La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, puso en marcha un nuevo sistema de fiscalización digital que permite comparar en segundos la información de facturación electrónica, extractos bancarios, nómina y declaraciones tributarias de las empresas.
Esta nueva plataforma está basada en analítica de datos, es decir, si el sistema detecta una diferencia, un soporte pendiente, un anticipo sin cruce o un registro que no coincide, se activa una alerta que puede escalar rápidamente hasta convertirse en una medida cautelar.
Este nuevo sistema se puso bajo la lupa en un reciente informe económico y financiero de la firma de auditoría Crowe Co, a través del cual se evidenció que el impacto para las compañías es inmediato afectando la liquidez, la operación y la reputación de las compañías, sin importar tamaño, industria o sector económico.
“En otras palabras, ya no basta con declarar y pagar, hoy la autoridad fiscal exige coherencia total entre lo que se factura, se registra y se mueve en las cuentas. Cada dato debe reflejar la realidad del negocio”, señala el informe.
En cifras, en lo corrido de 2025 la Dian ha intensificado sus jornadas de cobro y fiscalización. Solo en septiembre, según los registros oficiales más recientes, la entidad programó más de 7800 visitas, aplicó 3400 medidas cautelares y generó 930 embargos de créditos basados en facturación electrónica.
De acuerdo con el detalle divulgado por la entidad, esas acciones buscaron cubrir una cartera cercana a $400.000 millones por embargos de créditos y cerca de $1 billón por medidas cautelares sobre sumas de dinero.
En su informe mensual de recaudo, la Dian reportó que entre enero y agosto de 2025 se alcanzaron $197,6 billones, cifra que representa un incremento cercano al 10 % frente al mismo periodo del año anterior, pero que todavía se mantiene por debajo de la meta anual fijada por el Gobierno, que asciende a los $280,3 billones.
“La fiscalización ya no llega por sorpresa; ocurre todo el tiempo, a través de sistemas que cruzan datos de facturación, nómina y cuentas bancarias”, explicó Yaneth Romero, socia de Auditoría de Crowe Co.
Agregó que, “por eso, la clave está en la coherencia de la información: lo que se factura, se declara y se registra debe coincidir”, agrega.
Qué revisa la Dian y cómo anticiparse
De acuerdo con Romero, la entidad concentra su monitoreo en tres frentes principales que hoy son determinantes para evitar sanciones o embargos:
- Ingresos y deducciones: diferencias sin soporte o anticipos no conciliados.
- Nómina y seguridad social: pagos no salariales o contratistas que en la práctica actúan como empleados.
- Operaciones con socios o accionistas: préstamos, aportes o provisiones sin respaldo documental.
Igualmente, la experta recomendó a las empresas anticiparse a los requerimientos revisando su información contable y fiscal de forma preventiva. “Un control interno oportuno puede ahorrar hasta 20 veces más que corregir después de un proceso de fiscalización que derive en un embargo”, indicó.
Igualmente, recordó a las compañías el siempre adoptar una política de control preventivo, que incluya conciliaciones contables frecuentes y revisión cruzada entre la facturación, la nómina y las cuentas bancarias.