La noche del 22 de agosto, Iryna Zarutska, una refugiada ucraniana, subió a un tranvía de Charlotte, en el este de Estados Unidos, luego de terminar su jornada laboral en una pizzería.

Pocos minutos después de sentarse, un individuo abordó al tren, se ubicó justo detrás de ella y la atacó violentamente con un cuchillo, causándole la muerte.

La joven de 23 años había abandonado Ucrania en 2022 tras la invasión rusa. Junto a su madre y hermanos llegó a Estados Unidos en agosto de ese año, en busca de un futuro más seguro.

Iryna Zarutska, de 23 años, fue asesinada a puñaladas en un tren en Charlotte, Estados Unidos. | Foto: x/@VasBroughtToX

Antes de verse obligada a migrar, estudió arte y restauración en Synergy College de Kiev. Pero, según sus allegados, se había “adaptado rápidamente a su nueva vida en Estados Unidos”.

La migrante nació el 22 de mayo de 2002 en Ucrania, era hija de Anna Zarutska y Stanislav Zarutskyi. Su sueño era trabajar como asistente veterinaria y quería ser recordada por su amor hacia los animales.

“Iryna será recordada por su amabilidad, su creatividad y la huella que dejó en todos los que la conocieron. Su ausencia deja un vacío profundo, pero su espíritu permanecerá para siempre en los corazones de quienes la amaron”, se lee en el aviso fúnebre que escribieron sus seres queridos.

Zepeddie’s Pizzería, el restaurante donde la joven trabajaba, también compartió un mensaje para honrar su memoria. Allí la describieron no solo como una “increíble empleada”, sino también como “verdadera amiga”.

“Nuestra querida Iryna dejó este mundo demasiado pronto, y nuestros corazones están llenos de dolor. Iryna, te extrañamos más de lo que las palabras pueden expresar. Siempre estarás en nuestros corazones”, se lee en el mensaje.

Pena de muerte

La muerte de la joven ha provocado indignación en Estados Unidos. Incluso el presidente Donald Trump reclamó este miércoles 10 de septiembre la pena de muerte para el presunto autor del asesinato de la joven.

“El animal que mató tan violentamente a la bella joven originaria de Ucrania, que vino a América en busca de paz y seguridad, debería obtener un juicio ‘rápido’ (¡no hay ninguna duda!) y recibir la pena de muerte”, afirmó el presidente estadounidense en su plataforma Truth Social.

La joven murió minutos después del brutal ataque. | Foto: X/@eoghan

El sospechoso, Decarlos Brown, un hombre afroamericano de 34 años, había sido detenido 14 veces y, en particular, había pasado ocho años en prisión por robo a mano armada.

La alcaldesa demócrata de Charlotte, Vi Lyles, mencionó pocos días después del suceso los trastornos mentales que el presunto autor padecería desde hace mucho tiempo.

El crimen tomó relevancia a nivel mundial después de que en redes sociales publicaran las imágenes de la cámara de seguridad que captó el atroz crimen.