"Colombia necesita un plan de rescate de su economía": Andi

Abril 04, 2020 - 08:00 a. m. 2020-04-04 Por:
Alfredo García, reportero de El País

El encargo de la alcaldía de Cartagena de Bruce Mac Master, ha sido criticado en la Heroíca.

La cuarentena declarada por el Gobierno Nacional para detener el avance de la pandemia del Covid-19 no solo está afectando a las personas, sino a la economía, las empresas y al empleo.

Ante ese difícil panorama, que no tiene antecedentes en Colombia, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, Bruce Mac Master, considera una prioridad la adopción de un plan de rescate por parte del Gobierno con el apoyo de los bancos para reprogramar las deudas de las empresas y salvar millones de puestos de trabajo.

Todo, además, porque la pandemia llevaría al país a una recesión económica, ya que la producción de la industria caerá, aunque hay que preservar la liquidez del sistema financiero para que pueda seguir prestando recursos para evitar la quiebra de muchas compañías, señala el dirigente.

¿Cuál cree que será el escenario para la economía y el empleo en caso de que el Gobierno amplíe la cuarentena por el Covid-19?

Todo lo que está sucediendo por la cuarentena tiene un costo muy alto para las empresas y el empleo en Colombia. De eso no hay duda. Pero si bien la prioridad es la salud, la segunda es el abastecimiento (de alimentos y bienes), luego el empleo y la viabilidad de las empresas.
Sin embargo, si se llega a extender la cuarentena eso demandaría un ejercicio muy planificado sobre cómo seguir generando recursos para el Estado, más divisas, abastecimiento e ingresos para las empresas públicas y los de aquellas compañías que han estado detenidas para que puedan seguir vendiendo y cuidando a la gente.

¿Ya existe algún plan o estrategia acordada con el Gobierno para evitar que esta crisis se profundice?

Estamos trabajando con el Gobierno y estudiando detalladamente cómo ha sido el manejo de estas crisis en otros países y cómo lograron mantener operando la economía. El reto grande que tienen los mandatarios en este momento es coordinar esos dos objetivos: cuidar mucho a la gente y sostener el crecimiento de la economía. Es decir, de qué manera pueden continuar la producción y las exportaciones, lo mismo que la dinámica del crédito, entre otras cosas.

Los gremios han pedido unos alivios a las deudas de las empresas para evitar que muchas se vayan a la quiebra, ¿en qué consisten?

Más que alivios lo que necesita en este momento la economía es un plan de rescate que garantice la liquidez del sector empresarial. En este momento nadie está pensando en utilidades ni en rentabilidad, sino en mantener vivas a las compañías, y para ello es clave mantener sus flujos de caja. Un ejemplo de ello es que en una empresa bajo la Ley 1116 (o ley de insolvencia), el sector financiero estudia su flujo de caja para saber si es viable en el futuro, o no. Si lo es, le reprograma sus deudas y le permite pagarlas cuando pueda. El interés ahora es mantener esos ingresos en las empresas. Hoy, esos flujos están tremendamente estrechos y limitados. Si uno quisiera defender el empleo y la supervivencia financiera de todas las organizaciones se tendría que pensar en una Ley 1116, pero para toda la economía. Y con base en un caso en particular, eso se podría replicar para todo el sector empresarial.

¿Usted confía en que la banca esté dispuesta a refinanciar miles de deudas de grandes y pequeñas empresas, una vez pase la cuarentena?

