico y la Personería abrió una investigación por falta de planeación en un contrato del jarillón, pero estamos demostrando que no hubo problemas de contratación. Tan así que ni siquiera el contrato se ha entregado, sino que lo paramos en vista de que había unas interpretaciones de un anónimo que llegó y ante eso lo paré, para asesorarme de la Dirección Jurídica. El contrato ni siquiera se adjudicó y se va a volver a abrir.

Pero esa conducta el Ministerio Público la califica como “grave”...

Este es un tema normal, a todos los funcionarios públicos les abren investigaciones. Hemos hecho todo correctamente y demostraremos que hemos sido juiciosos en defensa del patrimonio público. Espero que no haya ninguna dificultad, pero me defenderé. Este era un contrato de capital semilla para 50 empresas productivas reubicadas del jarillón. Todo se hizo por el Secop II, pero llegó un anónimo a mi Secretaría diciendo que no estaban dadas todas las condiciones y lo que hice fue revisar el proceso, lo paré y la Personería siguió con el proceso disciplinario. Estamos defendiéndonos, los recursos están ahí y hemos hecho las cosas con total transparencia. Espero demostrar con hechos y evidencias mi actuación ante la Personería. Estoy tranquilo.

Hablemos de la recuperación de la ciudad. Ya se completan más de cien días de reactivación económica, ¿cuál es el balance hasta ahora?

Cuando se miran los resultados de todo el año el balance es negativo. No podemos desconocer que el daño a la economía ha sido grande, hay una percepción negativa en los caleños y Cali ha sido una de las ciudades que más ha sufrido los efectos de la pandemia. Pero también es cierto que Cali es la ciudad que más rápidamente se ha recuperado, ha sido la más flexible y hemos firmado 34 pactos de bioseguridad. El resultado, en medio de la dificultad, es que hemos recuperado 100.000 puestos de trabajo. En junio el pronóstico era peor al que tenemos hoy, entonces el vaso se puede ver medio lleno o medio vacío, yo soy optimista y lo veo medio lleno.

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¿Y cómo están los sectores?

Los centros comerciales de Cali tienen la mejor recuperación de todo el país y, con todas las dificultades que hemos tenido, solo están al 3 % de las ventas del 2019. Los restaurantes se han recuperado; los sectores automotriz y de la construcción arrancaron débiles, pero su recuperación ha sido rápida. Me preocupa la industria creativa, porque hemos tenido muchas dificultades y tampoco ha habido mucha solidaridad por parte de la sociedad. También me preocupa la educación, que genera un encadenamiento productivo que afecta el transporte público, restaurantes escolares, la compra de útiles. Hay otros sectores que nos tienen preocupados, como el transporte intermunicipal y los conciertos y eventos.

Y ahora en diciembre, ¿cómo espera que se den las cosas?

Entre el 15 de noviembre y el 15 de enero se mueve el 35 % de lo que vende la ciudad en todo el año. El decreto 1550 y las decisiones que toma la Alcaldía buscan preservar la vida, pero van a afectar y ese crecimiento que esperábamos del 35 %, seguramente, no se va a dar. Si nos va bien, este mes podrían darse ventas por un 20 %.

Usted reseña que se han recuperado 100.000 empleos, pero la informalidad es la que está jalonando cualquier asomo de mejoría…

La verdad es que los empleos que se están generando, en gran medida, son informales. Muchas personas perdieron su empleo y están trabajando por horas, ‘freelance’, buscando proyectos para sobrevivir hasta diciembre. Mi preocupación va a ser el primer trimestre del próximo año, porque en gran medida el Estado está cerrado y es el que genera muchos ingresos que dinamizan la economía, mientras que el sector privado estará esperando si hay reactivación. Gran parte del crecimiento se está dando bajo la informalidad y vamos a ver un crecimiento aún más fuerte, porque la formalidad no va a crecer mucho.

Pero, entonces, el vaso no estaría tan “medio lleno” para el 2021…

Creo que va a haber un primer semestre muy difícil. Ese arranque no será fácil, pero la buena noticia es que llega la vacuna, eso va a generar expectativa y creo que los últimos seis meses del 2021 sí serán buenos, habrá una actividad económica muy fuerte.

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La pandemia desnudó una economía caleña frágil, de bolsillo. ¿Qué vuelco debe dar la ciudad para procurar que no haya tantos vacíos?

Cali tiene que hacer una verdadera estrategia para atraer inversión extranjera, tener empresas que generen empleo formal y buscar la manera que no se vayan las que ya están. Si no hacemos una verdadera transformación económica, Cali puede convertirse en una ciudad donde el gran aporte lo da la informalidad y esto no da aportes, no paga impuestos, no genera estabilidad. Lo peor que le puede pasar a Cali es que siga creciendo desde la informalidad. Necesitamos fortalecer las microempresas, ayudarlas a que crezcan, que mejoren su tecnología; en este momento más del 50 % del personal activo, que son más de 700.000 personas, están recibiendo ingresos de la informalidad.

