Portugal continúa este martes sin lograr controlar el gran incendio que azota el centro del país desde el pasado sábado, que se ha extendido hacia el norte y que deja más de 60 personas muertas y 57 heridas.
Más de tres mil efectivos, entre bomberos, miembros de Cruz Roja y del ejército, trabajan en la zona más afectada para sofocar las llamas y prestar ayuda a las personas de las numerosas aldeas evacuadas.
Los mayores incidentes se registraron en las comarcas de Góis y Pampilhosa da Serra, donde a las 6:00 p.m. hora local ya habían sido desalojadas una treintena de pueblos ante la amenaza del voraz incendio.