Las decisiones que anunció ayer el Gobierno Nacional indican que Colombia está llegando a la última fase de la pandemia por el Covid-19. Con el relajamiento de las restricciones impuestas dos años atrás, ahora la responsabilidad de velar por su salud, la de su comunidad y evitar que se regrese a niveles de riesgo, será de cada colombiano.
Las estadísticas indican que el coronavirus se está superando de manera efectiva. El promedio de casos diarios registrados en el país durante la última semana fue de 240 contagios y 7 fallecimientos, mientras que en el Valle del Cauca el domingo anterior se verificaron apenas 7 nuevos infectados y ninguna persona muerta como consecuencia de la enfermedad. Esos índices, unidos a los altos porcentajes de vacunación con el esquema completo y de las dosis de refuerzo a nivel nacional, llevaron a imponer los alivios anunciados por el Ministro de Salud.
A partir del 1 de mayo dejará de ser obligatorio el uso del tapabocas en la mayoría de espacios cerrados, con excepciones como las aulas de los centros educativos, el transporte público, los servicios de salud y los centros geriátricos. Esta nueva disposición la podrán adoptar los municipios en los que al menos el 70% de su población cuente con las dos dosis de la vacuna y el 40% ya tenga el refuerzo, por lo cual de momento Cali está excluida toda vez que apenas alcanza el 30,8% de vacunados con la dosis de refuerzo.
De acuerdo con las decisiones gubernamentales, ya no se exigirá el carnet de vacunación en eventos de carácter público o privados ni en restaurantes, bares, discotecas o salas de cine. Quienes arriben al país desde el exterior sí deberán presentar el esquema completo de vacunación o en su defecto una prueba PCR realizada con menos de 72 horas previas al viaje.
Para llegar a estos alivios de las restricciones se debe reconocer que ha sido esencial el buen manejo y la prudencia con los que el Gobierno Nacional, el Ministerio y las secretarias de Salud locales y departamental han abordado la pandemia. Aunque el Covid-19 deja hasta la fecha 147.000 personas fallecidas y ha provocado 6,1 millones de contagios en Colombia, la situación del país ha sido menos catastrófica que en otras naciones. Ello ha sido posible gracias a las disposiciones adoptadas, el descubrimiento de las vacunas y los planes de vacunación adelantados en el territorio nacional que han tenido efectos positivos.
Si bien ahora el país entra en la última fase de la pandemia, hay que saber que este coronavirus no se irá y es necesario aprender a convivir con él. Por ello existirán siempre riesgos serios y la probabilidad de que en algún momento se presente un recrudecimiento de la pandemia. Hay que estar entonces atentos a las disposiciones, seguir las recomendaciones de las autoridades y mantener los autocuidados.
Es la responsabilidad que debe asumir ahora cada colombiano con el cuidado de su salud, de su entorno y de su comunidad, para evitar que la pandemia regrese y con ella las restricciones que conlleva. Con ello habremos dejado atrás la pesadilla que vivimos durante dos largos años.