La vida del campeón estadounidense de tenis de mesa, quien recorrió los bares y clubes de Nueva York apostando partidas durante décadas, será llevada a la pantalla grande. Su historia combina deporte, apuestas y una personalidad que fascinó a toda una generación.
Marty Reisman, conocido en el mundo del tenis de mesa como “The Needle” (La Aguja), marcó una época en el deporte que pocos conocen fuera de los círculos especializados. Nacido en 1930 en el Lower East Side de Manhattan, Nueva York, este deportista construyó una carrera que trascendió las competencias oficiales para convertirse en leyenda de las mesas de apuestas clandestinas de la Gran Manzana.
El jugador estadounidense ganó múltiples campeonatos nacionales a lo largo de su trayectoria, pero su fama se cimentó en otro terreno: el de los desafíos callejeros donde apostaba dinero contra cualquier rival que se atreviera a enfrentarlo. Su técnica con la paleta de madera tradicional, conocida como hardbat, era tan depurada que podía derrotar a jugadores mucho más jóvenes incluso cuando superaba los 70 años de edad.
El arte de ganar apostando en las mesas de ping pong
La estrategia de Reisman para las apuestas seguía un patrón calculado. Llegaba a bares, clubes y salones de juego aparentando ser un aficionado más. Dejaba que sus rivales ganaran los primeros puntos, incluso los primeros sets, mientras subía el monto de las apuestas. Cuando el dinero sobre la mesa era considerable, desplegaba su verdadero nivel y arrasaba con todo.
Esta práctica, conocida en inglés como “hustling”, le permitió sostener un estilo de vida particular durante décadas. Reisman frecuentaba los círculos bohemios de Nueva York, donde compartió espacios con artistas, músicos y escritores que quedaban fascinados con su personalidad extrovertida y sus historias de victorias improbables.
El deportista mantuvo su actividad competitiva hasta edad avanzada. Participó en torneos de veteranos donde continuó cosechando títulos, demostrando que su dominio de la paleta clásica de madera no tenía rival. Mientras el tenis de mesa mundial evolucionaba hacia raquetas con goma y esponja que permitían efectos más pronunciados, Reisman se mantuvo fiel a su estilo original.
Su figura trascendió el ámbito deportivo para convertirse en un personaje de la cultura neoyorquina. Concedió entrevistas a medios de todo el mundo, apareció en documentales y se convirtió en símbolo de una era donde el deporte y el entretenimiento callejero se mezclaban sin fronteras claras.
Ahora, la producción cinematográfica, ‘Marty Supreme’, dirigida por Josh Safdie y protagonizada por Timothée Chalamet, buscará capturar esa dualidad entre el campeón oficial y el apostador de mesa. El proyecto llega años después de su fallecimiento, ocurrido en 2012, cuando Reisman tenía 82 años y aún seguía vinculado al mundo del tenis de mesa como entrenador y promotor del estilo hardbat.
La película promete mostrar el Nueva York de mediados del siglo XX, con sus clubes de inmigrantes, sus salones de juego y una comunidad de deportistas que encontraban en el ping pong una pasión.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.