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Quino, artista argentino creador de Mafalda. | Foto: AFP

MAFALDA

Adiós a Quino: el artista que nos invitó a analizar el mundo a través de Mafalda

Esta semana la muerte de Quino, padre de Mafalda, conmovió a millones de seguidores. Pinceladas finales.

4 de octubre de 2020 Por: Susana Serrano a, redactora de El País

El fallecimiento de Joaquín Salvador Lavado, conocido internacionalmente como Quino, tomó al mundo de la cultura por sorpresa.

Aunque su familia explicó que la partida se dio por “razones propias de la edad y derivaciones de su salud de este último tiempo” y que Quino vivió su vida “íntegramente”, la tristeza colmó los corazones y las flores no se hicieron esperar en las numerosas estatuas que hay en Argentina de Mafalda, la hija de tinta de Quino, quien odiaba la sopa y luchaba contra las injusticias, la pobreza y el hambre, con sus palabras como su única arma y escudo ante el mundo.

Invitamos a los fanáticos de Quino a responder esta trivia, para que descubran cuánto saben sobre él y su obra.

1. ¿Por qué se le conocía a Joaquín Salvador Lavado como Quino?
a. Porque en Argentina a los Joaquín se les dice por cariño Quino.
b. Porque el caricaturista tenía un tío llamado Joaquín y su familia necesitaba diferenciarlos.
c. El caricaturista escogió ese apodo, porque le pareció un nombre estético cuando lo escribía.
d. Así lo llamaba, por cariño, una novia de infancia de Quino.

2. ¿A qué edad falleció Quino?
a. A los 80 años.
b. A los 95 años.
c. A los 88 años.
d. A los 76 años.

3. ¿En qué fecha nació Quino?
a. 17 de julio de 1932
b. 18 de abril de 1934
c. 17 de junio de 1931
d. 17 de agosto de 1933

4. De niño Quino fue sorprendido y regañado por dibujar rostros en:
a. Las paredes de la casa.
b. Las cortinas nuevas.
c. Los pupitres del colegio
d. La mesa del comedor de madera de álamo.

5. ¿Por qué se retiró de la Escuela de Bellas Artes?
a. Porque ya no podía seguir pagando sus estudios.
b. Porque estaba cansado de dibujar ánforas y yesos.
c. Porque le salió trabajo en otra ciudad de Argentina.
d. Porque Quino creyó que la profesión solo se podía aprender andando.

6. ¿A qué edad publicó Quino su primer tira cómica?
a. A los 19 años.
b. A los 17 años.
c. A los 25 años.
d. A los 21 años.

7. ¿Cómo se llamaba la compañera eterna de Quino?
a. Alicia Colombo.
b. María Fernanda de Soto.
c. Pilar Hernández.
d. Alma Henao.

8. ¿Cómo surgió la idea de Mafalda?
a. Una tarde en que Quino tomó una muy mala sopa en un restaurante.
b. Tras una tarde de discusiones políticas en un café.
c. Por un encargo para una campaña publicitaria de electrodomésticos.
d. Por un intento de Quino de retratar a su propia familia en un dibujo.

9. ¿De dónde nace el nombre de Mafalda?
a. Proviene de la película ‘Dar la cara’ de 1962, de José Martínez Suárez.
b. Es el nombre que Quino siempre quiso ponerle a su futura hija.
c. Era el nombre de una prima fallecida, a la que Quino quiso mucho.
d. El nombre era un anagrama de una marca de sopas que le gustaba a Quino.

10. ¿A qué personaje de Mafalda se parecía la personalidad de Quino?
a. A la propia Mafalda.
b. A Manolito.
c. A Felipe.
d. A Libertad.

11. ¿En qué medio se publicó por primera vez una caricatura de Quino?
a. En el semanario Primera Plana.
b. En el semanario Esto Es.
c. En el semanario Siete Días.
d. En el semanario Triunfo.

12. ¿Cuál era el personaje más comunicativo de Mafalda y cuál era el que siempre pensaba en dinero?
a. Susanita y Manolito.
b. Felipe y Manolito.
c. Miguelito y Guille.
d. Susanita y Libertad.

