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Jefersson Martínez Palacios, quien lleva 16 años en la Policía, ha investigado más de 700 casos de abuso sexual en los últimos siete años en Cali. | Foto: Foto: Oswaldo Páez / El País

DELITOS SEXUALES

Conozca la historia del policía que 'caza' abusadores sexuales en Cali

Jefersson Martínez ha estado tras las capturas más importantes de violadores. Ha llevado más de 700 procesos.

4 de agosto de 2019 Por: Redacción de El País

Son ‘cazadores’. Sigilosos. Como si fueran parte de una manada de leones tras su presa, un grupo de investigadores de la Sijín de la Policía de Cali no pierde tiempo a la hora de seguirles los pasos a los abusadores sexuales. Si ellos se esconden en la oscuridad, los detectives los alumbran para atraparlos.

Uno de esos ‘cazadores’ es el intendente Jefersson Martínez Palacios, quien lleva 16 años en la Policía de Cali y desde hace 11 hace parte del grupo de delitos sexuales de la Sijín.

Nació en el municipio de Paime, Cundinamarca, tiene 38 años, y en el mundo de la investigación criminal inició siguiéndole el rastro a homicidas. Allí, en el 2007, entendió la dimensión de su labor, para luego dar el salto a ser jefe del grupo de delitos sexuales en 2012.

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Datos del Centro de Atención a Víctimas de Abuso Sexual, Caivas, de la Fiscalía en Cali, revelan que entre enero y junio de este año 112 personas fueron imputadas en la ciudad por delitos sexuales. Los jueces profirieron 58 condenas. En el 2018, el panorama era igual de preocupante, 24 personas en promedio fueron imputadas cada mes de ese primer semestre, por ser presuntos abusadores sexuales. En ese periodo hubo 74 condenas.

Desde que inició como investigador de delitos sexuales, Martínez Palacios ha dado golpes certeros contra violadores, varios de ellos fueron casos mediáticos, como la captura en Palmira de ‘Míster Colombia’, quien fue aprehendido por presuntamente abusar sexualmente de doce mujeres. También están los casos del pastor de una iglesia y un conductor de transporte informal, entre varios otros.

Desde que asumió como jefe del grupo de delitos sexuales hace siete años en Cali, por sus manos han pasado más de 700 investigaciones, si tenemos en cuenta que mensualmente tiene un promedio de diez casos asignados. Su larga experiencia le demuestra que detrás de cada uno de los agresores sexuales se esconde una persona común y corriente, un ser humano que puede desarrollar sus rutinas diarias, de trabajo y familia, con total normalidad.

"El abusador sexual es una persona común y corriente. Muchos delincuentes manejan un perfil bajo o el de una persona íntegra, muy decente. No es esa persona sigilosa que esté esperando la oportunidad para delinquir. Es una persona que actúa de forma premeditada, procurando ganarse la confianza de personas cercanas a la víctima, en algunos casos familiares. Estas personas dominan muy bien el engaño y las amenazas hacia los niños", señala.

El policía, quien dice ser un apasionado por su trabajo, trabaja junto a otro compañero. Los dos son coordinados por la Fiscalía 60, que cuenta con el funcionario judicial, un asistente y dos investigadores.
Si cada caso que sucede en la ciudad se investigara a fondo, se necesitarían 544 ‘Jefersson Martínez’ para esclarecerlos, pues solo entre enero y junio de este año, funcionarios de Medicina Legal practicaron en Cali ese número de exámenes médicolegales por presuntos delitos sexuales. A junio del año pasado el dato era de 603 exámenes.

Capturó a un ‘pirata’ y un pastor

"Uno de los casos que más recuerdo es el de un hombre que trabajaba como ‘conductor pirata’ y abusó de una de sus pasajeras. Él la recogió en La 14 de Pasoancho. Ella se dirigía hacia Jamundí. El hombre ya tenía dos pasajeros que iba llevar al Distrito (de Aguablanca, en el Oriente) y le dijo que primero iba dejarlos a ellos y luego se regresaba a llevarla", cuenta.

"Ella no sabía que los acompañantes se dirigían al Distrito hasta que él coge la Avenida Ciudad de Cali. En ese momento ella le dice: “Señor, ¿para dónde me lleva?”. El conductor le respondió que primero los iba dejar a ellos y luego se regresaba para llevarla a su destino. Al regreso, toma la vía Cali - Jamundí hacia la Cañasgordas y se desvía por un callejón. Es allí donde abusa de la joven", agrega.

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Cada uno de los casos que han pasado por sus manos él los recuerda con detalles, principalmente las técnicas de investigación utilizadas para dar con la captura de los violadores.

"Luego de tener varios acercamientos con la víctima, se logra obtener la placa del vehículo y se cita al propietario a un interrogatorio, pero nos dimos cuenta que no tenía las características del presunto abusador. El hombre manifiesta que el vehículo se lo vendió a otra mujer y no habían hecho los papeles de traspaso del automóvil", comenta.

