El Ministerio de Salud y la Superintendencia Nacional de Salud emitieron circular conjunta que prohíbe trasladar a los usuarios del sistema de salud la carga de autorizaciones en la atención de enfermedades crónicas y de alto costo.

La medida busca garantizar el cumplimiento de las disposiciones contempladas en el Decreto Ley 019 de 2012 y sus posteriores modificaciones, en lo que respecta a la prohibición de trasladar al usuario del sistema de salud el trámite de autorizaciones para acceder a servicios y tecnologías en salud para la atención de urgencias, de cáncer, VIH/SIDA y poblaciones priorizadas.

El Ministerio de Salud, liderado por Guillermo Alfonso Jaramillo, fue el encargado de emitir la orden. | Foto: Esteban Vega La-Rotta

Según datos de la Superintendencia Nacional de Salud, en el último año se presentaron 76.404 reclamaciones a EPS por autorizaciones de servicios de salud a pacientes crónicos y de alto costo.

De ese total, 26,445 casos correspondieron a pacientes enfermos de cáncer, lo que representa el 34.61% de los reclamos, y 21.896 a pacientes con enfermedades cardiovasculares, que equivalen al 28,67% de las quejas por esta causa.

En Cali, por ejemplo, es una de las ciudades en las que más se presentan reclamaciones por barreras en la autorización de servicios o procedimientos para enfermedades de alto costo.

Se espera que esta nueva decisión mejore la atención en salud de ciertos usuarios. | Foto: El País

Por su parte, el superintendente nacional de Salud, Giovanny Rubiano García, destacó la importancia de garantizar un procedimiento eficiente para que los pacientes que padecen de estas enfermedades y condiciones puedan acceder a las tecnologías de la salud con brevedad.

“La circular conjunta reitera a actores del sistema de salud que no debe haber dificultades, ni procesos administrativos que generen barreras de acceso a los usuarios del sistema de salud, ni a los pacientes”, concluyó Rubiano.

Se espera que con esta decisión se mejore la atención en salud en muchos territorios del país y, en últimas, se contribuya a evitar el deterioro o la muerte de las personas que tienen enfermedades de alto costo o crónicas.