13. ¿Cuál es el primer libro de Quino?
a. A mí no me grite.
b. A la buena mesa.
c. Quinoterapia.
d. Mundo Quino.

14. Gabriel García Márquez en el prólogo de la edición del libro ‘Todo Mafalda’, hizo referencia a las caricaturas de Quino como:
a. Una quinoterapia, para la felicidad.
b. Un adormecedor de la realidad.
c. Una dosis necesaria de sarcasmo.
d. Una cápsula de sensibilidad.

15. Termine la frase: “Dicen que el hombre es un animal de costumbres...
a. por eso le aterra el cambio.
b. se acostumbró al abuso y ahora ¿quien lo saca de su error?
c. más bien de costumbre el hombre es un animal.
d. pero la costumbre de evolucionar se ha perdido.

16. Termine la frase: “Como siempre; apenas uno pone los pies en la tierra...
a. se detienen los sueños.
b. se acaba la diversión
c. el cielo se ve más lejos.
d. es hora de volver a la realidad.

17. ¿En qué año finaliza la publicación de las tiras cómicas de Mafalda?
a. En 1970.
b. En 1978.
c. En 1975.
d. E 1973.

18. En 1985 se producen los primeros cortometrajes sobre páginas de humor de Quino, ¿cómo se llamaba la serie?
a. Quinoscopios.
b. Quinoterapia.
c. Cuentecillos y otras alteraciones.
d. Mafalda.

19. ¿Cuántos años tiene Mafalda?
a. 6 años en la caricatura, 50 en la vida real.
b. 6 años en la caricatura, 56 en la vida real.
c. 8 años en la caricatura, 52 en la vida real.
d. 8 años en la caricatura, 48 en la vida real.

20. ¿Cómo se llamaban los niños de la caricatura de Mafalda?
a. Pipe, Manolo, Susan, Miguel, Libertad y Guillermo.
b. Feli, Manu, Sara, Migue, Laura y Guille.
c. Fabio, Mauro, Susanita, Libertad y Juancho.
d. Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito, Libertad y Guille.

21. ¿A qué edad descubrió Quino “que de algo tan simple como un lápiz podían salir personas, caballos, trenes, montañas”?
a. A los tres años.
b. A los seis años.
c. A los cinco años.
d. A los diez años.

22. ¿Qué persona lo inspiró a ser dibujante?
a. Sus padres.
b. Su tío Joaquín.
c. Su abuela.
d. Un amigo del colegio.

Respuestas 

1) b
2) c
3) a
4) d
5) b
6) d
7) a
8) c
9) a
10) c
11) b
12) a
13) d
14) a
15) c
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17) d
18) a
19) b
20) d
21) a
22) b

Vecinos de humor

El columnista y escritor Daniel Samper Pizano, tuvo la oportunidad de conocer a Quino y fue su vecino durante algún tiempo.

¿Cómo conoció a Quino?

Lo admiraba desde que vi la primera historieta de Mafalda, por allá a finales de los sesenta. Pude por fin verlo en carne, hueso y gafas gracias a un amigo argentino que organizó un almuerzo con Quino en Madrid a mediados de los ochenta, para que nos conociéramos.

¿Cuál fue su primera impresión de él?

Yo sabía de su timidez, y esa característica no me sorprendió. Los amigos comunes le habían hablado de este colombiano que lo admiraba, así que fue muy cariñoso conmigo y con mi mujer a su manera: con un abrazo muy cálido y una sonrisa amplia.

¿Cómo fue tenerlo de vecino?

Excelente vecino. Él y Alicia, su mujer, vivían exactamente encima de nuestro apartamento; de hecho, fuimos quienes les encontramos ese sitio, que a Quino, que ya acusaba problemas de la vista, le encantaba por la luz natural que le permitía trabajar a gusto.

