El reloj del crimen: los horarios en que se 'dispara' la inseguridad en Cali

Los delincuentes aprovechan la mañana para robar y la noche para asesinar. Mientras de 6:00 a.m. a 11:59 a.m. es la franja del día en el que se comete la mayoría de los hurtos a nivel nacional (30 %), los homicidios, en gran medida (40 %), se presentan de 6:00 de la tarde a 11:59 p.m.

Así lo evidenció la Corporación Excelencia para la Justicia (CEJ) a través de su más reciente estudio ‘El reloj de la criminalidad’, que clasifica los actos delictivos que tienen un mayor impacto en el país.

De acuerdo con el informe, el hurto a personas es el crimen que más veces se comete en el día. En promedio se presentan cerca de 687 casos diarios, aproximadamente 28 por hora. La mayoría se concentra en la mañana.

El delito del hurto de celulares ha sido el segundo crimen de mayor impacto en lo corrido de 2021. Este se presenta más de 16 veces por hora, y se lleva a cabo principalmente de 10:00 a.m. a 11:59 a.m. y de 6:00 de la tarde a 9:00 p.m.

Para el abogado especialista en Relaciones Internacionales y Negociación Hernando Herrera, director de la CEJ, “los delincuentes están aprovechando el tiempo de desplazamiento de las personas de la residencia al trabajo para robarlas. El día en que más se roba en el país es el viernes. Ese día se registró el 58 % de los casos, más que el domingo”.

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Ante este panorama, el también experto en Derecho Constitucional egresado de la Universidad del Rosario, asegura que la pandemia generó un gran impacto para la economía, y aunque no justifica el delito, considera que la crisis sanitaria sí es un fenómeno que afectó la seguridad del país.

A su vez, indica que la fortaleza y crecimiento de las bandas criminales en Colombia, las falencias en el sistema penal, por medidas como el vencimiento de términos, la multiplicidad de reincidencia y las rebajas de penas, hacen que los delincuentes evidencien, según Herrera, “que robar y que no pase nada, es una posibilidad”.

Entre tanto, los homicidios a nivel nacional durante 2021 se perpetraron mayoritariamente en la noche. A diario se estima que se llevaron a cabo, en promedio, 38 asesinatos, según la Corporación Excelencia en la Justicia.

De acuerdo al más reciente Informe de Seguridad y Convivencia del Observatorio de Seguridad de Santiago de Cali, publicado este año, los delitos de mayor impacto en la capital del Valle siguen siendo el homicidio y el hurto.

En Cali la situación de los homicidios se agravó, pues comparados los periodos de enero a agosto, el registro pasó de 730 casos en 2019 a 675 en 2020 y a 859 en 2021.

Es decir, con respecto al año inmediatamente anterior, el índice de asesinatos aumentó un 27 %.

Ahora bien, de acuerdo con cifras del observatorio ciudadano Cali Cómo Vamos, que monitorea indicadores de calidad de vida, por la mañana es cuando más roban en la ciudad.

La mayoría de estos hurtos (17 %) se llevan a cabo de 9:00 a.m. a 11:59 a.m.; el 14,6 % de 6:00 de la tarde a 8:59 p.m., y el 13 % de doce del día a 2:59 d la noche.

En lo corrido de este año el 62 % de estos hechos se presentaron de martes a viernes. Los días en que hay más hechos de hurto en Cali son los miércoles, cuando sucede el 17 %.

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Para Adalberto Sánchez, director del Instituto de Investigación y Desarrollo en Prevención de la Violencia y Promoción de la Convivencia Social, Cisalva, hay varios factores determinantes en el delito del hurto.

Por ejemplo, la judicialización: “Si el acto no va a tener impacto judicial, el perpetrador se expone a la visibilización, no le importa si hace a la luz del día ese hurto ‘pequeñito’ de ese bolso o celular, porque sabe que las consecuencias del acto criminal no van a tener tanto efecto en su devenir”.

Así lo confirma Mónica Cifuentes*, quien hace unas semanas fue víctima de hurto en el sur de Cali, junto a su novio. El hecho, según ella, se presentó a plena luz del día, a las 9:00 a.m. Relata que el sector por donde transitaban a pie se encontraba muy solo, lo cual fue propicio para que el delincuente, usando un cuchillo, hurtara los teléfonos celulares y el dinero que ambos llevaban.

Para ella, Cali “no es una ciudad segura, he escuchado historias de muchos amigos, a quienes también les han robado o los han intentado robar”.

