El pasado 6 de diciembre el Gran Combo de Puerto Rico perdió a su decano, el maestro Rafael Ithier, y no se asimilaba aún la noticia cuando seis días después, a Papo Rosario, la gran voz, ‘El Carbonerito’, lo llamó un coro celestial a cantar sus pregones. Dos golpes irreparables para la agrupación catalogada como la Universidad de la Salsa.
Con la tristeza a cuestas, su combo de artistas, que más que colegas o amigos son familia, pactaron rendirles homenaje con música, como saben hacerlo, conservando vivo el legado de Ithier y de Papo.
Así se lo contó a El País Jerry Rivas, quien recuerda que, cuando se presentó a una audición de la agrupación en 1977 para escoger cantante, Ithier “fue mi maestro, director y líder; me apoyó todo el tiempo. Ya son 48 años en la orquesta. Mi formación musical, en lo que se refiere a la disciplina, pero también como persona, la aprendí de él, así que vivo agradecido eternamente con don Rafa”.
¿Cuál fue ese gran consejo que le dio el maestro Rafael y que ha seguido durante su carrera?
Si ustedes escuchan las canciones que grabé, aunque soy el que canto, don Rafa es quien me decía cómo cantarlas, yo trataba de asimilarlo, porque no era fácil. A él, Papá Dios no le dio la voz, pero le dio un sentimiento y una manera de expresarse con esto que llamamos salsa. Él está ahí, en sus arreglos, en su música, es lo que nos mueve cada vez que sale una nota del Gran Combo. Y hasta el día de hoy lo seguimos haciendo como él quiso. Uno de los grandes consejos que nos pudo haber dado fue la disciplina.
¿Fue muy difícil para ustedes hacerle un homenaje al maestro Ithier en medio de su gira con Niche por Estados Unidos?
Ese momento no fue fácil, porque estábamos de gira con los hermanos, la familia del Grupo Niche, de Colombia, y supimos la triste noticia de la partida, el día antes del último concierto que se hizo. Y nos preguntaron el empresario, el productor, si queríamos cancelar nuestra participación. Nos reunimos con los compañeros y entendimos que Rafael no hubiera querido que se cancelara, porque era muy responsable con los compromisos. Así que decidimos hacerlo. Quise que, en un momento dado, se le dedicara nuestra participación en el concierto al maestro Rafa, con Hojas Blancas, una de sus canciones favoritas, yo lo había hablado con el Grupo Niche y estuvieron de acuerdo que, cuando tocáramos esa canción, ellos subieran, y eso quedó muy lindo, emotivo, como lo pueden ver en las redes sociales, dándole las gracias a los músicos del Grupo Niche, a Yanila, la hija de Jairo; a José Aguirre, agradeciendo que se hayan unido con nosotros para darle ese último hasta luego, no adiós, al maestro Rafael.
Estaban asimilando su muerte y reciben un nuevo golpe, fallece don Papo, quien estaba enfermo, pero duele igual, ¿cómo ha sido digerir eso?
Fueron dos golpes muy seguidos, uno detrás del otro, no ha sido fácil asimilarlo y no lo será. Luis Antonio Rosario, Papo, nuestro compañero, fue un batallador, venía luchando con su condición de salud de muchos años y ya a lo último no pudo más, pero tuvimos la bendición de visitarlo por esos días y compartimos. Pero sí ha sido fuerte vivir estas dos pérdidas tan importantes. Yo repito algo que escuché en una misa que se le hizo a Rafael Ithier el lunes pasado, donde monseñor Roberto González, el arzobispo, dijo que Rafael, incluye a Papo también, aparte de ser recordados, serán inolvidables.
¿Cuál es el desafío que tienen como agrupación sin este bastión que era don Rafael?
Bueno, primero pedirle a Dios que nos deje seguir llevando la música del Gran Combo y el legado que dejó Rafael Ithier. El grupo hasta el día de hoy lo ha podido hacer, solamente habría que pensar cada vez que haya que tomar una decisión: ¿qué hubiera hecho Rafael Ithier? Seguiremos sus mismas directrices, y creo que hay Gran Combo para buen rato.
“Nosotros podríamos estar en los Récord Guinness por no haber faltado a ninguna Feria de Cali, si no fuera por la pandemia”, dice Jerry Rivas.
Y tiene una anécdota que corrobora su pacto salsero con esta ciudad: “Una vez se me acercó un fanático caleño y me dijo: ‘Nosotros somos la capital de la salsa’, yo no entendí, pero agradecí su interés. Pasaron los años y a Puerto Rico llegaron otros géneros que se convirtieron en los primeros, el merengue, entre otras cosas, y a la salsa la hicieron un poco a un lado; las figuras se fueron desapareciendo y no se han creado nuevas”.
