El periodo de aislamiento preventivo para evitar el contagio del Covid-19 ha impulsado la creatividad de los colombianos. Entre ellos, la de músicos univallunos que se unieron para llevar a los hogares, de forma virtual, un mensaje de fe y esperanza con la interpretación del tradicional bambuco La Ruana y un fragmento de la obra Sinfonía del Nuevo Mundo.

Mediante la melodía de La Ruana, a cargo de la Banda Sinfónica, y la Sinfonía del Nuevo Mundo, interpretada por la Orquesta Sinfónica, en un par de videos construidos con esfuerzo y compromiso, estudiantes y docentes de la Universidad del Valle envían un mensaje de alegría y esperanza e invitan a los colombianos a escapar del aburrimiento y la preocupación con este regalo.

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Aunque no hay canto, ni voces, el sonido de cada instrumento es suficiente para alegrar al oyente, ya que es tan limpio y fiel a la melodía que logra generar esa sensación que quiso transmitir la Banda Sinfónica de la Universidad del Valle, dirigida por el maestro de Música y docente de esa institución, Miguel Santiago López.

Además, en la edición del video se agregó un fragmento del poema
El Bambuco, del maestro Rafael Pombo, para resaltar el valor de este género que, como lo describe el escritor colombiano, es perfecto ‘‘para conjurar el tedio de este vivir tan maluco, Dios me depare un bambuco y al punto ¡Santo remedio!’’.

Así fue el proceso

En la creación de los productos musicales, publicados en las redes sociales de la Universidad del Valle, y que hoy cuentan con cerca de 2600 y 3300 reproducciones en Youtube, participaron 70 estudiantes de Música de este centro educativo, desde primer semestre hasta el décimo, con edades que oscilan entre los 18 y 27 años, quienes desde sus casas prepararon con rigurosidad y cariño este detalle para la comunidad virtual.

Cuenta Miguel Santiago López, docente de la Escuela de Música de la Univalle, quien dicta la clase de Conjunto Instrumental y dirigió la obra, que luego de preparar las partituras, documentos que indican cómo se interpretan las melodías instrumentalmente, los alumnos con sus celulares, grabaron en sus casas, de forma individual, sus partes en audio y video.

Luego, ‘‘todo el material recibido se somete a un proceso de edición y sincronización, con el que se logra un resultado final’’, explica el docente, quien además resalta que en la medida de lo posible, trataron de representar esta melodía respetuosamente, sin deteriorar su calidad; a pesar de que, por la situación, es complejo reunir todos los elementos necesarios.

70 años después de su creación, el bambuco La Ruana sigue emocionando a los colombianos.

Por su parte, Pablo Gutiérrez, docente de Producción de Audio en la Universidad del Valle, quien apoyó este proyecto desde la edición, asegura que ‘‘lo más complejo, en lo que hice desde lo técnico, fue recrear la posición de los diferentes grupos de instrumentos en el horizonte sonoro e intentar un ambiente acústico adecuado, todo esto para poder entregar un resultado final tan bueno como el logrado’’.

Según el maestro Miguel López, la sincronización permite ‘‘las dos cosas, que los audios suenen bien juntos y que la música coincida con el video’’.
Para poder desarrollar este proyecto, los músicos se tomaron cuatro semanas en convocar, organizar, grabar, editar y publicar los videos. La idea surgió con la intención de dar continuidad al proceso que los estudiantes llevaban en la Universidad. En los videos, además de alumnos participaron dos músicos egresados. Unificando esfuerzos obtuvieron excelentes resultados y una gran acogida.

Para López, ‘‘la cantidad de reproducciones de los videos nos da una idea positiva de su alcance. Esa es la intención, llevar un mensaje a todo el país’’.

Explorando el mundo digital

Los participantes del proyecto aseguran que están adaptándose a las plataformas digitales, que se han reinventado y que las redes sociales se han convertido en un espacio más amplio donde un alto número de personas puede disfrutar de estas bellas melodías, que llegan a colmar de alegría los hogares colombianos.

“Me generó satisfacción que el objetivo de llegar al corazón de las personas con estos dos videos musicales fue cumplido”, Emily Valderrama, fagotista de la orquesta sinfónica de la Universidad del Valle.

Por medio de este producto la academia se compromete con la comunidad colombiana, genera espacios que trascienden las aulas de clase, para que los futuros profesionales exalten la cultura y tradición, y creen arte, ya que como dice el director Miguel López, ‘‘en momentos en los que el mundo atraviesa uno de sus mayores dilemas, encontramos en el arte un refugio’’.

