El ciclo reproductivo de los felinos es un proceso que despierta la curiosidad de muchos dueños de gatas debido a su fascinante y compleja naturaleza. El celo, conocido también como el ciclo estral, se erige como una fase crucial en la vida de una gata, marcando el inicio de su capacidad reproductiva.
La comprensión de cómo se inicia el celo en las gatas resulta esencial para asegurar su bienestar y la adecuada gestión de esta etapa. En el transcurso de este artículo, se explorarán los aspectos clave inherentes a este proceso y se brindará información valiosa dirigida a los dueños responsables.
1. El desencadenante biológico del celo: Una mirada interna
El celo en las gatas es un fenómeno controlado por hormonas que prepara a la hembra para la reproducción. Normalmente, las gatas domésticas alcanzan la madurez sexual alrededor de los 5 a 9 meses de edad, aunque puede variar según la raza.
“Normalmente entrará en celo en primavera y otoño, y el celo puede durar desde unos pocos días hasta unas semanas. Las gatas normalmente tienen su primer celo alrededor de los seis meses de edad, pero algunas pueden tenerlo con tan sólo cuatro meses” comparte el portal hillspet.
El factor desencadenante principal es la duración de la luz del día. A medida que los días se alargan, especialmente en la primavera, la glándula pineal de la gata interpreta este cambio como una señal para comenzar el ciclo estral. Este proceso biológico está influenciado por la melatonina, una hormona que regula los patrones de sueño y vigilia, lo que a su vez afecta las hormonas reproductivas.
2. Señales externas del celo: Qué observar y cómo responder
Es esencial que los dueños de gatas estén atentos a las señales externas del celo para brindar el apoyo adecuado durante esta etapa. Las gatas en celo pueden exhibir comportamientos notables.
- Maullidos persistentes y llamativos: Las gatas en celo a menudo emiten maullidos agudos y prolongados para atraer a los machos.
- Comportamiento inquieto y agitado: Puedes notar que tu gata está más inquieta de lo habitual, buscando atención constantemente.
- Algunas gatas pueden frotarse excesivamente contra objetos o personas, en un intento de aliviar la incomodidad que sienten debido a los cambios hormonales.
- “Orina frecuentemente para atraer a un macho mediante las feromonas, que son sustancias químicas que ofrecen información olfativa sobre la fase de celo en la que está tu gata” comparte el portal advance-affinity.
- Frotamiento excesivo: Las gatas en celo pueden frotarse contra objetos, muebles o incluso contra las personas de manera excesiva.
- Postura de apareamiento: La gata adopta una postura típica de apareamiento, arqueando la espalda y levantando la cola cuando se la acaricia en la base de la cola.
La agresión hacia otros gatos también puede aumentar durante el celo. Esto se debe a la competencia por la atención de los machos, ya que durante esta fase la gata está más receptiva a la reproducción. Los dueños deben estar preparados para gestionar cualquier comportamiento agresivo de manera adecuada, brindando un entorno seguro para su gata y otros animales.
3. Manejando el celo de forma responsable: Consideraciones clave
Cuando una gata entra en celo, los dueños deben considerar cuidadosamente cómo manejar esta fase de manera responsable y ética. Una de las opciones es la esterilización, que no solo previene el celo, sino que también tiene beneficios para la salud a largo plazo y ayuda a controlar la población felina. Los expertos recomiendan esterilizar a las gatas antes de su primer ciclo estral, lo que no solo evita las molestias del celo, sino que también reduce el riesgo de ciertos problemas de salud, como infecciones uterinas y tumores mamarios.
“Durante el periodo del celo tu gata y tú pueden estar muy estresados, así que para calmar un poco la situación puedes intentar acariciarla y cepillarla con más frecuencia, cubrirla con una manta caliente o dejarle a su alcance una bolsa térmica” comparte el portal mirringo.
Si los dueños no planean criar a su gata, la esterilización es una elección responsable que también contribuye al bienestar general de la mascota. Si se elige no esterilizar, es fundamental mantener a la gata en un entorno controlado para prevenir embarazos no deseados y garantizar su seguridad durante el celo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.