El doctor José Gregorio* salió emocionado después de su segunda dosis. Contó los 15 días y celebró con champaña y se quitó la mascarilla para hacer consulta. A los 15 días se enfermó.

Se demoraron en hacer el diagnóstico. Era muy improbable. Se agravó y fue internado en UCI, donde se confirmó el cuadro típico de neumonía con covid positivo y a los 3 días murió. Conclusión de su acongojada familia: la vacuna no sirve.

Conclusión de un amigo que oyó del caso: definitivamente no sabemos nada. Lo que hay que concluir es que el camino de la ignorancia o el simplismo es el más fácil. No hay que pensar mucho. Las cosas son o no son. Hacer un esfuerzo por entender la complejidad, implica un trabajo mental que muchos no están dispuestos a hacer.

Comencemos por recordar que los estudios en poblaciones relativamente pequeñas mostraron una efectividad de la vacuna muy buena. En el caso de la Pfizer: 93%. Eso quiere decir que en el grupo de estudio, por cada 100 de los qué les dio Covid, 93 no eran vacunados y 7 sí. De los vacunados, ninguno grave y ninguno murió. Y significa que cuando se vacunen 30 millones, se van a enfermar muchos miles.

Sí. Mucha gente vacunada se va a enfermar. Pero hablando de millones, sí van a ocurrir casos que terminan en UCI y algunos morirán. Hasta donde van los datos, solo el 0,002% de los vacunados se han enfermado y de estos solo un 2% mueren. En los sitios en los que ha sido posible secuenciar los virus de estos casos, se ha comprobado que algunas son por las cepas nuevas, más infecciosas, más peligrosas: Californiana (B.1.427 y 429), UK (B.1.1.7), Suráfrica (B.1.351), Brasil (P.1).

Para aclarar qué tan importante es este fenómeno y cuáles son las cepas, es necesario hacer secuenciación a estas infecciones, ‘de quiebre’ o ‘de escape’ (breakthrough), para lo cual es clave tomar una muestra más grande de la usual de PCR y congelarla.

¿Así que la vacuna es 100% y nos va a salvar de todo mal y peligro?, no. ¿Reduce dramáticamente el número de infectados, de casos graves y de muertes?, sí. ¿Por qué no funciona en unos pocos casos?, no está aún claro pero puede tener que ver con las mutaciones, las diferencias en el sistema inmune y las comorbilidades.

En la medida en que haya más datos, y se estudien estos casos, tendremos una respuesta más clara. Es fácil imaginar a los conspiracionistas diseminando estos pocos casos fallidos, como prueba de que lo que nos inyectan es un chip, o que en realidad nos sacan sangre, en asocio de vampiros entrenados por Bill Gates, para venderla a los extraterrestres que van a dominar al mundo.

Y será siempre más fácil, para algunos, pegarse de una hipótesis simplona o traída de los cabellos que tratar de entender las estadísticas y limitaciones de la ciencia. Conservamos la esperanza que sean pocos, que la mayoría se vacune, sin tener que obligarlos, y que todos se sigan cuidando para no tener que recurrir a los confinamientos que tanto daño le hacen a la economía y que tan duro está afectando a los menos favorecidos.

*Historia real con nombre cambiado.