Tras quince meses de dificultades causadas por la pandemia y aumentadas por los paros que desembocaron en violencia, Colombia parece encaminada hacia la reactivación que ayuda a resolver los graves problemas que deja la que puede ser considerada como la gran crisis en un siglo. Es el momento para que los colombianos nos demostremos a nosotros mismos que sí podemos superar las dificultades.

Con todo y los inconvenientes que se han presentado, la vacunación avanza con paso firme. A la fecha, 30,3 millones de vacunas se han aplicado y 13,2 millones ya tienen el esquema completo para alcanzar la protección. Es una buena cifra que mejora día a día, las dosis están fluyendo en todo el país y la participación de los ciudadanos ha sido importante para aumentar el cubrimiento que, aunque no significa la inmunidad total, sí ofrece una protección que limita al máximo los riesgos de muerte así como la posibilidad de enfermedad grave.

Así lo está demostrando la importante caída en la ocupación de las unidades de cuidados intensivos ocasionada por el coronavirus, que ya está en el 59%, así como en el número de personas fallecidas que está en 143 diarios, un 400 % menos con respecto a los 720 fallecimientos registrados por día a finales de junio. Quiere ello decir que la campaña de vacunación ha rendido los frutos que se esperaban, ese a las dificultades que ocasiona la resistencia de algunos sectores contra la aplicación de los biológicos, todos de comprobada eficacia.

Como lo indican los expertos, de continuarse el esfuerzo con la intensidad que hasta ahora ha permitido aplicar 30 millones de dosis en todo el país, las perspectivas de llegar a la inmunidad de rebaño antes de fin de año son cada vez más real. Y si bien la llegada de la variable Delta que aumenta la velocidad de contagio es un hecho que preocupa, también es cierto que está en nuestras manos proteger nuestra salud si aplicamos las medidas apropiadas. Para ello hemos adquirido la experiencia y el conocimiento que nos permitirá aumentar la vacunación y evitar un regreso a las medidas drásticas de aislamiento, algo imposible en momentos en los cuales es necesario el retorno a la normalidad para superar las dificultades económicas que padecen millones de colombianos.

Hoy estamos en uno de los momentos más definitivos para recuperar el crecimiento, el empleo y el impulso que necesitamos todos los colombianos. Ello también implica poner esa recuperación por encima de los intereses políticos que se escondieron detrás del paro nacional, la violencia y el vandalismo que trataron de tomárselo. Y pensar en el bien común, lo que incluye osas como tramitar con rapidez la reforma tributaria que le ofrezca tranquilidad a las finanzas públicas y estabilice índices como la inflación, hoy cercana al 4% anual, que golpea la capacidad de compra de los colombianos.

Sin duda, la Nación está en medio de dificultades y se necesita un gran esfuerzo para retomar el impulso que detenga la pobreza y permita al Estado ofrecer soluciones a los más necesitados. Lo que en los últimos dos meses nos está demostrado es que sí se puede alcanzar esos objetivos.