En vilo por la salud de Freddy Rincón: el tenso ambiente que se vive a las afueras de la clínica

Desde las 5:00 de la mañana empieza la romería en las afueras de la clínica Imbanaco, donde se encuentra recluido desde el lunes y en estado crítico el exfutbolista Freddy Rincón.

Los primeros en llegar son los periodistas de diferentes medios, además de los camarógrafos para instalar en el mejor sitio sus trípodes, 'apuntando' siempre hacia la puerta principal del centro médico.

Es la espera por la noticia. Y a medida que pasan las horas, el lugar se ve más concurrido porque van llegando las enfermeras para el inicio de turno.

A eso se le agrega el alto que siempre hacen en el camino los transeúntes que preguntan a cualquier periodista por la situación de Rincón.

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Todo el mundo monta guardia. El murmullo se siente cuando el reloj se acerca a las 8:00 de la mañana, hora prevista para el parte médico del día.

Hay que hacer fila para ingresar por una de las puertas laterales. Adentro espera una mesa con un mantel blanco, que en segundos se llena de micrófonos de las diferentes emisoras y noticieros.

Frente a esa mesa están los camarógrafos, otra vez 'apuntando' y el blanco es el médico Laureano Quintero, encargado de entregar la noticia más esperada.

Cuando llega hay silencio. El galeno se acomoda y con cara de preocupación y en dos minutos, da el parte médico —tan preocupante como el de ayer—, que deja a todos con un prolongado silencio.

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Los 'en vivo' ni se sienten. Hay un sentimiento de dolor en los periodistas, más allá de tener qué analizar y entregar una noticia.

De a uno van saliendo para acomodarse en uno de los pasillos del exterior, de nuevo a la espera de otra atención del médico, o pendientes de la llegada de algún familiar del 'Coloso' de Buenaventura.

Y mientras eso sucede, hay que revisar el celular para 'chequear' las informaciones de redes.

La espera se hace larga y el cansancio lo interrumpe un hincha que con bandera de Colombia empieza a saltar frente a la prensa y de espaldas a la entrada principal de la Clínica, coreando el nombre de Freddy como se hace en un estadio.

Para algunos medios, “esto sirve”, y enfilan baterías para grabar y entrevistar al sorpresivo hincha.

Va llegando la tarde y el cansancio hace mella. Algunos se marchan a sus casas y a programas, y otros deciden esperar para ver si hay novedades.
No hay anuncios de nuevos partes médicos. La noche cae y con ello el trabajo de la prensa, hasta el otro día cuando se vuelve a empezar.