James McGovern no es solamente un congresista demócrata de Estados Unidos. Es el jefe del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes de su país y dirige la Comisión de Derechos Humanos de la misma.
Por eso es tan importante que esta semana haya venido a recorrer distintas regiones del país. Y por eso es tan preocupante que insista en que “Estados Unidos tiene que tener un debate honesto sobre lo que está pasando en Colombia y evaluar cómo debe apoyar a este país”.

Tras reunirse en Cali con varios actores sociales y visitar Santander de Quilichao, Cauca, el congresista norteamericano le dijo a El País que “Colombia tiene la oportunidad de mirar las inequidades profundas que existen en el país y solucionarlas”.

¿Cuál fue el motivo de su visita a esta región del país?

Quería visitar Colombia después del estallido social que sucedió con las protestas. Originalmente teníamos pensado venir en julio, pero dado el covid, tuvimos que postergarlo hasta ahora. Gracias a Dios las cifras del covid bajaron y pudimos hacer la visita esta semana. Comenzamos en Bogotá, el lunes estuvimos en Cali, el martes en Santander de Quilichao y luego otra vez a Bogotá, donde tuvimos muchas reuniones.

He visitado a Colombia doce veces en los últimos 20 años. He visitado Cali dos veces y esta región del país tres veces. Leí mucho en los periódicos sobre lo que sucedió aquí, pero quería enterarme de primera mano de lo que había pasado y pienso reportar acerca de todo lo que encontré en mi viaje a la vocera del Congreso, Nancy Pelosi, y al presidente Joe Biden.

¿Qué imagen se lleva de su visita a Cali y Santander de Quilichao?

Estoy muy preocupado por lo que sucedió aquí. Me reuní con el alcalde Ospina, también con el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) y con los padres cuyos niños fueron asesinados. Se me rompió el corazón, fue muy difícil escucharlos y no solamente porque perdieron a sus hijos. También porque hay personas en el Estado que quieren caracterizar a sus seres queridos como vándalos y criminales. También tuve una reunión muy franca con el arzobispo (Darío de Jesús) Monsalve y fuimos a Santander de Quilichao, donde nos reunimos con la Alcaldesa y con líderes afrocolombianos, indígenas y campesinos y de la comunidad LGBTI.

¿Y qué piensa después de escuchar a todos estos actores?

Que en ambos países, Colombia y Estados Unidos, la ciudadanía está pidiendo cambios, y ambos grupos de personas tienen el derecho de determinar su futuro y no estoy aquí para decirle a la gente de Colombia cómo debe dirigir su país, pero sí voy a decir que la violencia brutal en contra de la gente que está protestando de forma legítima es incorrecto. Cuando me reuní con los jóvenes pasamos más de una hora hablando sobre que la gente no tiene la comida necesaria, tiene hambre, y sobre los obstáculos que enfrentan las comunidades en Cali y sus alrededores todos los días. Ellos me dijeron que están muy frustrados porque nadie los escucha. Y mi punto de vista es que los políticos, no importa de qué partido son, deberían estar escuchando. Yo aprecio que el alcalde Ospina hizo el esfuerzo de embarcarse en diálogos con muchas de las personas que estaban protestando en las calles. La Alcaldesa de Santander de Quilichao también inició diálogos con jóvenes que estaban protestando. Yo no veo eso como una debilidad, sino como una fortaleza. Para mí, eso es el liderazgo, porque utilizar la violencia no es una fortaleza, es algo muy débil. Muchas personas con quienes me reuní me dijeron que lo que quieren es que el Gobierno central los escuche y responda a sus necesidades, y creo que el Gobierno central se beneficiaría mucho si hiciera eso.

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En la Cámara de Representantes de su país se propuso disminuir el apoyo económico a la Policía de Colombia por supuestos casos de violación de los Derechos Humanos...

Esa fue una propuesta legislativa mía, ahora está en el Senado y mi aspiración es que pase. Y también debo decir que hay un alto número de miembros de la Cámara de Representantes de EE. UU. que están muy preocupados por los Derechos Humanos. Tenemos un presidente, Joe Biden, que, no como el expresidente Trump, le importan los Derechos Humanos. Si uno agrega toda la plata que Estados Unidos le ha financiado a Colombia para la Policía, las Fuerzas Armadas y esfuerzos antinarcóticos, estamos hablando de nueve billones de dólares. Mis constituyentes no quieren que sus fondos, que salen de los impuestos de ellos, vayan directamente a financiar una policía que actúa de la manera en que actuó durante las protestas. Ellos quieren saber cómo es que, después de tantos años y de tanta plata que les ha dado Estados Unidos, hay tantos territorios en Colombia que no tienen presencia del Estado

¿Entonces se sostiene en su apreciación sobre la financiación?

