El pais
SUSCRÍBETE
Viajeros en el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá. | Foto: Colprensa

AUSTRALIA

Más de 240 colombianos están varados en Australia tras cierre de fronteras

Con el cierre de la frontera, los connacionales no alcanzaron a regresar al país. Algunos temen la extinción de la visa.

27 de marzo de 2020 Por: Por Jair F. Coll, reportero de El País

Eran las cuatro de la madrugada cuando Carolina Tafur Barreto se enteró que dentro de cuatro días sería imposible regresar a Colombia. La orden del presidente Iván Duque de prohibir la llegada de todos los vuelos internacionales hasta 23 de abril lo supo por intermedio de su madre, cuya llamada la hizo pasar de una leve somnolencia a un estrés vertiginoso.

Mientras United Airlines no podía reprogramar su vuelo del 1 de abril a una fecha previa al lunes pasado, día límite para el ingreso de vuelos extranjeros, Latam le ofrecía una oferta tan prometedora en tiempo al tomar una ruta rápida por los lados de Chile, aunque no lo suficiente en precio: US$2600.

Carolina decidió quedarse en medio de un país que -para más de 240 colombianos- estaba rodeado por un inmenso mar de incertidumbre. “El lunes creé un grupo de Whatsapp, que al inicio tenía unas cuantas docenas de miembros, pero que hoy ya somos cientos de colombianos con dos grandes preocupaciones”, afirma.

Lea además: Decretos emitidos por el Gobierno debido a emergencia por coronavirus llegan a la Corte Constitucional

Según la joven de 30 años, que desde hace más de tres vive en Australia en calidad de estudiante de cursos de liderazgo y markerting, el arriendo y la comida pueden costar más de 3.200.000 pesos colombianos al mes. Esa es la primera preocupación de los ‘varados’, mientras la segunda es el tiempo que les resta para que se les caduque el visado. En el caso de Carolina, su tiempo límite se agota en 18 días. Es por eso que algunos están en la busca de una visa “puente” que extienda su estadía alrededor de 30 días más, pero que adolece de una desventaja: anula toda la posibilidad de laborar legalmente.

De todos modos, Carolina perdió su trabajo de mesera desde que todos los restaurantes cerraron la semana pasada por la emergencia sanitaria del coronavirus, que hasta ayer dejaba 2793 infectados y 13 muertos. La orden de cuarentena nacional no ha sido decretada aún, pero Carolina ha decidido recluirse en casa de una amiga: a la calle solo sale cuando su destino es el supermercado o la farmacia; nunca coge transporte público, solo camina.

Lo poco que duerme es un ligero alivio para lo que le demanda en fuerzas su nuevo trabajo (no remunerado): organizar las bases de datos de más y más compatriotas que le escriben todos los días al grupo. Ya envió una carta al consulado en busca de un vuelo humanitario.

“Se supone que dentro de poco estableceremos una charla con Migración Colombia, la Aeronáutica Civil y el Ministerio de Protección Social. Han sido días de muchísmo estrés e incertidumbre total”, expresa con voz agotada desde el otro lado de la línea telefónica.

Otro caso es el de Martha Lucía Cortés, de 56 años, y esposo de 61.
“En diciembre llegamos en calidad de turistas para visitar a nuestros hijos, que viven en Werribee, en el estado de Victoria. Pero al agravarse lo del coronavirus, la aerolínea nos canceló el vuelo de regreso que teníamos para mayo. Y si bien contamos con permiso hasta ese mes, somos un peso más para mi hijo (el único que trabaja), que además tiene dos niños y que su hermana perdió su empleo de camarera la semana pasada”, dice.

Pero más preocupada tiene a Martha el hecho de que su esposo, Ilder Quintero Suaza, sea un hombre de 61 años que sufra de hipertensión. Ambos sopesan si contratar un médico privado o invertir más de 300.000 pesos en un seguro mensual.

La distancia entre Colombia y Australia es de 16.000 kilómetros. Si aquí son las 8:00 de la mañana, en la nación oceánica es media noche. En tiempos de incertidumbre por culpa de una nueva epidemia mundial, ambos países separados por las inmponentes aguas del Pacífico no han podido estar más cerca.

AHORA EN Colombia