Según la víctima, a los criminales no les importa cometer sus fechorías a cualquier hora del día, pues recuerda cómo, en otra ocasión, fue víctima de un intento de robo por el sector de Bochalema “y era en plena luz del día, también’’. Añade que los dos sucesos que narra se han presentado en un contexto de soledad.

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De ahí que el docente e investigador Adalberto Sánchez indique que el delincuente se condiciona por la cantidad de testigos que lleguen a observarle cometiendo un delito, es decir, quienes roban ponen en consideración qué tan visibles van a ser.

De esta manera, realizan un balance para determinar en qué momento delinquen.

Agrega que la visibilidad al momento de cometer el delito es un factor determinante para la comisión de los actos delictivos. Y evoca cómo ‘‘en la primera administración de Rodrigo Guerrero se demostró que los parques infantiles o zonas de esparcimiento dentro de los barrios, cuando no tenían buena iluminación, eran sitios propicios para actividades como microtráfico, robo, agresiones personales e inclusive, homicidios. Entonces, una de las acciones fue la de iluminar parques. Cuando se iluminaron, inmediatamente las cifras cambiaron’’, precisa el docente de la Escuela de Ciencias Básicas de la Universidad del Valle.

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A diferencia de los hurtos que se cometen más en horas del día, el homicidio en la capital del Valle, según los indicadores de Cali Cómo Vamos, se lleva a cabo, principalmente en la franja de la noche.

En lo que va corrido de 2021 (desde enero hasta agosto) se estimó que de 9:00 p.m. a 11:59 p.m. hubo la mayor parte de los homicidios (21 %). De 6:00 p.m. a 8:59 p.m. el 20 % y de 3:00 p.m. a 5:59 p.m. el 13 %.

El día en el que más se presentan asesinatos es el domingo. Este año han sucedido 161 casos ese día (19 %); seguido del martes, con 133 (15 %) y el sábado 125, (14 %).

Ante este fenómeno, Adalberto Sánchez, también biólogo genetista, asegura que ‘‘en la capital del Valle del Cauca inició el aumento de los homicidios en los años 80, estos siempre han sido asociados a actividades nocturnas, eso era algo que, inclusive, informes de Medicina Legal evidenciaron. La gran mayoría de los cuerpos sometidos a procesos de necropsia por muerte violenta, por ejemplo, mostraban niveles de alcoholemia alto’’.

Las muertes suceden más en horas nocturnas, de acuerdo con Sánchez, porque en condiciones de soledad y oscuridad hay bajas probabilidades de testigos o visibilización. Sumado a ello, el consumo excesivo de bebidas embriagantes genera ‘‘que la capacidad consciente disminuya y eso hace (a los ciudadanos) presa de esos riesgos asociados a actividades delictivas’’.

Por eso, indica que lo ideal no es prohibir las actividades nocturnas o de esparcimiento, sino garantizar condiciones de convivencia adecuadas para la ciudadanía.

El mayor Óscar Andrés Bernhard, de la Policía Metropolitana de Santiago de Cali, reconoce que se han desarrollado en medio de la ciudad estrategias como los ‘Frentes de seguridad’, que buscan unirse con la comunidad para solucionar las problemáticas que afectan su convivencia y bienestar.

El uniformado explica que en esta estrategia los gestores de las comunas que comprenden el territorio se acercan a la comunidad para generar acciones de impacto en torno a acciones para prevenir del delito.

Sin embargo, cabe resaltar que, como lo asegura también el analista Adalberto Sánchez, es fundamental la denuncia, pues ‘‘uno de los problemas que tenemos en la ciudad de Cali es que la gente no denuncia. Por ejemplo, el robo del celular, la gente no lo denuncia. Como no lo hace, no se puede emprender una acción judicial, y así el perpetrador, si es aprehendido por la Policía, es rápidamente liberado’’, precisa el docente e investigador de la Universidad del Valle.

De acuerdo con el mayor Óscar Andrés Berna, de la Policía Metropolitana de Cali, algunas recomendaciones para los caleños son:

- Tener confianza en el hogar y generar una red de apoyo con su familia, que ellos sepan hacia dónde se moviliza y lo que va a hacer.
- Reconocer su comunidad, esto es importante, pues ‘‘el hecho de conocernos nos permite saber quién está a nuestro alrededor, cuál es la persona sospechosa que llega adonde estamos’’.
- Fortalecer el autocuidado y el mejoramiento del entorno.