Lo que iba a ser el mayor hito para los fanáticos del rapero norteamericano se convirtió, en cuestión de minutos, en una de las peores pesadillas que pudieran tener: congregados a pocos metros del escenario donde Lamar, una de las figuras más grandes del género en el mundo, iba a dar su concierto, fueron notificados de que la presentación se había cancelado y tenían que abandonar el sitio.
Varios videos mostraron la frustración de cientos de fanáticos, quienes amenazaron con tomarse las instalaciones en busca de respuesta a la intempestiva decisión que les habían notificado. Según las autoridades, el lugar en donde se haría el concierto, el Vive Claro, no tendría los permisos requeridos por parte del Distrito, por lo que no podría seguir adelante.
Luego del golpe que supuso para miles de fanáticos el concierto fallido, Páramo y Ocesa, los organizadores, anunciaron que cada persona que compró una boleta para dicho concierto podrá reclamar, en cambio, una entrada gratuita para otro espectáculo programado para lo que resta del 2025: shows de artistas como Shakira, Guns N’ Roses, Linkin Park e Imagine Dragon.
El anuncio se conoció ayer 4 de octubre, días después de que el concierto del rapero estadounidense, previsto para el sábado 27 de septiembre en el centro de eventos Foro Vive Claro, fuera suspendido por decisión de las autoridades distritales.
El alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán, explicó en una rueda de prensa las razones que habrían motivado la cancelación en un primer momento. Según Galán, la suspensión se dio tras detectar posibles riesgos en la estructura instalada para el evento, particularmente en las graderías montadas para el público.
El mandatario aseguró que, durante la revisión del montaje, “se detectó que habría una vibración superior a la proyectada”, incluso después de que los organizadores entregaran “los soportes técnicos del fabricante y las certificaciones de firmas de ingeniería sobre la seguridad de la estructura”.
Galán también indicó que la documentación exigida para otorgar la autorización del espectáculo no estaba completa al momento de la presentación.
Con el propósito de resarcir el daño, las empresas organizadoras lanzaron la iniciativa denominada ‘No queremos dejarlos así’.
En el comunicado publicado allí, Páramo y Ocesa reconocieron el impacto de la suspensión para los fans y aseguraron que buscaban ofrecer más que un reembolso económico: “Entendemos que nada será suficiente para reparar la frustración y el vacío con la que quedamos el sábado 27 de septiembre. La devolución de las entradas es apenas un paso, pero queremos hacer algo más”, afirmaron.