“Un día tocamos en Cali, en las Canchas Panamericanas, había cuatro mil personas y estábamos compartiendo el escenario con la orquesta Broadway, de Nueva York, y cuando todo el público cantó al unísono Isla del Encanto, me emocioné y corroboré que su ciudad es la Capital Mundial de la Salsa”.
Jerry, no estando don Rafael, ¿cómo se conservará esa línea que él tenía para las letras y el sonido de la orquesta?
La industria del disco no está pasando por el mejor momento. Este grupo nació cuando había casas disqueras y promoción, y contamos con la bendición de que el Gran Combo tiene un repertorio que la gente conoce, especialmente los colombianos. Si la salsa está viva, es por ustedes. Ahora se añadieron los peruanos y, de toda la vida, los venezolanos y panameños, los hermanos latinoamericanos. Tenemos planes de regrabar algunos temas, hacer alguna producción y dedicársela a Rafael Ithier y a nuestro Papo Rosario.
Y usted sí que sabe de desafíos, como unirse al Gran Combo en el 77, ocupando el lugar de Andy Montañez...
Mis comienzos en el grupo no fueron fáciles, pero el apoyo de Rafael Ithier fue importantísimo. Él tomaba las decisiones. Había gente que no me aceptaba; en realidad Andy Montañez no tiene reemplazo. Andy es Andy, y lo que él dejó en el Gran Combo es para la eternidad. Pero gracias a Rafael y a quienes por fin me aceptaron, ya son 48 años.
Otro momento que pude vencer fue hace 15 años, cuando tuve problemas de pólipos en la garganta. Pensé que me tenía que despedir. Gracias a Dios, que puso su mano en el doctor Laureano Gil, quien me hizo la operación y pude volver.
¿Cómo describe su registro vocal y cómo ha evolucionado en tantos años su estilo al cantar?
Yo no conozco mucho de los registros, pero entiendo que soy barítono. Siempre tiene que haber un cambio en la voz. Imagínate, tantos años. Los registros vocales cambian, se hace un poco más difícil llegar a una nota; yo tuve la operación de los pólipos. Siempre me consideré como un gran ejemplo de superación. Entré en el Gran Combo sin ningún dominio como cantante ni siendo experto sonero, pero Rafael me ayudó mucho. Y hasta el día de hoy sigo aprendiendo.
¿Cuál es su canción favorita del Gran Combo?
El maestro Ithier tenía los ojos clínicos, la visión de decidir quién podía cantar una canción y le podía pegar: a Charlie, a Papo, a mí, a Andy, a Pellín Rodríguez, él tenía esa magia. Gracias a él son varios los éxitos del grupo, pero hay un tema, Nuestro Aniversario, que me gusta mucho, que cantamos cuando se cumplieron los 20 años del grupo, y el coro dice: “Esto es el Gran Combo, el de ayer y hoy, mañana y siempre”. Es muy emotivo, hay otras canciones, como la primera que impactó internacionalmente en mi voz: “Que le pongan salsa”, que le llaman El Menú, y ya después Azuquita pa’l Café, A la Reina, Te Regalo el Corazón, Gotas de Lluvia, Ámame, Me Liberé...
¿Con qué grandes artistas ha compartido escenario?
Debo mencionar a mi ídolo y el de muchos: el señor Cheo Feliciano. Y claro, Ismael Rivera. Tuve la dicha y la bendición de compartir con Celia Cruz, era única. La Sonora Ponceña, nuestra familia; el señor Willy Rosario, que es una bendición tenerlo con sus 101 años, todavía muy claro de la mente y activo; Bobby Valentín, mi primer bailable alternando con su orquesta fue una noche que no voy a olvidar; Marvin Santiago... Conocer a Ismael Miranda y ser su amigo es una dicha, así como a otros cantantes de la Fania: Adalberto Santiago, Pete El Conde Rodríguez.
En un comienzo don Rafael se negó a incorporar el bugalú, al final cedió, en qué no cedía...
Rafael graba de todo, incluso merengue, lo que decía era que la identidad del grupo no se podía abandonar, que el sonido tenía que seguir, sin añadirle otros instrumentos. De la última moda, de lo urbano, decía: los muchachos lo hacen bien, es lo suyo, pero fusionarlo con el Gran Combo, eso no.
Cómo van las clases, ya toca el cuatro...
Desde los 12 años aprendí a tocar acordes de guitarra, con publicaciones. Toco un poquito de cuatro puertorriqueño; me apasiona el tres cubano, desde los 16 años me gustó; me amanezco tocando los tres tonos que sé.
¿Y a su nieto cómo le va con los timbales? Lo vimos en la gira...
La última petición que me hizo Rafael fue: “Quiero que toquen Timbalero, pero tiene que haber un invitado, tu nieto”, lo hicimos en la gira con Niche. Yo no lo podía creer, le doy las gracias a Rafael y el nene, Gerardo Gabriel, no lo hizo quedar mal. Es una bendición. Estudia música.
