El pais
SUSCRÍBETE
Jaime Pumarejo, el nuevo ministro de Vivienda. | Foto: Foto: especial para El País

GOBIERNO NACIONAL

"Colombia se ha convertido en un país de propietarios": Ministro de Vivienda

Jaime Pumarejo, el nuevo ministro en esta cartera, dice que un millón de personas lograron casa propia en este Gobierno. Habrá subsidio a la tasa de interés hasta el año 2019.

27 de agosto de 2017 Por: Alfredo García / Reportero de El País

Uno de los retos del Gobierno en su último año es que más colombianos tengan casa, lo que no será fácil en la actual desaceleración económica.

Y aunque todavía hay críticas al programa de las viviendas gratuitas, el nuevo ministro de Vivienda, Jaime Pumarejo, promete que habrá otras 30.000 en 2018.

Lea también: Sector de la construcción crecería 2,4 % en este segundo semestre del 2017: Camacol

Por esa política, “Colombia se ha convertido en un país de propietarios en los últimos años”, recalca este administrador barranquillero que lleva pocos días en el cargo.

Con base en lo anterior anuncia que se otorgarán 200.000 subsidios nuevos a la tasa de interés y de cobertura con recursos garantizados hasta el 2019 para viviendas de interés social y no social. Afirma que sí hay tierras y sugiere a los alcaldes que flexibilicen más los POT.

Ministro, no es poco un año para atender el reto de otorgarle vivienda a más colombianos que no han cristalizado ese sueño...

Creo que es suficiente tiempo para cerrar los programas más importantes del Gobierno Nacional en materia de vivienda. Hay varios retos importantes.

El principal, es lo que viene en casas gratuitas y la meta es entregar otras 30.000, pero con un cambio y es que lo haremos en municipios más pequeños de categorías 3, 4, 5, es decir, de más arraigo rural. Son localidades que no pasan de 50.000 habitantes.

Y aunque son menos viviendas, que en el primer ciclo, tienen un impacto mayor en esos pequeños municipios. La meta es entregar el 60% de esas soluciones previstas en 204 proyectos antes de que finalice el Gobierno para favorecer en especial a población desplazada y vulnerable, según las listas elaboradas por el Departamento de la Prosperidad Social, DPS. Y que esas viviendas lleguen a quienes de verdad las necesitan.

¿Pero cómo evitar que los avivatos aprovechen la coyuntura electoral para hacerse a casa gratis sin cumplir los requisitos?

Nadie puede inscribirse y pensar que puede llegar a tener una vivienda gratis si no figura en esas listas del DPS. Y si hay más población desplazada en un municipio respecto al número de casas que vamos a entregar se hará un sorteo público, y de esa manera evitaremos que lleguen a personas que no las necesitan.

El programa de casas gratis favoreció a muchas familias, pero recibió críticas, pues algunas las alquilaron y hasta las vendieron...

Para eso contamos con un programa de acompañamiento social el cual busca orientar a la gente para saber convivir y crear comunidad.
Luego hacemos un análisis y muchas investigaciones para conocer el buen o mal uso de la vivienda.

Hasta el momento van 30 revocatorias de entre un paquete de 100.000 viviendas entregadas. Se trata de un número muy bajo, pero ejemplarizante ya que se deben cumplir las reglas. Incluso hay personas que las han entregado voluntariamente porque no las necesitaban. Lo importante es que le estamos haciendo seguimiento al programa y lo mismo pasará con las 30.000 nuevas viviendas que le costarán al Gobierno $1,9 billones para ejecutar en 101 municipios y 26 departamentos.

Pero, ¿qué viene para el resto de los colombianos?

El segundo reto es Mi Casa Ya. Es quizás uno de los proyectos más novedosos que le entrega a muchas familias la posibilidad de convertirse en propietarias.

Hay franjas donde se deben devengar dos salarios mínimos, de dos a cuatro salarios y después sin tope, es decir, para personas que aspiran a viviendas que cuestan hasta $320 millones.

En el estrato más bajo ofreceremos un subsidio de $22 millones para la cuota inicial más un subsidio a la tasa de interés de cinco puntos porcentuales al mes para el crédito. Estas personas podrán tener casa con una cuota de $180.000 y allí pueden clasificar la empleada doméstica, el taxista, el educador o el obrero. La máxima tasa es de 2,5% al mes.

