En horas de la tarde de este miércoles, 30 de julio, se registró un temblor de magnitud 3,1 en el océano Pacífico colombiano, generando inquietud entre habitantes de varias localidades del Chocó y el Urabá antioqueño.

De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano (SGC), el movimiento telúrico ocurrió a las 5:02 de la tarde y fue catalogado como un evento de origen superficial, con una profundidad inferior a los 30 kilómetros.

El epicentro del sismo se ubicó en aguas abiertas del océano Pacífico, con cercanía a los municipios de Bahía Solano (Mutis) a 26 kilómetros, Nuquí (Chocó) a 73 kilómetros y Vigía del Fuerte (Antioquia) a 90 kilómetros.

Aunque el evento fue perceptible en algunas de estas poblaciones costeras, no se reportaron afectaciones a la infraestructura ni personas lesionadas, según los reportes preliminares de las autoridades locales.

Este movimiento sísmico se produjo pocas horas después de que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) emitiera una advertencia temprana para las regiones costeras de Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Chocó, ante el riesgo de un eventual tsunami tras el terremoto de 8,7 grados de magnitud que azotó la península de Kamchatka, en Rusia, la noche del martes.

El terremoto ruso provocó alertas de tsunami en países como Japón, Hawái, Alaska, California y la costa oeste de Estados Unidos, generando un ambiente de incertidumbre en la región del Pacífico colombiano.

Sin embargo, tras evaluar las condiciones oceánicas y sísmicas, la Dirección General Marítima (Dimar) y la propia UNGRD confirmaron que no había amenaza de tsunami para Colombia, descartando así un riesgo mayor para las comunidades del litoral.

Aunque la coincidencia entre la advertencia internacional y el temblor local generó alarma, el SGC aclaró que el evento registrado frente a las costas del Chocó no guarda relación con el terremoto de Kamchatka, sino que corresponde a la dinámica sísmica propia de la zona de subducción del Pacífico colombiano, donde la placa de Nazca se introduce bajo la placa Suramericana, generando frecuentes movimientos telúricos.

Las autoridades reiteraron su llamado a la calma y pidieron a la población mantener la atención únicamente en fuentes oficiales como el Servicio Geológico Colombiano, la UNGRD y la Dirección General Marítima.