La madre de Decarlos Brown Jr., señalado por el asesinato de la refugiada ucraniana Irina Zarutska en un tren ligero de Charlotte, Carolina del Norte, narró entre lágrimas los esfuerzos fallidos por conseguir atención psiquiátrica para su hijo.

En entrevista con New York Post, Michelle Dewitt aseguró que las autoridades y los centros de salud mental ignoraron sus advertencias sobre el comportamiento inestable del joven.

En entrevista con New York Post, Michelle Dewitt aseguró que las autoridades y los centros de salud mental ignoraron sus advertencias. ( Imagen de referencia) | Foto: 123rf

Dewitt, de 51 años, explicó que Brown fue liberado en enero bajo una “promesa escrita” de presentarse a una audiencia, a pesar de sus antecedentes y su estado mental cada vez más deteriorado.

“No debería haber sido liberado”, expresó, al recordar cómo lo dejó en un refugio para personas sin hogar pocos días antes del ataque que quedó registrado en video y estremeció a la comunidad migrante.

La mujer negó que el asesinato de Zarutska, de 23 años, tuviera un trasfondo racial. Señaló que su hijo “definitivamente no es racista” y que “salía con todo tipo de chicas”, insistiendo en que el incidente fue producto de su enfermedad y la falta de intervención oportuna.

También relató que Brown mostraba un comportamiento cada vez más agresivo hacia ella y su esposo, lo que la llevó a buscar ayuda en repetidas ocasiones.

Según Dewitt, las instituciones le pusieron trabas para internar a Brown. “Cuando llevas a una persona a salud mental y te dicen: ‘¿Está intentando matarse o matar a alguien?’, y respondes que no, entonces no hay nada que podamos hacer.

Necesita una orden judicial”, denunció. Esta situación dejó a la familia sin recursos efectivos para evitar lo que terminó convirtiéndose en una tragedia.

La madre planea visitar a su hijo en la cárcel esta semana. “Lo dejaré hablar, solo escucharé. Intentaré explicarle lo que está pasando. No creo que entienda lo que sucede”, dijo con voz entrecortada. Tras su arresto, Brown le habría asegurado por teléfono que alguien estaba “quitándole el chip del cerebro” que controlaba sus acciones, convencido de que pronto estaría en libertad.

El hombre atacó a Iryna Zarutska, una refugiada ucraniana de 22 años | Foto: X/@SumitHansd

El caso ha generado reacciones políticas. El expresidente Donald Trump condenó el crimen en su red Truth Social y responsabilizó a las políticas judiciales demócratas por permitir que “un hombre con antecedentes y problemas mentales” quedara libre.

Además, criticó al exgobernador Roy Cooper y llamó a respaldar al republicano Michael Whatley en las próximas elecciones, usando el incidente para reforzar su discurso sobre seguridad pública en ciudades gobernadas por demócratas.