A punta de lectura. Así es como el intendente Andrés Felipe Córdoba, de la Policía de Turismo, cree que puede ayudar a erradicar la violencia en Cali. “Un hombre con un libro en las manos, es un hombre más sin armas para asesinar”, dice.

El Intendente desde el 2018 lidera el proyecto de la Policía de Turismo llamado ‘Polilee’, que no es más que una patrulla de vigilancia transformada en una biblioteca rodante.

A la ‘marranita’, como se le conoce popularmente a las patrullas, se le modificó el calabozo y hoy es una biblioteca con 500 libros, donde se destacan obras como El Alférez Real.

“Hay libros de todos los géneros, incluyendo revistas, cuentos, pero los que más gustan son los que hablan de la historia de la capital del Valle, los libros de aves y los de información turística”, expresa Córdoba o el ‘Comandante de la lectura’, mientras se aplica alcohol en sus manos.

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La antigua patrulla, que fue marcada en sus inicios con el móvil 27-1144, se renovó por dentro y por fuera, pero sin perder su esencia policial: donde estaban los asientos para los policías, hoy queda un escritorio y dos sillas que son utilizadas por niños para leer, escribir, colorear y dibujar. Su color blanco fue modificado por dibujos de colores y mensajes positivos que invitan a la lectura. El pequeño calabozo se llenó de estantes y hoy solo hay libros.

“La patrulla físicamente es la misma, tiene su calabozo, colores institucionales y sus policías, pero ahora cuenta con un plus que son los libros que llena de conocimiento a quien esté en ella”, afirma el coronel Diego Córdoba, jefe de la Seccional de Protección y Servicios Especiales de la Policía.

El intendente Córdoba recuerda que esta idea nació tras varias actividades que se realizaron hace dos años como estrategia cultural para transformar el entorno y visibilizar uno de los sitios más importantes de Cali.

“Hicimos una articulación con un grupo de lectura y convocamos a las personas para que llevaran libros a cinco CAI de la Policía que hay en la ciudad y recogimos más de 1400. Y vi que mucha gente se vinculó, y como yo soy un amante de la lectura seguimos con el cuento, entonces con el mayor Carlos Arbey Sierra, en ese entonces el jefe Seccional de Protección, comenzamos a divagar y nació la idea ‘Polilee’”, expresa el Intendente, que lleva 15 años en la Policía y es graduado de administración de la San Martín.

Transformando la ciudad

El ‘Polilee’, como se le llama en la Institución, se ubica todos los días en la tradicional Plaza de Cayzedo, en ella los uniformados antes de ejercer la labor de educar, primero deben inspeccionar y brindar seguridad al lugar.

“Trabajamos con tres patrulleros que tienen la vocación de enseñar y acercarse a la ciudadanía. Todas las mañanas antes de llegar al punto hacemos las rondas de vigilancia y después nos dedicamos a la labor de promocionar la lectura”, dice el Intendente desde el ‘CAI del conocimiento’.

Hacia las 8:00 a.m., Córdoba estaciona cuidadosamente la patrulla frente al tradicional Edificio Otero, se ajusta su tapabocas, se pone unos guantes nuevos y junto a sus tres compañeros empiezan a hacer la desinfección del ‘CAI del conocimiento’ y de cada uno de sus libros y estantes.

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“Todos los días desinfectamos los libros con alcohol para empezar la promoción de la lectura, pues nuestra labor con el ‘Polilee’ es la de educar, pero sin dejar de lado nuestra labor policial, que es brindar vigilancia y seguridad a la ciudadanía”, acota el Intendente, quien dice que en la Plaza de Cayzedo ya hay un público específico que los espera todos los días para leer.

Lectores fieles

“Las personas adultas son las que más toman libros para leer, pues una buena lectura en la tarde acompañada de la brisa caleña es genial para terminar el día. Además, nuestro público en ocasiones dona algunas obras literarias que tienen en sus casas o traen libros para cambiar, pues en esta biblioteca a diferencia de muchas en la ciudad, los lectores tienen esa opción de cambiar y rotar los libros, todo con el objetivo de ser leídos”, explica Córdoba.

Además de leer, los niños también encuentran en la biblioteca la opción de dibujar y colorear. Ahí, los más chicos se entretienen coloreando mandalas, por ejemplo.

“Las mamás llegan muy tímidas preguntando sobre los libros y terminan quedándose a colorear con sus hijos. Tenemos una gran dotación de colores y dibujos que nos han donado para que los niños se llenen de conocimiento y encuentren ese lazo de amistad con la Policía Nacional”, afirma por su parte el coronel Córdoba.

El Jefe de la Seccional de Protección dice que este programa es una estrategia que se tiene con el fin de acercarse a la comunidad. “Qué mejor manera de ayudar y acercarnos a la gente y poder tener ese contacto que nos brinda la lectura. Desde el turismo creamos estos espacios como una manera práctica y dinámica, buscando que la violencia cese en nuestra ciudad”, añade.

Este CAI, además de acercar a la ciudadanía a la lectura y proteger a sus usuarios de los delincuentes, también los resguarda del Covid-19.
“Para que sus visitantes puedan disfrutar de todo lo que ofrece la biblioteca rodante deben pasar por un estricto protocolo de bioseguridad. Le desinfectamos los zapatos, se le toma la temperatura y se le echa alcohol en las manos. Todo con el fin de que ellos estén seguros, hay ocasiones en las que los niños vienen sin tapabocas, pero acá contamos con algunos tapabocas que nos han donado y se los obsequiamos, todo con el fin de que los niños no se marchen sin realizar su lectura”, detalla el Intendente.

Ahora, con el objetivo de llevar el conocimiento por todos los rincones de la ciudad, la patrulla está rodando por casi todas las cuadras del oriente de Cali, ofreciendo literatura completamente gratis. “También vamos a las zonas de Ladera, Candelaria, Yumbo y Jamundí y a todas las instituciones educativas que nos invitan, además estamos en todos los sitios de interés turístico de la ciudad, como San Antonio, Sebastián de Belalcázar y el Bulevar del Río, demostrando que con la lectura se puede transformar la ciudad”, concluye el uniformado.