Imagina que estás en un espacio de luz y de amor con miles de espíritus hermosos.

Un día, con la guía de sabios Maestros, eliges venir a la tierra para evolucionar en el amor.

Con base en lo que quieres aprender o enseñar, trazas un plan de vida con los hechos más significativos.

Eliges cuerpo, raza, país, dones, límites, familia, profesión y tu misma muerte, en fin, lo esencial.

Haces acuerdos con otros espíritus y, entre todos, programan roles, relaciones y aprendizajes.

Luego vienes a la tierra y vives gozos y pruebas que escogiste para evolucionar en amor.

Dios está contigo, pero no te manda ni te quita lo que programaste. Por eso no bajó a Jesús de la cruz.

Esto te suena raro, pero así funciona la vida. Lee ‘El plan de tu alma’ y tendrás más paz y menos dudas.