Procuraban no hacer ruido, no molestar, no importunar. Nos encontrábamos a veces en el ascensor y a veces en la calle. Y con alguna frecuencia cenábamos juntos o comíamos con otros amigos en casa de los Quino o en la nuestra. Un par de veces necesitó algún detalle de algún libro de arte de mi biblioteca y para mí era un honor ayudarle.

¿Cómo manejaba Quino la fama?

Muy tranquilo. Nunca lo vi hacer un gesto de irritación con hinchas inoportunos, y eso que los hay que se meten hasta en el baño de los famosos. Como era hombre de fe y pocas palabras, tampoco montaba conversación con el admirador.

¿Sabe el motivo por el que Quino decidió poner fin a las caricaturas de Mafalda?

Él mismo dice que se le agotaron las ideas. Al cabo de casi diez años, la historieta era para él un calvario.

Hay humoristas que soy muy cómicos en escena, pero en la vida real son tímidos o antipáticos, ¿pasaba algo similar con Quino o siempre mantenía el buen humor?

Como dije atrás, era persona de pocas palabras. Antipático, no. Tímido sí, y sumamente educado, pero no era en absoluto un animador de fiestas. Disfrutaba de unos buenos vinos tintos (cosa normal en alguien procedente de Mendoza que vivió en Italia y España) y una buena cena con amigos. Cuando hablaba, todos lo esuchábamos porque decía algo interesante, inteligente o gracioso.

¿Qué es lo que más recuerda de él?

Aparte de su condición genial como humorista y observador de la realidad, su capacidad de estar informado acerca de todo, su afabilidad y su cariño.

Quino mundial

A Quino la fama le llegó como le suele llegar a la gente, de improvisto. Aunque sabía sobre la calidad de su trabajo y no dudaba de su humor, nunca se le ocurrió pensar que una caricatura con tantos guiños a la situación en Argentina, pudiera alcanzar el plano internacional. Pero lo que aparentemente Quino no imaginaba, era que Mafalda ocultaba tras sus sarcasmos y sus burlas, una realidad profundamente latinoamericana.

“Mafalda tiene dos niveles de lectura. Uno es en el que lees a Mafalda de forma completamente desprevenida, sacándola del contexto de lo que estaba pasando en la época. A través de eso se tiene una lectura muy entretenida. Además en la caricatura se representa a la clase media latinoamericana: con los juegos con los amigos en la calle, el papá oficinista que ganaba suficiente para vivir y para algunos lujos como las vacaciones de cada año, y la mamá ama de casa”, comenta el caricaturista Mheo.

Igual opina José María Baldoví, escritor y profesor del departamento de Literatura de la Universidad Javeriana, para quien “todos los personajes de Mafalda conforman un sistema solar; son un emblema de una época y de una condición latinoamericana, sin estar estereotipados. Creo que esta caricatura pasará como un testimonio de lo que fue el hombre en el siglo 20 y de lo que fue la sociedad. En sus tiras habla de la comunidad, los padres e hijos, la política, el arte y toca una variedad de temas que la hacen universal y atemporal. Eso es lo que yo percibo”.

Sin embargo, Mheo igualmente reconoce que existe otra forma de leer a Mafalda, una más sesgada, ya que parte desde el contexto social y político de Argentina, y desde esta perspectiva se podrían apreciar los “mensajes velados, y no tan velados, sobre la dictadura y la represión” en dicho país.

También, en otras tiras de Mafalda, Quino aborda temas más internacionales de la época, como la guerra fría. “Todos esos temas están ahí contenidos y hacen parte del otro nivel de lectura”, aclara Mheo.

Pero, aunque ya no existe una guerra fría, por lo menos en nombre, o una dictadura en Argentina, las caricaturas de Mafalda y sus frases pueden seguir siendo utilizadas para representar la realidad actual y para hacer una crítica a la forma en la que se organiza la sociedad contemporánea.

Al respecto, Quino comentó en más de una ocasión, que si sus tiras cómicas todavía eran vigentes, eso se debía a que “lamentablemente”, el mundo no había cambiado demasiado, y Mafalda y sus ideales, aún no habían logrado su cometido final: mejorar este planeta en el que, según la misma Mafalda, hay “irresponsables trabajando”.