Pero, ¿Cali es atractiva y genera condiciones para que lleguen empresas?

Aquí se está haciendo un trabajo serio y hay que destacar el trabajo de Procolombia, que está vendiendo muy bien a la ciudad; destaco el trabajo de Invest Pacific, que está trabajando por atraer inversión extranjera. Esta semana tuvimos la presentación de Alorica y el gerente me decía que espera que el primer año se generen 5000 puestos; ahora vienen otras empresas de BPO (externalización de procesos de negocios, por sus siglas en inglés). La ciudad está siendo muy atractiva para empresas tecnológicas.

Pero con lo que dice queda la sensación que los hilos los está moviendo el sector privado, que no hay mucho por parte del Municipio…

El trabajo se está haciendo, pero esto no es solo desde la Alcaldía. Quien lo está realizando en gran medida es Invest Pacific y hay que darle crédito.

¿Y cuántas empresas han manifestado su intención de llegar a Cali?

En este momento, diez empresas ya dijeron ‘listo, nos vamos para Cali’ y pusieron 7 millones de dólares para comenzar a instalarse. Esta semana se instaló Farmatodo, una cadena de farmacias venezolana; a Alorica también la recibimos. Hay empresas de México, Uruguay, Costa Rica, Estados Unidos que ya comenzaron a adquirir terrenos.

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Uno de sus retos en 2021 será el fondo de las oportunidades. ¿Cómo van a funcionar los créditos a los pequeños empresarios?

El Banco de las Oportunidades lo tendrá que aprobar el Concejo. Tenemos un ambiente favorable, el borrador del decreto está en revisión jurídica y esperaremos que en los primeros días de enero se dé el debate para que en el primer semestre del 2021 tengamos el fondo. Pueden ser dos modalidades: que se le permita a la Secretaría tener un fondo autónomo que haría acuerdos con organizaciones microfinancieras para prestar; la segunda opción es que sea un fondo con personería independiente a la Secretaría de Desarrollo, que tenga su propia gobernanza, y que defina los mecanismos para otorgar los créditos. Cali requiere un fondo para prestar a los empresarios y trabajadores independientes que están siendo sujetos del ‘gota a gota’.

Pero, ¿cuánto le van a prestar a la gente y bajo qué condiciones?

La idea es que no sean más de $3 millones o $4 millones. Por ejemplo, lo que haremos con esto será decirle a un señor que tiene un restaurante y le debe a un prestamista $1 millón que cancele la totalidad de esa deuda y, a cambio, le daremos un curso de finanzas para prestarle la plata y que la pague a un interés más bajo que el del mercado.

Otra estrategia de cara al próximo año serán los Centros para el Emprendimiento y Desarrollo Empresarial y Social, Cedes. ¿Qué impacto esperan tener con ese proyecto?

Uno de los grandes problemas que tiene hoy la implementación de una política de desarrollo económico es que no hay una asesoría al pequeño y micro empresario, que sabe hacer su producto pero no tiene formación contable ni en finanzas. Los Cedes serán centros de capacitación y esperamos tener diez al terminar este Gobierno.

¿Y cómo garantizar que esos Cedes no se conviertan en fortines llenos de cuotas políticas?

Corremos el riesgo de que terminen siendo inoperantes y que no presten la atención, pero creo que la presión ciudadana va a hacer que cumplamos con la misión. Estos centros van a tener una relación muy cercana con la comunidad y, en la medida que haya empoderamiento, funcionarán bien.

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A falta de un mes para que termine el año su despacho ha dejado de ejecutar $10.562 millones de los $16.000 millones que tenía como presupuesto. ¿A qué se debe esta baja operatividad?

Hay varios elementos ahí. Uno está relacionado con la armonización del presupuesto, porque cuando llegamos había acciones que se tenían que hacer pero había fichas del anterior Gobierno y adecuarlas no ha sido fácil; también nos ocupamos en la coyuntura de la compra de alimentos, pactos de reapertura y eso nos afectó. Fue un año muy difícil y no todo es responsabilidad de la Secretaría, es una responsabilidad del sistema de aprobación de fichas, del sistema financiero e, inclusive, porque muchas de las platas no nos las daban porque no había recursos y la gente no había pagado impuestos; esos dineros se recaudaron en septiembre y octubre y a esa altura es muy difícil ejecutar. Aún así, hemos podido ejecutar el 70 % de nuestro presupuesto.

Su despacho tendrá en el 2021 $18.730 millones de presupuesto, ¿cuáles van a ser las prioridades de inversión?

De esos recursos hay aproximadamente $4000 millones que son cumplimiento para la política pública de víctimas. Esta es una Secretaría que tiene una planta de personal muy pequeña, entonces $2000 millones se irán en el pago de prestación de servicios. La prioridad será el fortalecimiento de la empleabilidad, economía creativa y circular, el bilingüismo y promoción de la ciudad para inversión extranjera.