"Nos contactamos entonces con la mujer, que respondió que “el vehículo lo manejan mi esposo y un señor que es afrodescendiente”, responde. Le pedimos los datos de la cédula de ambos, aunque ya sabíamos que el victimario no era afrodescendiente. Cuando tuvimos los datos del esposo de la señora nos llevamos la sorpresa de que él era el abusador", complementa.

Para la investigación de este caso, el detective, con su equipo de trabajo, hizo un reconocimiento fotográfico con profesionales de la Unidad Criminalística. Ellos escogieron siete personas con características similares para que la víctima lograra identificar al abusador en presencia del Ministerio Público. La mujer finalmente señaló a la persona que tenían como indiciado.

"Allí comenzó la búsqueda, pero la esposa del abusador se fue para Ecuador y el victimario se perdió. La Fiscalía no podía expedir una orden de detención al vehículo porque como era utilizado como medio de transporte informal, cualquiera lo podría estar conduciendo y la idea era no dar mucha alerta para dar con el paradero del hombre de manera rápida", señala.

Un año después de los hechos, los investigadores encontraron el carro saliendo de Cali por la vía a Juanchito, en Ciudad del Campo. A pesar de que había pasado un tiempo, Martínez Palacios recordaba que la víctima había contado que el abusador sexual había simulado que se le había pinchado una llanta y ella le pasó un destornillador, a lo que él le respondió que en la guantera habían unos recibos de un calibrador.

"Esos elementos, con las características dadas, todavía existían dentro del carro, y eso nos permitió reconocer el carro con facilidad", dice.

Otro de los casos que recuerda el investigador de la Sijín de la Policía fue la captura del pastor de una Iglesia Cristiana, Alexander Alzate, quien fue condenado en segunda instancia. Sus víctimas eran mujeres de la congregación, algunas de ellas fueron sometidas a abusos sexuales desde los nueve años.

"Él utilizaba su autoridad y poder de oratoria para que se dejaran tocar y les decía que “eran tocadas por el Supremo, por Dios”, entonces ellas lo permitían. Una de las mujeres manifestó que el hombre las acusaba al decir que eran ellas las que lo habían “hecho pecar” a él, y por eso las víctimas se daban “golpes de pecho” por haber incitado a un “hijo de Dios”, apunta.

Hizo justicia por doce víctimas

El funcionario judicial también estuvo detrás de la captura en 2016 de ‘Míster Colombia’, el modelo que raptaba mujeres en la vía Cali - Palmira, o a las afueras del municipio de Candelaria, para abusar de ellas en los cañaduzales y luego abandonarlas sobre algunas de las carreteras intermunicipales.

El hombre utilizaba su moto para transportar a las víctimas y las intimidaba amenazándolas con pegarles un tiro si no accedían a montarse al vehículo. Ellas, por temor, se subían a la motocicleta y las llevaba hacia los cañaduzales para abusar sexualmente de ellas.

El agresor fue modelo finalista de ‘Míster Colombia 2013’ y trabajaba como entrenador en un gimnasio. Fue precisamente ahí donde lograron los investigadores dar con la prueba reina.

"Pudimos ingresar al gimnasio a dos investigadoras para obtener el ADN de él por medio de una botella donde tomaba una bebida para hidratarse. Esto se hizo para cruzar la información con el ADN que tenía Medicina Legal de los fluidos de las víctimas de la vía Cali-Palmira y las de Mulaló-Yumbo", manifiesta.

"Cuando se hizo el cotejo con doce mujeres, los resultados salieron positivos. Era la misma persona. En la vivienda de Palmira donde fue capturado se encontraron unas motos con las placas y los cascos que señalaban las víctimas. En la habitación, el hombre guardaba una colección de panties femeninos que serían de las víctimas", añade.

Sus ‘cacerías’ no paran. Ahora, dice, le sigue el rastro al abusador sexual de una joven de 13 años. El agresor tiene 60 años y abordó a la pequeña preguntándole si era virgen. Seguro, en la próxima redada de ‘Caza Violadores’, que cada dos meses hacen con la Fiscalía, el hombre caerá para pagar por lo hecho. "En promedio, se están capturando unas 40 personas cada dos meses por este delito", apunta.

Tenga en cuenta:

Los padres deben enseñar a sus hijos cómo se configura la violencia sexual y cómo deben actuar ante ella, esto como una forma de prevenir que se formen agresores, no solo sexuales, sino de todo tipo de violencias.

“Los padres tienen que entender los riesgos que existen y por eso no deben bajar la guardia, ni siquiera en los contextos conocidos. Tienen que creerles si ellos denuncian una situación de abuso, pero además tienen que denunciarla, para prevenir que otros niños sean víctimas”, dijo Claudia Sánchez, psicóloga clínica.

Para el investigador de la Sijín de la Policía, Jefersson Martínez Palacios, los padres de familia no deben dejar a los niños al cuidado de cualquier persona.

“Desconfíe de todo el mundo porque lo que se ha visto es que los principales abusadores son miembros de la familia: papá, tíos, abuelos”, agrega el funcionario de la Policía.

Denuncias en el Centro de atención a víctimas de abuso sexual, Caivas, cuyo teléfono es el 6204100, extensiones 1111-1120.

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