La niña que nunca creció

Para Baldovi, algo que hay que agradecerle a Quino, es su constancia en la edad de los personajes de Mafalda, ya que fueron eternamente “unos adultos niños, unos niños adultos, que no se corrompieron, no se dañaron y no se desilusionaron, como le pasa a los niños cuando dejan de serlo y se vuelven adultos”.

Baldovi también considera que el hecho de que Mafalda saliera de Argentina no es para nada sorprendente, ya que, para él, los argentinos tienen un peculiar e innato sentido del humor, “no por nada tienen a Les Luthiers, a Quino, a Fontanarrosa y tantos otros caricaturistas y humoristas”.

Según Baldovi, “Mafalda convenció y sedujo al mundo entero, por sus posturas, sus salidas ingeniosas y por su gran ironía”. Pero, pese al gran éxito que estaba teniendo la tira cómica, Quino decidió poner fin a la misma tras casi nueve años de publicación.

“Yo creo que se sintió abrumado por el personaje, no porque no lo quisiera o no le importara, sino que creo que él sentía que ya había cumplido su tiempo. Había dado razón de la vida contemporánea y de la vida moderna”, opina José María Baldovi.

Sin embargo, la renuncia de Quino a seguir dibujando a Mafalda (salvo para alguna causa social de Unicef, de la Liga para la Salud Mundial, entre otros), no retuvo su éxito mundial.

Esos nueve años fueron más que suficientes para convertir a la niña de pelo negro que odiaba la sopa, en un ícono, ya que diferentes medios de habla hispana se dispusieron a conseguir los derechos de la caricatura, para poder publicarla.

Fue así como en el 72 llegó a Colombia la joven rebelde, y permitió que personas como Mheo, viviera de la mano de los dibujos del caricaturista argentino, su primer contacto con el mundo del humor gráfico.

Mheo, en compañía de su padre, quien le leía y le explicaba la caricatura que venía en la cortaportada del suplemento de lecturas dominicales de El Tiempo, veía con fascinación el trazo de Quino y su habilidad con las palabras. “Él es de mis favoritos. Son obras que yo releo permanentemente”, confiesa.

Sin embargo, “Mafalda es un punto en la gran carrera de Quino. Antes y después de ella hay toda una producción, donde él opina sobre temas sociales, políticos y económicos sobre el mundo y ahí también tiene un público muy numeroso”, comenta Quino.

Pero, aunque hubo más personajes, Mafalda siempre fue el centro de atención, el hijo pródigo que surgió de la mano de Quino y por la que siempre preguntaban en las reuniones.

Según relata El País de España, en una cena que tuvo Quino con algunos amigos en Oviedo, poco antes de recibir el Príncipe de Asturias en 2014, le preguntaron si hoy en día los papás de Mafalda estarían divorciados, a lo que él contestó: “No lo sé…, para mí son sólo dos dibujos…”.

En privado, cuando le preguntaron sobre el futuro de Mafalda, la repuesta fue un poco más sombría. Dijo que probablemente ya estaría muerta, víctima de la dictadura militar argentina.

Datos curiosos

Mafalda ha sido traducida a más de 30 idiomas, entre los que se encuentran el guaraní, el hebreo y el armenio.

El primer libro que salió de Mafalda, en el que se reunían las primeras tiras en orden de publicación, agotó en Argentina su tirada de 5.000 ejemplares en solo dos días.

Mafalda también aparece en España y en Francia. En la primera en forma de estatua, en el Campo de San Francisco de la ciudad española de Oviedo. En la segunda en forma de calle, ya que desde 2012 la ciudad de Angulema tiene una callecita llamada ‘Passage Mafalda’.

Quino y Alicia Colombo, su compañera eterna, decidieron no tener hijos. Según explicó Quino en entrevista con El País de España: “Es una mala porquería traer a alguien aquí sin haberle preguntado”.

En los 9 años que Quino dibujó las caricaturas de Mafalda salieron 1.928 tiras.

La niña traviesa también contó con un largometraje de 75 minutos y una serie.

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