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Las reparaciones a las estaciones del MÍO que fueron vandalizadas son una de las obras claves para recuperar la competitividad de la ciudad. Metrocali ha asegurado que en diciembre estarían listas la totalidad de las intervenciones. | Foto: Foto: Raúl Palacios / El País

CALI

Cali aún siente los efectos del paro: así está la ciudad tras seis meses del estallido

Intervenir los daños a la infraestructura y mejorar la movilidad son los mayores retos. Jóvenes buscan mayor representación social en la capital del Valle.

28 de octubre de 2021 Por: Redacción de El País

Cali aún siente las secuelas del paro nacional seis meses después de su inicio en abril y casi cuatro meses más tarde de haber concluido. Los precios de los alimentos aún no se normalizan, la movilidad es difícil de controlar en los sectores donde los semáforos están dañados y el MÍO atraviesa una crisis que no se veía incluso durante los primeros meses de la pandemia.

Pero no todas las secuelas son físicas, pues también hay aspectos sociales que quedaron muy marcados en la sociedad caleña. Mientras algunos académicos opinan que el estallido social ahondó la polarización, otras voces afirman que la coyuntura dio paso a que se oyera con más fuerza el reclamo de los jóvenes.

“Preocupa que el desempleo juvenil se mantenga en un 30 % en la ciudad, según cifras del Dane, por lo que debe haber una reactivación incluyente con esos sectores que salieron a la calle. Hay mucha esperanza de que las cosas puedan mejorar”, afirma Michelle Obando, líder cívica del movimiento Nuestra Causa.

Dentro de este aspecto es importante referir a los miembros de la Primera Línea, que protagonizaron el paro nacional, algunos han sido contratados por la Alcaldía de Cali, noticia que ha causado bastante polémica a nivel regional. Otros, se han sumado a procesos de formación educativa, como unos diplomados en Derechos Humanos, Gestión de Paz y Gestión Cultural que realiza Bellas Artes y que han vinculado a unos 450 jóvenes que hicieron parte de los bloqueos o ‘puntos de resistencia’ en Cali y 10 municipios del Valle.

Esto intentando que la protesta trascienda a procesos sociales que transformen. Pero en la infraestructura física de la ciudad las secuelas aún se notan. La concejal Diana Rojas recordó que el paro dejó pérdidas económicas y mayores problemas de seguridad, “fueron daños por casi $100.000 millones en Cali, sumado a un número elevado de pérdidas humanas. Por primera vez en una década la tasa de homicidios subió, a los 57 muertos por cada 100 mil habitantes y tuvimos casi 700 muertos en el primer semestre. Ojalá la Administración entienda que a la seguridad hay que meterle más recursos”.

En cuanto a movilidad, Mauricio Venté, miembro del Comité de Usuarios del MÍO, dice que “no es cuestión de que el paro haya hecho más daño al sistema, puesto que siempre ha habido mala calidad del servicio. Aun así, este siempre es necesario, a pesar de los daños”.

¿Qué tanto se ha recuperado Cali y qué opinan los caleños seis meses después? Ver recuadros.

La Alcaldía ha afirmado que la estatua de Sebastián de Belalcázar regresará a su lugar antes del 2022.

¿Qué ha sido de Primera Línea?

Una de las noticias que más polémica ha causado es la contratación de 100 miembros de la Primera Línea para labores de mejoramiento de la ciudad por parte de Infraestructura y otros 40 para trabajos de semaforización y demarcación vial. Esto implicó que la Procuraduría General de la Nación abriera una investigación contra el alcalde Jorge Iván Ospina, quien se defendió al decir que “a mí no me debe avergonzar pretender resolver un problema de un estallido social a partir de las inversiones del Estado”. Entretanto, otros jóvenes han realizado sus propios proyectos personales en comunidad, como un corredor turístico en Siloé. “Con esto queremos hacer un cambio en la estigmatización hacia este sector. Aquí ya se han hecho actividades de poesía y un Festival de Cometas”, contó ‘Pikachú’, del Colectivo Cancha Grande La Estrella.

Infraestructura y apariencia

Un total de $500 millones está invirtiendo la Secretaría de Infraestructura de Cali para recuperar los espacios que fueron vandalizados durante el estallido social, en especial sobre la Calle Quinta.
El jefe del despacho, Néstor Martínez, explicó que eso se debe a que “esa es la zona más emblemática en cuanto a la visita de turistas y la imagen que le damos a la ciudad y está básicamente destruida”.
Las labores consisten en pintar y mejorar el aspecto de las barandas de los puentes de la Autopista, en Sameco, Paso del Comercio, el Puente de los Mil Días y Santa Librada, así como intervenir murales que “no son estéticos para la ciudad”. “Solo nos quedan las paredes vandalizadas del comercio que está en los alrededores de la Loma de la Cruz. Con la comunidad vamos a hacer un trabajo conjunto para mejorar las fachadas”, indicó.

Una de las labores de enlucimiento es mejorar el servicio de aseo en 50 zonas de Cali, sobretodo en el oriente.

Los efectos en el abastecimiento

Después de que en mayo Cavasa registrara su momento más crítico, con apenas un ingreso de 22.000 toneladas mensuales de alimentos, hoy la central ubicada a las afueras de Cali se está recuperando poco a poco.
“Hoy recibimos 30.000 toneladas y esperamos que en tres meses normalicemos nuestra operación en 36.000 toneladas”, aseguró Carlos Arturo Alomia, gerente de Cavasa.

Si bien reconoce que el paro y los bloqueos en las vías agravaron el abastecimiento, esto también se debió a otras causas como la pandemia o el aumento de precios en los fletes. “La escasez de materias primas para el cultivo o ganadería también ha incidido”, dijo.

Según Cali Cómo Vamos, entre enero y mayo hubo una inflación del 21,8 % de los alimentos y bebidas no alcohólicas.

Elevar la demanda, el reto del MÍO

Además de hacer frente al incremento del transporte informal, el mayor reto del MÍO es recuperar los 450.000 pasajeros diarios que movilizaba antes de la pandemia, un indicador que hoy se ha desplomado en 189.000.

Esta tendencia -que ya se sentía desde la pandemia- se agravó tras el paro, dada la suspensión de rutas y los daños al 90 % de la infraestructura del Masivo.

Hoy la recuperación se encuentra en la fase 3, pero hasta el momento solo 39 de las 55 estaciones y 3 de las 5 terminales están activas. Las obras, cuya inversión es de $55.000 millones, terminarían en diciembre.

A esto se suma que los buses todavía son objeto de ataques vandálicos: en lo corrido de octubre ya van cerca de 60 casos en toda la ciudad. Algunos piden que se reestructuren los contratos con los operadores para mejorar el servicio.

65 semáforos no están operando

La movilidad de Cali no solo ha tenido que lidiar con el ataque a 86 intersecciones semafóricas durante el paro, sino también con el ocasional robo de cableado, que ha implicado que 65 semáforos hoy estén fuera de servicio. En estos momentos hay 413 operando.

Y si bien ya llegaron del exterior unos equipos controladores, el contratista de la aseguradora aún no ha podido iniciar obras en las grandes intersecciones (como La Luna o la Calle 13 con Carrera 100), porque aún hacen falta otros dispositivos. Se espera que esas labores inicien a mediados o finales de noviembre.

Por otro lado, la Alcaldía busca intervenir 200 intersecciones para empezar a contar con una red de semáforos inteligentes con $2925 millones de vigencias futuras. El proyecto de acuerdo está en discusión en el Concejo.

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