La guerra que se vive en los departamentos del Cauca y Nariño tiene un nuevo capítulo: el secuestro de varios integrantes de la Fuerza Pública por las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco.
En una comunicación escrita que este grupo armado al margen de la ley publicó en redes sociales este jueves 28 de agosto, se confirmó que los soldados profesionales Jamerson Guachetá, José David Buitrón, Brayan Estiven Ruiz y Jeison Javier García, así como el auxiliar de Policía José Larrahondo, están en poder de los disidentes.
Estos integrantes de la Fuerza Pública terminaron privados de la libertad en combates o cuando visitaban a sus seres queridos, como bien se informó de estos hechos, los cuales demuestran la intensidad del conflicto que ahora se registra en diferentes puntos del suroccidente del Cauca.
Es el caso de los soldados profesionales Brayan Estiven Ruiz y Jeison Javier García, quienes fueron secuestrados por los insurgentes luego de presentarse combates el pasado domingo 24 de agosto en el municipio de Cumbitara, al norte del departamento de Nariño.
Aunque en un primer momento las autoridades indicaron que los uniformados estaban perdidos, luego de los enfrentamientos se confirma ahora que ambos están en poder del frente Franco Benavides, que es la facción de las disidencias de las Farc que tiene presencia en esa parte del sur del país.
También están los casos de militares que terminaron secuestrados al momento de desplazarse hacia sus sitios de residencia o de origen, aprovechando días de descanso o de permisos otorgados por sus superiores, como lo sucedido con el soldado profesional Jamerson Guachetá, quien pretendía llegar a una de las veredas del corregimiento de Ortega, en Cajibío, cuando fue bajado del vehículo que lo movilizaba por integrantes de esta organización armada ilegal. Después fue llevado a un sitio apartado.
Similar situación se presentó con el también soldado profesional José David Buitrón, quien permanecía en su vivienda, ubicada en el corregimiento de Guadualito, zona rural de Balboa, cuando fue sacado de la misma por sujetos armados y después llevado con rumbo desconocido. El uniformado disfrutaba de unos días de permiso cuando terminó en poder de los disidentes.
El auxiliar de policía José Larrahondo corrió con la misma suerte cuando pretendía llegar a la residencia de sus seres queridos, ubicada en el sector de Munchique, zona rural del municipio de Buenos Aires, en el norte del Cauca.
A raíz de esto, y buscando el pronto regreso de los militares y el auxiliar de Policía, organizaciones defensoras de Derechos Humanos nacionales y extranjeras adelantan las respectivas acciones humanitarias para permitir que estos colombianos recobren la libertad.
Sin embargo, la intensidad de los combates y de los ataques registrados en ciudades como Cali, donde seis inocentes perdieron la vida en un atentado terrorista el pasado 21 de agosto, tiene pausadas estas mediaciones, aumentando la expectativa y angustia de los seres queridos.