“Rafael Ithier fue tan grande conmigo, que me dio esta oportunidad, cambió mi vida. Jamás pensé que iba a estar en un grupo de tanto nombre como el Gran Combo de Puerto Rico, que uno desde muy temprano veía en televisión”.
El Gran Combo y Grupo Niche, de gira
Para Alex Torres, uno de los cantantes del Grupo Niche, “el Gran Combo es la institución de la salsa, la orquesta más importante del género. No por nada se ha ganado el título de la Universidad de la Salsa. Son grandes maestros, que han aportado muchísimo durante muchas décadas, con el gran Rafael Ithier a su cabeza”.
“Estamos muy conmovidos, muy tristes, por la partida del maestro Rafa, un hombre cariñoso, amable, extremadamente talentoso, el dueño del concepto del Gran Combo, su fundador y mentor, y un papá para todos los salseros. Aportó mucho a este género del que hacemos parte”, le dijo Alex a El País.
“A eso se suma la partida, pocos días después, de uno de sus cantantes más icónicos, el gran Papo Rosario. Estaba apartado de la orquesta hacía algunos años por quebrantos de salud, y ahora nos deja con ese vacío”, dice el vocalista de Niche, pero asegura, que, pese a la partida repentina de este par de gigantes de la música, que conmueve, “estamos convencidos de que el Gran Combo seguirá llenando los corazones de los salseros del mundo entero. Creemos que hay Gran Combo para rato: en cada uno de sus muchachos”.
El Grupo Niche ha estado muy cercano al Gran Combo de Puerto Rico en los últimos meses, porque cumplieron juntos la gira Salsa para el Mundo, que tocó en varias ciudades de los Estados Unidos.
“Ellos seguirán dándole la vuelta al mundo, porque aquí no para la salsa, ni el Gran Combo de Puerto Rico. Seguiremos escuchando nuevas canciones y disfrutándolos en escenarios por el mundo entero. Que viva la salsa, que viva el gran Combo y que viva la memoria del maestro Rafa Ithier por siempre, así como la de Papo”, dice Torres.
En eso concuerda Rommel Caicedo, road manager de Niche, para quien el Gran Combo es “la banda sonora de nuestra vida, porque nos ha hecho bailar y nos ha hecho adoptar letras que tienen conciencia y están dedicadas a varios aspectos de la vida. Su gran creador, Rafael Ithier, no solo fue un gran administrador de su producto, el Gran Combo, sino que puso su música como bandera de Puerto Rico y la hizo global con sus letras, con su olfato para conectar al público. Fue un administrador como nadie, porque fue solidario con los músicos, los hizo partícipes de todo lo que pudiera generar éxito en la agrupación. Por eso el Gran Combo va a continuar por siempre”.
En cuanto a Luis Alberto ‘Papo’ Rosario, Caicedo advierte que reunió lo que Rafael Ithier quería de un músico: “La alegría, el talento y esa disciplina que los caracterizó. El Gran Combo seguramente va a seguir dándonos sorpresas, va a tener relevos generacionales, pero va a continuar la misma esencia”.
La Universidad de la Salsa trazó y seguirá trazando una línea para bailadores y melómanos, ratifica Oscar Jaime Cardozo, director de Museo Planeta Salsa: “Desde la época del Niño de Trastalleres, Andy Montañez, Pedro Rodríguez de Gracia, Pellín Rodríguez, o yendo más atrás, con el dominicano Joseíto Mateo, en la grabación del primer álbum: Menéame los Mangos, y con temas como Milonga para una Niña o Un Verano en Nueva York”.
Aun cuando Andy se retira para estar con la Dimensión Latina o con Tania, el Gran Combo, en su etapa de Jerry Rivas, Papo Rosario y Charlie Aponte, “creó otro peldaño en esa forma de interpretar la salsa con contenido, que nace del mismo pueblo, de ese sabor folclórico, muchas veces de bomba y plena, pero que le incluyen un sabor dancístico, que los bailadores reciben muy bien y los melómanos atesoramos”, dice.
Y exalta que “siempre han estado dispuestos a innovar. Cuando apareció el bugalú, Rafael Ithier dijo: ‘eso es un embeleco, yo no voy a grabar eso nunca’, porque, según él, estaba en contra de los parámetros de la buena salsa, pero los amigos le insistieron, de la disquera, don Ralph Cartagena, y él, con esa chispa que tuvo, dijo: ‘Vamos a publicar el primer álbum que incluía bugalú’, y con Andy Montañez y Pellín Rodríguez lo titularon ‘Tú querías bugalú, toma bugalú’, y se metió en la modernidad”.
Aplaude Cardozo las fusiones histriónicas que están haciendo con el Grupo Niche, “que a los colombianos nos causan orgullo, denota que el Gran Combo no se quedó en lo que vivió en el pasado, no está dormido sobre los laureles. Y seguramente vendrá una nueva etapa, van a seguir forjando un gran contenido, dedicado a melómanos y bailadores”.