Este lunes se instaló una nueva mesa de diálogos entre el Gobierno Nacional y las disidencias de las Farc, razón por la cual distintos habitantes de los departamentos de Cauca y Nariño celebraron la noticia, pero exigieron acciones concretas de paz que aporten al desarrollo de la región.
“Que estos diálogos estén sentados en principios reales, que se puedan cumplir y que las partes manifiesten su compromiso para una desescalada de la guerra”, precisaron algunas voces.
Asimismo, Juan Carlos Sinisterra, alcalde del municipio Roberto Payán en Nariño, manifestó que le preocupa que los acuerdos que se pacten no se puedan cumplir y esto lleve a que no se tenga en cuenta a las comunidades y se generen expectativas falsas, como en ocasiones anteriores.
“La comunidad no quiere más engaños ni mucho menos va a permitir que el sueño de vivir en paz se vaya a desvanecer. Es necesario que el Gobierno y las disidencias blinden el proceso dando voz y voto a las comunidades, que tanto ha sufrido por el conflicto armado. Ya están demostrando su voluntad para recuperar la confianza de las comunidades”, precisó Sinisterra, quien fue citado por Blu Radio.
De acuerdo con el alcalde, con estas conversaciones de paz, se espera que haya voluntad de ambas partes para garantizar el cese al fuego bilateral y de esta forma que los habitantes del Nariño puedan regresar a sus hogares sin temor alguno.
En esto coincidió, Jairo Carabalí, líder social, quien manifestó que las comunidades también están dispuestas a aportar su ‘granito de arena’ y a apoyar el proceso de paz, pero indicó que le preocupa que el “Estado no cumpla” con las cosas que se lleguen a pactar y que se sigan cometiendo los mismos errores que quedaron del acuerdo de paz del 2016 y que se sigan incrementando.
Por su parte, Camilo González Posso, líder de la delegación del Gobierno Nacional, anunció que en estos diálogos se dará a conocer el decreto del Presidente de la República que marca el inicio del cese al fuego nacional bilateral temporal. Este se extenderá hasta enero de 2024, abarcando un período de tres meses, razón por la cual, las comunidades hacen un llamado para esto se cumpla a cabalidad.
“Se espera que el cese al fuego, no sea solamente el silencio de los fusiles, sino una oportunidad de participación, de construcción de la Paz para Colombia. Creo que es un hecho histórico trascendental, estamos ad portas de un nuevo camino que debe llevar ese gran torrente de cierre de la conflictividad armada en nuestro país”, indicó González.
También se espera que se firmen los acuerdos generales que se han elaborado durante la etapa exploratoria y de alistamiento, que se establezcan los protocolos para el mecanismo de verificación, así como los lineamientos para la agenda de los diálogos.
“Vamos a trabajar intensamente en la aplicación del Derecho Internacional Humanitario, en el respeto a la población civil en toda condición y también en transformaciones territoriales para la paz”, afirmó González.
De igual forma, se indagó al alto Comisionado de Paz, Danilo Rueda, para saber a qué se debe el cambio en la directriz, ya que inicialmente se habló de diez meses de cese al fuego y lo que dijo fue que “ocurrieron hechos de violencia que generaron desconfianza y que se resolvieron en la pre-mesa que existe con el EMC”.
Sin embargo, resaltó que “lo que sigue es, a partir de la reconstrucción de la relación entre las partes, la adopción de esta decisión del Presidente de la República”.
Frente a la duración del cese al fuego, aseguró que tiene opción de prórroga siempre y cuando “el EMC responda a la expectativa del pueblo colombiano, en particular en sus zonas de incidencia”.
La expectativa es grande, pues esta semana tuvo lugar el cese de operaciones ofensivas en medio de acusaciones de lado y lado por violaciones del decreto. Sin embargo, la esperanza siempre estará puesta en que avancen los diálogos de paz.