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No obstante lo dicho por el Comité del Paro, la Unión de Resistencias de Cali convocó este jueves a nuevas movilizaciones. | Foto: Archivo: El País

CALI

¿Qué sigue a la orden del Comité del Paro de suspender las marchas?

Según analistas, la violencia y las pérdidas económicas afectaron el respaldo a las movilizaciones.

16 de junio de 2021 Por: Redacción de El País y Colprensa

Presentar proyectos de ley al Congreso con demandas contenidas en el pliego presentado al Gobierno Nacional y realizar actividades educativas y culturales en los municipios son algunas de las estrategias con las cuales se espera que el paro continúe en la agenda del país.

Así se anunció en la declaración política dada a conocer por el Comité Nacional del Paro, mediante la cual se suspendieron las manifestaciones que se venían promoviendo todos los miércoles, desde el pasado 28 de abril.

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“Reafirmamos que el paro continúa y se transforma, tiene un cambio de dinámica en muchos puntos de la protesta y de resistencia, al mismo tiempo que se ha avanzado en ejercicios de distención debido a la negociación local y regional”, se lee en el documento publicado el pasado martes.

Por ello, plantearon “una ruta de acción nacional, que tiene como eje temático central el derecho a la vida y las garantías de la protesta y los cambios planteados en los diferentes pliegos, surgidos en el marco de este estallido social, del paro del 2019 y el pliego de emergencia del 2020, que recogerán las nuevas demandas de este pueblo en todos los rincones del país”.

Pero aunque los líderes de las protestas dejaron entrever que la suspensión de las movilizaciones se originó en las cifras de contagio y muertes a causa del Covid-19, para analistas y observadores las razones de esa decisión van más allá.

“Al Comité le tocaba desactivar estas manifestaciones, porque en este ejercicio la opinión pública comienza a señalar la legitimidad o no del movimiento social. Si es verdaderamente un movimiento social, debían tener a la opinión pública y habían perdido el respaldo por los actos vandálicos” que sostiene Carlos Arias, profesor de la maestría de Comunicación Política de la Universidad Externado.

Agrega que “lo que pasó fue que la espuma bajó, no por una inteligente movida del Gobierno, sino por haber permitido que las manifestaciones hubieran estado infiltradas por violencia” durante estos casi 50 días de paro.

A su vez, Juan Carlos Ruiz Vásquez, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, no descarta que a futuro se intente convocar a más protestas, “pero fue tan mal sano para el país el paro en términos económicos, que no sé si les vuelva a salir la jugada”.

Por lo tanto, dice, “el Gobierno debe entender que hay un malestar muy grande, que puede tener una explosión más fuerte la próxima vez. Si se hace el de la vista gorda, cometería un gran error”.

Por su parte, Álvaro Benedetti, experto en desarrollo regional y profesor universitario, anota que “mediáticamente hay un interés de continuar promoviendo la idea de paro por parte de los voceros del Comité. Es la única posibilidad de mantener vigente el entusiasmo que generó la idea ‘contracorriente’ en la opinión y promover la sensación de crisis institucional”.

Sin embargo, considera que el paro, como movimiento, es débil por varias razones: “la organización sindical, como ha sido la constante histórica, está dividida en objetivos de valor; la forma los reúne, pero el fondo los atomiza, y como era previsible, con las últimas declaraciones desnudaron su apetito político -legítimo, quizás-”.

Ante ello, surge el interrogante de si lo anunciado en Bogotá será acatado en el interior del país y especialmente en Cali, donde se ha evidenciado de manera clara que los protestantes no son un grupo homogéneo.

“Yo no creo que lo anunciado por el Comité Nacional afecte en nada acá. De hecho, los jóvenes de resistencia también han manifestado que los dirigentes del paro no los representan a ellos, y lo mismo ha dicho el Comité del Paro”, le dijo a El País uno de los funcionarios de la Alcaldía encargado de la concertación con los jóvenes conocidos como La Primera Línea.

Y reiteró, solicitando no publicar su identidad: “Nosotros seguimos dialogando, hablando en esos puntos con los muchachos de resistencia, fieles al principio de que el diálogo es la única salida a esto que estamos viviendo”.

En un sentido similar se pronunció Alfredo Mondragón, un líder social del Valle: “más que dando una orden, el Comité de Paro está interpretando y ratificando lo que ya se está generando en Cali y en otras partes del país”.

“Es el ejercicio que hacen los jóvenes de Sameco desde hace varias semanas, de no centrar su actividad en una barricada sino en trabajo comunitario, como empezaron con los mercados populares, y similar a lo que están haciendo en Yumbo y en Meléndez. También los conciertos que empezaron a emerger en varios puntos que se mantenían como barricadas, pero que fueron irradiando a los barrios, y lo que acaba de hacer Siloé, que es decir que van barrio adentro para tener conexión con la población y hacer procesos de pedagogía”, agregó.

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