Esos programas pueden buscarse en los bancos, o en el Fondo Nacional del Ahorro, informando a qué proyecto se quiere aplicar en su respectivo municipio. Hay previstos 100.000 subsidios a la tasa de interés y 90.000 de cobertura en esta fase. Son 200.000 familias a favorecer.

¿Qué explica que a pesar de esas cifras de vivienda la construcción aún no haya jalonado la reactivación económica?

Hay varios proyectos importantes en materia de reglamentación y en impulso económico para que cerremos el año mucho mejor frente a la tendencia de la que veníamos.

El sector ha crecido en los últimos años casi el doble del PIB nacional, pero ahora hubo una leve corrección que era de esperarse. Nos toca ahora esperar un poco frente a las expectativas de los consumidores, teniendo en cuenta que el segundo semestre pinta mucho mejor con las estrategias que hemos trazado con el apoyo de Camacol.

Y aunque no es de esos logros laureados, el Gobierno les ha dado agua potable por primera vez a 6,5 millones de colombianos. Y otros 6 millones más ya cuentan con redes de alcantarillado —el 15% de la población —al decirle adiós al balde en sus servicios sanitarios.

Se habla de que Colombia debe ser un país de propietarios para progresar. ¿No estamos lejos de eso todavía, pues miles de familias siguen destechadas?

Más de un millón de personas se han convertido en propietarias de vivienda en este Gobierno. Es decir, que ya cuentan con un patrimonio y tienen un techo para sus familias lo cual les ha generado seguridad y tranquilidad en muchas regiones. En otras palabras, Colombia se ha convertido en un país de propietarios.

¿Habrá nuevos alivios en las tasas de interés, pues todavía la gente que quiere ser propietaria se asusta por la carestía de los créditos?

Vamos hasta el 2019 con el subsidio a la tasa de interés. Este subsidio si bien se da este año, el mismo acompaña al usuario hasta por siete años, por lo que el crédito queda comprometido durante ese tiempo.

Este esfuerzo del Gobierno vale $1,4 billones, que en costos de insumos y otros beneficios adicionales se convierte en casi $17 billones en apoyos con un efecto multiplicador para la economía. Eso termina representando alrededor de un punto porcentual del Producto Interno Bruto, PIB, adicional, según cifras establecidas por Camacol.

¿Por qué todavía se pierden subsidios de vivienda: por falta de información, negligencia de la gente, o déficit de suelo urbano?

Durante la gestión del exvicepresidente Germán Vargas se cambió la metodología sobre cómo se hace vivienda de interés social, VIS y de interés prioritario en Colombia, VIP.

Por eso el subsidio no se le entrega hoy a una persona específica o a un proyecto como tal antes de que esté terminado, o que el ciudadano no tenga su crédito aprobado. Eso permitió otorgar más subsidios que antes beneficiaban solo a unos pocos.

Tenemos 200.000 subsidios por asignar y se entregan solo cuando la persona recibe su casa. No hay bolsas por departamento, y solo aquellos que se ponen las pilas en los programas habitacionales podrán recibir más subsidios.

Y aquí el reto del Valle es que se ponga las pilas y empecemos a ejecutar proyectos para acompañarlos.

Pero, ¿porqué se afirma que la falta de tierra ha frenado muchos proyectos en ciudades como Cali?

Venimos realizando un acompañamiento técnico a todas las entidades territoriales con lineamientos expedidos desde el Ministerio.
Y uno de esos lineamientos fueron las especificaciones que debe tener una vivienda para que no se le agreguen arandelas u otras cosas que terminan subiendo su valor.

Existe una autonomía territorial donde nosotros no podemos meternos, pero damos pautas en ese sentido para que flexibilicen los Planes de Ordenamiento Territorial, POT, sobre todo para vivienda de interés social y prioritaria.

Pero cabe aquí que se hagan llamados a los alcaldes para trabajar con ellos, pero si es un tema de autodeterminación de cada municipio o departamento sobre cómo quiere manejar su territorio dentro de los lineamientos del Gobierno.

AHORA EN Colombia