"Me duele la indolencia de las naciones": Catalina Serrano sobre extradición de Arias

Una vez se conoció que el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la extradición a Colombia del exministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, su esposa, Catalina Serrano, publicó un mensaje a través de Twitter en el que lamenta la decisión tomada por la justicia norteamericana.

"Hoy siento un dolor muy profundo en mi corazón, me duele ver la indolencia de las instituciones y de las naciones en el mundo frente al caso de un hombre inocente, un hombre honesto, un hombre trabajador, un hombre disciplinado que dedicó su vida con amor al servicio público y que hoy le pagan de la manera en la que le pagan", se escucha en el audio de 52 segundos que va acompañado de una fotografía de los dos en una audiencia.

Dijo que su esposo no tiene a quién más acudir y "solamente tiene las voces de muchos colombianos que claman justicia y que no es suficiente". Finalmente dejó en manos de la justicia divina el futuro de su compañero de vida.

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Este mismo viernes se conoció una carta escrita por Tom Heinemann, consejero legal asistente del Departamento de Estado y responsable de ese despacho para los casos de extradición internacional, enviada al abogado del exministro, Hans Burgos, en la que informa sobre la autorización de su extradición a Colombia.

Arias está condenado a 17 años de cárcel por los actos de corrupción del programa Agro Ingreso Seguro.

"El subsecretario de Estado decidió autorizar la entrega del señor Arias a Colombia, siguiendo el tratado de extradición entre los Estados Unidos y Colombia. El Gobierno de Colombia será notificado sobre el tiempo que el señor Arias pasó bajo custodia en los Estados Unidos en la solicitud de extradición, para que puedan determinar si se puede reducir su período de encarcelamiento de acuerdo con la ley colombiana", señala la carta.

En ese sentido, el funcionario aseguró que confirmaba la decisión de entregar al exministro Arias a Colombia con la obligación que tiene los Estados Unidos en virtud del tratado de extradición que existe entre ambos países.

No obstante, Heinemann también aseguró que no han encontrado razones para considerar que de ser extraditado el exministro sea torturado como se venía argumentando.

“La decisión de entregar a un fugitivo que ha reclamado la tortura invocando la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, refleja una determinación de que la ‘tortura’ reclamada no cumple con la definición establecida o de que es poco probable que el fugitivo sea torturado si es extraditado", señala la carta.