Luego de que el pasado jueves el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud de Colombia confirmaron tres casos de viruela del mono en el país (uno en Medellín y dos en Bogotá), las autoridades sanitarias de Cali anunciaron medidas para atender posibles reportes positivos a nivel local.

Miyerlandi Torres, secretaria de Salud, advirtió que si bien hasta el momento no hay ningún caso identificado, sospechoso o en estudio, es probable que en los próximos días sí se reporten personas con esta enfermedad en la ciudad.

Lea aquí: Viruela del Mono ya está en Colombia: autoridades de salud confirman los tres primeros casos

Por eso, desde la Secretaría de Salud comenzó ayer la capacitación al personal de las áreas de urgencias, servicios ambulatorios y laboratorios, para que estos profesionales conozcan la ruta de atención que deben seguir.

Además, “enviamos un mensaje de calma a la comunidad en general porque esta es una infección que no es tan contagiosa como el covid y es de menos letalidad”, dijo la funcionaria. Hasta el jueves anterior 37 países habían reportado más de 3000 casos de viruela del mono y este número seguirá creciendo, según expertos, debido a que la circulación de viajeros continúa con normalidad.

El panorama exige que las instituciones adopten mecanismos de protección, prevención y seguimiento, así como de educación a la ciudadanía, más cuando “venimos de enfrentar una pandemia que nos lleva a pensar que estamos ante otra emergencia de iguales proporciones, cuando realmetne no es así”, aclaró el epidemiólogo Ernesto Martínez.

Por su parte, el doctor Manuel Mendoza, infectólogo de la Clínica del Occidente, explicó que “habitualmente la enfermedad se propaga cuando una persona tiene contacto directo con las heridas de alguien contagiado. Estas heridas son similares a la varicela, y generalmente salen en las manos, en la cara o en la planta de los pies. Además, se estableció que la transmisión también se puede producir a través de la saliva y vía respiratoria”.

En la actualidad la mayoría de personas en el mundo son susceptibles de adquirir la viruela del mono, pero quienes más factores de riesgo presentan son los quienes están en contacto estrecho con una persona contagiada.

A tener en cuenta La principal recomendación que ha compartido la Organización Mundial de la Salud es evitar el contacto directo con los pacientes que crean tener la enfermedad o que ya tengan un diagnóstico positivo. También sugieren continuar con el uso del tapabocas y el lavado frecuente de manos.

De acuerdo con Juan David Ramírez, profesor de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, un factor relacionado con el aumento paulatino de casos es el cese de la vacunación rutinaria contra la viruela, que fue obligatoria hasta 1972 y se interrumpió tras su erradicación en 1980.

“Aunque no existen tratamientos específicos para la viruela del mono, los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos recomiendan la vacuna contra la viruela como prevención de la propagación, en especial si la persona estuvo expuesta al virus. Este se debe poner dentro de los 4 días y hasta 14 días del contacto con un caso positivo”, aseguró Ramírez.

Lea además: Nuevo objetivo: Minsalud pretende llegar al 70% de la población con dosis de refuerzo

En algunos casos la viruela del mono puede producir la muerte, sin embargo, la OMS no ha reportado ningún deceso en la actualidad, debido a que esta variante es menos letal, con un porcentaje de mortalidad menor al 4 %.

En Cali, la Secretaría de Salud recomendó no automedicarse, estar vigilantes de los síntomas, y si estuvo en contacto con un caso sospechoso llamar a la EPS o acudir al centro de salud más cercano para, si es necesario, iniciar vigilancia epidemiológica y evitar la diseminación de la enfermedad.

Síntomas Los principales síntomas asociados a este virus son fiebre, malestar general, inflamación de ganglios, dolor de cabeza y progresivamente, entre el tercer y cuarto día, se presentan múltiples lesiones en la piel que pueden comenzar desde manchas rojas hasta vejigas que al reventarse se convierten en costra. De acuerdo con la epidemióloga y docente de la Universidad del Valle, Lyda Osorio, las lesiones pueden tardar en desaparecer hasta tres semanas y no dejan ninguna secuela, es decir, son escasas las posibilidades de que queden cicatrices en las zonas del cuerpo en las que se aparece el brote. En cuanto a la apariencia de las lesiones, pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido claro o amarillento, y luego pueden formar una costra, secarse y caerse.