El próximo 1 de diciembre, empresarios, Gobierno y representantes de los trabajadores iniciarán las negociaciones en la mesa de concertación para fijar el aumento del salario básico para el 2026, que interesa a millones de colombianos.
Como es de esperarse, alrededor de este tema surgen diferentes propuestas. La del Gobierno y los trabajadores plantea un alza de dos dígitos (11 %), mientras que los empresarios se sostienen en un incremento mesurado, cercano a la inflación.
Otros sectores más ambiciosos, amparados en un estudio de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) para contextos globales, le apuntan a un salario mínimo que pueda alcanzar los $ 3 millones.
En este amplio debate, Fedesarrollo plantea que el incremento en el sueldo básico sea del 7 %; cifra basada en las proyecciones de inflación y productividad laboral para el cierre de 2025.
Otros grupos empresariales y analistas económicos coinciden con este porcentaje, bajo el argumento de que se debe ser realista con las proyecciones y resultados económicos que haya obtenido el país.
Este eventual aumento del 7 % hasta el momento es la propuestas más baja que se ha planteado, teniendo en cuenta que el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se sostienen en un incremento de dos cifras.
Es de recordar, que si en la mesa de concertación no se llega a un acuerdo antes del 30 de diciembre, será el presidente Gustavo Petro quien determine la cifra a través de un decreto presidencial.
Este sería el valor del mínimo si el aumento es del 7 %
En caso de que el salario mínimo de 2026 presente un aumento del 7 %, la cifra pasaría de $1.423.500 a $1.523.000, sin incluir el auxilio de transporte. Este porcentaje, se calcula sumando la inflación proyectada (de aproximadamente el 5%) y la estimación de la productividad (que se puede acercar al 1 %), siguiendo la fórmula clásica de concertación.
Empresarios y analistas económicos han advertido en varias oportunidades que un alza superior al 7 % sería un duro golpe a la economía del país, pues según consideran podría desestabilizar la situación económica actual y frustrar los esfuerzos futuros para controlar la inflación.
Fabio Arias, presidente de la CUT, ampara su propuesta en los buenos resultados que ha tenido el país en materia económica, sosteniendo que las considerables subidas del mínimo en años anteriores no han provocado consecuencias, y que contrario a ello el país ha registrado bajas cifras como el desempleo que no se veían hace años.
La postura del Gobierno
La postura del Gobierno Nacional siempre ha sido la misma: un alza de dos dígitos. Recientemente, el ministro del Interior, Armando Benedetti, manifestó su intención de impulsar un incremento del 11 % para el 2026.
Si el salario básico de los colombianos se determina por decreto, el aumento podría ser el anteriormente mencionado y sin contar el auxilio de transporte, el salario mínimo se ubicaría en $1.580.085, partiendo del valor actual de $1.423.500.
El Gobierno y sus funcionarios argumentan su propuesta no solo mirando la parte económica, sino en dar desarrollo a su iniciativa de disminuir las brechas sociales y económicas que aún persisten en Colombia.