Pienso que Estados Unidos tiene que tener un debate honesto sobre lo que está pasando en Colombia y evaluar cómo debe apoyar. Con esto digo que tal vez deben estar invirtiendo en programas que pueden levantar a la gente de la pobreza y darles a los jóvenes una esperanza para el futuro en términos de empleo. Por ejemplo, se puede pensar en un proyecto de largo plazo que empodere a las comunidades para que tengan fortaleza contra los grupos ilegales armados que los están presionando a cultivar coca, y que puedan sustituirlos con otros proyectos. También creo que tenemos que evaluar si hay suficiente financiación para garantizar que los Acuerdos de Paz estén, de manera integral, bien implementados.

No soy el único que piensa así en el Congreso. Y quiero decirles que he estado en Colombia más de doce veces y que tengo un profundo afecto por la gente de este país. Yo soy un amigo de Colombia y estoy aquí apoyando, para que le vaya bien a Colombia, pero no estoy a favor de seguir haciendo la misma cosa una y otra vez y de seguir con un statu quo que no beneficia a la población.

¿Cree que esto puede afectar más la relación entre Colombia y EE. UU., que se resintió después de la campaña presidencial en su país?

Primero quiero decir que nadie debe intervenir desde afuera en las elecciones de Estados Unidos y que tampoco Estados Unidos debe estar interviniendo en las elecciones de Colombia. Pero debo decir que esa intervención en las elecciones, que no fue buena, no es nada en comparación con lo que puede afectar la relación con Estados Unidos lo que sucedió en estas protestas y que vimos todos en Twitter, porque no se debe tratar así a quienes están protestando legítimamente.

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Y justo se acerca la conmemoración de los 200 años de relaciones entre los dos países...

La relación de Colombia con Estados Unidos es una relación de amistad, somos aliados. No estoy sugiriendo que eso va a cambiar, lo que estoy diciendo es que hay que revaluar, dado todo el financiamiento que le hemos dado a Colombia, dónde estamos apropiando los fondos y si esa es la forma más efectiva para el pueblo colombiano. La gente con quien me reuní aquí quiere las mismas cosas que nuestros constituyentes: salud, vivir de manera digna, poder trabajar y también poder protestar de manera pacífica y legítimamente cuando tienen preocupaciones.

Cambiando de tema, ¿por qué los demócratas están divididos en torno al presidente Biden?

Yo soy miembro del liderazgo del Partido Demócrata en el Congreso y allí nosotros tenemos muchos debates fuertes sobre muchas cosas y pienso que es saludable, pero también, después de todo este debate los demócratas se unirán y van a empujar la legislación de Joe Biden. Yo soy el que dirige el Comité de Reglas de la Cámara de Representantes, entonces soy quien determina cuándo la legislación estará lista para ser votada en el Congreso y pienso que en la Cámara vamos a pasar la agenda de Joe Biden, pero también dirijo la Comisión de Derechos Humanos en nuestro Congreso y quiero reiterar que en ambos países, Estados Unidos y Colombia, la ciudadanía está pidiendo cambios.

Pienso que en ambos países los políticos y la élite política deben escuchar lo que están diciendo las personas, porque si no escucha y no abre diálogos, lo que termina pasando son protestas en las calles. Colombia tiene la oportunidad de manejar esto muy bien y de mirar las inequidades profundas que existen en el país y solucionarlas. Una cita favorita mía del presidente Kennedy es: ‘si una sociedad libre no puede ayudar a los muchos que son pobres, no puede salvar a los pocos que son ricos’. De nuevo, me considero un amigo de Colombia y estuve en esta gira escuchando a las personas y voy a tomar acciones para apoyarlas.

"Hemos expresado nuestro firme apoyo al histórico Acuerdo de Paz del 2016, que le puso fin a muchas décadas de conflicto armado interno en Colombia".

Con Duque

El pasado jueves el congresista de EE.UU. James McGovern se reunió por espacio de tres horas con el presidente Iván Duque en la Casa de Nariño.

Allí, el demócrata, según anunció luego en una rueda de prensa, le recalcó al Mandatario colombiano que las amenazas contra líderes sociales y periodistas son inadmisibles.

Por eso exigió que se refuerce la protección tanto a los opositores como a quienes cumplen con labores sociales en los territorios.
Y agregó que no tolerará que los impuestos de EE. UU. sean utilizados en contra de los colombianos.