Sin duda alguna el que debería estar más interesado es el sector financiero. Porque de lo contrario, una muy buena parte de su cartera se verá en problemas. Por eso he dicho que el mayor riesgo que tenemos en este momento en Colombia –no solo para el sector financiero, los empleados y los dueños de las compañías— es que las empresas pierdan viabilidad y si se quiebran se perderán miles de puestos de trabajo e inversiones. Y allí la banca perderá su fuente de pago. Por eso la propuesta es que antes de que se pierda la solvencia de las compañías se les dé una inyección de oxígeno, de recursos y de liquidez inmediata y automática de manera que los flujos de caja de los meses venideros se dediquen a atender las obligaciones laborales, la compra de materias primas, y por último los compromisos con el Gobierno y los bancos. Todo eso debe ir acompañado de un mecanismo que garantice la liquidez de la banca, porque no puede pasar que el sector financiero quede ilíquido. Esa medida debe ser muy bien diseñada y establecer por cuántos meses deberá operar, teniendo en cuenta los pagos de capital y al menos la mitad de los intereses.

¿Eso implicaría una rebaja en las tasas de interés para aliviar la carga financiera a las empresas?

Yo no estoy pidiendo eso. No pido que el sector financiero pierda un peso, o le regale un peso a nadie. Si se produce esa posibilidad por parte de los bancos, la aceptamos por supuesto. Nuestra solicitud es que se produzca una reprogramación de las deudas. Pero todo eso debe acompañarse de una medida expedida por la Superfinanciera para que los bancos no tengan que provisionar las reprogramaciones de deudas porque ello protege sus estados de ganancias y pérdidas y su liquidez, ya que su solvencia termina siendo una figura en la cual todo el mundo termina ganando. Con esa medida se busca no aumentar los riesgos de la banca, sino bajarlos.

¿Qué pasaría si el Gobierno no adopta esa protección bancaria por ahora dada la gravedad de la pandemia ya que prima la salud antes que la protección de esos establecimientos?

Si no se adopta esa medida una muy buena parte de las compañías a las cuales los bancos les otorgaron créditos, perderían viabilidad y el riesgo aumentará.

¿Con base en lo que está pasando, es evidente que el crecimiento y el empleo caerán durante el 2020, o habrá que esperar?

No hay duda. Como vamos en este instante la caída de la demanda y la producción han sido muy grandes, y seguramente el indicador del Producto Interno Bruto, PIB, seguramente se contraerá. De eso, no tengo ninguna duda.

¿Visualiza entonces una recesión económica en Colombia?

Claro. Pero todo depende de cuánto dure y de lo profunda que sea esta emergencia por el Covid-19 para llegar a una recesión, en cuyo caso el riesgo actual indica que sucedería.

El Dane entregó ya una cifra preocupante en cuanto a desempleo. ¿Hasta dónde la pandemia perjudicará el empleo en las empresas?

En el campo laboral las empresas no le están pidiendo condiciones al Gobierno. Las empresas lo que le están contando al Gobierno es dónde se presentan hoy los problemas con la finalidad de conservar esos empleos. Sin embargo, ya hay compañías que han anunciado cierres. A pesar de ello, no hay ningún tipo de condicionamiento, pero lo que necesitamos es pensar entre todos en cómo vamos a asegurar el empleo en las industrias, pero contando por supuesto con las que sean viables. Es tratar, insisto, en que los empleadores sean viables para seguir pagando esas obligaciones. Todo el mundo está en eso. La mayor angustia que veo en los empresarios es cómo asumir esos compromisos.

Usted dijo que pese a la pandemia, el país no puede bajar la persiana de la economía. ¿Significa eso que los colombianos deben seguir trabajando, así sea entre riesgos?

Bajar la persiana a la economía es este momento es quitarle oportunidades de vida a muchas personas. No mucha gente acepta esto. La situación que se vive con el Covid-19 es angustiosa y dolorosa, pero no hay que olvidar que la enfermedad que más muertos ha producido en la historia de la humanidad es la pobreza. Debemos cuidarnos de eso y tenemos que evitarlo a toda costa, porque el balance que hacen los mandatarios sobre qué tanto cuidan a la gente y se mantienen los logros sociales, es muy importante. Por eso la mayoría de las manifestaciones que hubo en noviembre del 2019 eran para reclamar sobre cómo no habíamos mejorado más y en este momento retrocediendo quedaríamos en una situación muy paradójica.

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