Entre tanto, para Emily Valderrama, fagotista de la Orquesta Sinfónica de la Universidad del Valle, ‘‘este proceso será de gran ayuda para nuestro crecimiento musical’’. Ella destaca que se siente satisfecha pues el objetivo de llegar al corazón de las personas fue cumplido. Además, señala, ‘‘es importante que como músicos brindemos a la sociedad, así sea en un corto video, un mensaje de esperanza que nos llene a todos de motivación para poder mitigar el miedo y hacer crecer la unidad, principalmente en esta época”.

Un mensaje de aliento

La escogencia de esas dos melodías tuvo sus motivaciones particulares. Con la interpretación de la Sinfonía del Nuevo Mundo, del compositor checo Antonín Dvorak, se busca transmitir que, aunque las circunstancias sean difíciles, siempre hay un aire de esperanza.

Mediante la melodía de la Sinfonía del Nuevo Mundo, interpretada por la Orquesta Sinfónica, se puede apreciar la forma como cada instrumento genera un aporte para crear el ambiente dramático propuesto por el autor checo que poco a poco va cambiando y llevando al oyente a sentir más tranquilidad, alegría y paz. Quien la escucha puede sentir lo que la melodía transmite: entender cómo, aunque la vida esté llena de tribulación, es posible ir tejiendo y construyendo un mundo mejor.

El bambuco La Ruana fue escrito por el poeta pereirano Luis Carlos González, con arreglos musicales del maestro José Macías.

Según Emily Valderrama, ‘‘Antonín Dvorak escribió esta obra cuando se encontraba en Estados Unidos en 1893, donde la esclavitud hacía parte del día a día de este país (...). Escogimos esta obra por el mensaje esperanzador que impregnan cada una de sus notas, de que al final de tantas cosas que atañen a una pandemia, siempre vendrá un nuevo mundo’’.

En la interpretación de La Ruana, la Orquesta, usando su poder de sensibilizar, quiso reafirmar la unión de los colombianos mediante ‘‘un homenaje a nuestra música tradicional’’, según comenta el director Miguel López.

Retos de la música

Según Emily Valderrama, ‘‘para escuchar una gran obra y sentirla en su máxima expresión es importante dejarse impregnar de cada uno de los colores que nos brindan las notas musicales’’, por eso, para ella, lograr este objetivo y sensibilizar a los oyentes era uno de los mayores retos.

Desde el punto de vista técnico, para Valderrama, ‘‘lo más difícil fue realizar la grabación, ya que el resultado nunca será igual que escucharlo en vivo’’. Por este motivo, según el director de las piezas musicales, Miguel López, se buscaron alternativas para responder a la ‘‘necesidad de producir contenidos virtuales, ojalá de consumo masivo, con el deber ser de calidad y rigor musical, a fin de no maltratar la obra y al compositor’’.

En momentos en que el mundo atraviesa sus mayores dilemas y desafíos, encontramos en el arte un refugio y un aliciente”, Miguel santiago lópez,
director del proyecto y docente de la Universidad del Valle.

Para Pablo Gutiérrez, este video registra ‘‘las ganas de continuar con el proceso académico que se había iniciado antes del confinamiento, que nunca será igual a estar en un escenario haciendo el ensamble en tiempo real y en el que todos los músicos están siguiendo las indicaciones del director, y que además, en la mayoría de las veces se da en condiciones acústicas ideales’’.

Además, Gutiérrez destaca la entrega de alumnos y docentes: “Ha sido impecable, por lo que las cifras en redes sociales han sido un gran triunfo”.

Una experiencia enriquecedora

Leidy Rojas, clarinetista y egresada de la Universidad del Valle con el título de Maestra de Música, quien también participó del proyecto, asegura que esta ‘‘era la primera vez que hacía música de esta manera, lejos de mis compañeros. Afortunadamente existe la tecnología’’, destaca.

Asegura que está ‘‘agradecida con la música que me permite a la distancia estar unida a mis colegas y compañeros’’.

En el proceso de creación y publicación de cada video, los músicos tardaron dos semanas, preparando, grabando y editando audio e imagen.

Según Leidy Rojas, ‘‘todos estos procesos de alguna forma te enseñan que a pesar de las circunstancias, siempre va a haber una manera para seguir haciendo música’’. De esta manera, una vez más se reafirma la creatividad y resiliencia de los colombianos que buscan alternativas y se reinventan.

Para esta artista, ‘‘la música es una de las artes que más ayuda y acompaña a la gente en el diario vivir, independientemente del género que escuchen. Todos los días, desde el bebé hasta el anciano, disfrutan escuchar una melodía”.